DOCUMENTACIÓN LINGÜÍSTICA: UN ACERCAMIENTO AL
PÚBLICO DE LAS REDES SOCIALES DE DIÁLOGOS VITALES,
COMO UN ACTOR SOCIAL PARA LA REVITALIZACIÓN Y
MANTENIMIENTO DE LA LENGUA KICHWA.
Linguistic documentation: an approach to the social network audience through
vital dialogues as a social actor to revitalize and maintain the kichwa language.
Priscila Verdugo Cárdenas, Universidad del Azuay (Ecuador) (pverdugo@uazuay.edu.ec)
(https://orcid.org/0000-0002-1112-512X)
Jackie Verdugo Cárdenas, Universidad del Azuay (Ecuador) (jverdugo@uazuay.edu.ec)
(https://orcid.org/0000-0001-8117-4608)
Minga de Comunicación, Diálogos Vitales (Ecuador) (dialogosvitales.ecuador@sistemab.org)
(https://orcid.org/0000-0002-7123-1012)
Francisco Lojano, Quichua hablante (Ecuador) (flojano762@gmail.com)
(https://orcid.org/0000-0003-2249-741X)
Resumen
La lingüística de la documentación surgió hace más de 20 años; y en la última década, han aparecido nuevos debates y desafíos, que proponen incluir a otros actores: los usuarios de las redes sociales como protagonistas para la documentación y preservación de las lenguas. En ese sentido, el objetivo de este estudio es, determinar el impacto que han tenido los carruseles de léxico español-kichwa, dirigidos a los seguidores de redes sociales de Diálogos Vitales como un mecanismo para la revitalización y mantenimiento de esta lengua nativa en el Ecuador. Se trata de un estudio exploratorio-descriptivo con un enfoque cuantitativo y una muestra representativa de los seguidores de las redes sociales Facebook, Instagram y LinkedIn, en un período de 5 meses. Los datos presentados en los resultados hacen referencia a las variables: alcance, interacción, reacciones, comentarios, veces compartido e impresiones; sin embargo, para la discusión se toman solamente tres de ellas: interacciones, reacciones y personas alcanzadas. Los resultados muestran que los usuarios y seguidores de estas redes se vieron impactados por los posteos. En el caso de Facebook las personas alcanzadas fueron de 557 y en Instagram de 401. Si se considera que los usuarios de la primera red son 550 y de la segunda, 255; significa que las publicaciones alcanzaron al 100% y más de estos. En la red social LinkedIn, se logró obtener 613 impresiones positivas sobre los posteos, nuevamente, si se toma en cuenta el número de seguidores, que es de 454, vuelve a ocurrir lo mismo que en las redes anteriores. Finalmente, en esta nueva era digital es indispensable trabajar en la creación de una conciencia pública y una cultura más participativa en torno a las lenguas y la diversidad lingüística, que permita la protección de los patrimonios lingüísticos y culturales en el país, Latinoamérica y el mundo.
Abstract
Documentation linguistics arose more than 20 years ago. In the last decade, new debates and challenges have arisen to include other actors: users of social networks as protagonists for the documentation and preservation of languages. In this sense, the objective of this study was to determine the impact that the Spanish-Kichwa lexicon carousels have had, aimed at the followers of the social networks Diálogos Vitales as a mechanism for the revitalization and maintenance of this native language in Ecuador. This is an exploratory-descriptive study with a quantitative approach and a representative sample of followers of the social networks Facebook, Instagram and LinkedIn over a period of 5 months. The data presented in the results refer to the variables: scope, interaction, reactions, comments, times shared and impressions; however, for the discussion only three of them are taken: interactions, reactions and people reached. The results show that the users and followers of these networks were impacted by the posts. In the case of Facebook, 557 people were reached and 401 on Instagram. If we consider that the users of the first network are 550 and of the second, 255; means that the posts reached 100% and more of these. In the LinkedIn social network, it was possible to obtain 613 positive impressions on the posts, again, if the number of followers is taken into account, which is 454, the same thing happens again as in the previous networks. Finally, in this new digital age, it is essential to work on creating public awareness and a more participatory culture around languages and linguistic diversity, which allows the protection of linguistic and cultural heritage in the country, Latin America and the world.
Palabras clave
Documentación lingüística, público de redes, actor social, mantenimiento lingüístico, preservación cultural.
Keywords
Linguistic documentation, public networks, social actor, linguistic maintenance, cultural preservation
Artículo recibido: 30-ago-22. Artículo aceptado: 25-nov-22.
DOI: https://doi.org/10.33324/uv.vi81.564 Páginas: 62-83
1.
Introducción
Los primeros pasos de la documentación lingüística deberían remontarse a Boas (primera década del siglo XX), quien advirtió sobre la extinción de las lenguas indígenas americanas y su reemplazo por lenguas colonizadoras. Años más tarde, y siguiendo la misma tradición teórica Sapir (1929) y Whorf (1971 [1941]) contribuyeron al fortalecimiento de la diversidad lingüística y cultural, como patrimonio intangible de la humanidad, al poner énfasis en las diferencias entre las estructuras gramaticales y léxicas de las lenguas del mundo y al relacionarlas con las diferentes culturas.
Fueron los lingüistas de la etnografía del habla como Hymes, Gumperz y sus discípulos (década de 1960 - 1970), quienes se avocaron al trabajo de campo y al devenir de las lenguas y sus hablantes, al registrar y archivar formas gramaticales, usos de las lenguas y fenómenos de contacto lingüístico en comunidades de habla concretas. Son ellos los que toman conciencia de la pérdida de dominios de uso y el abandono de las lenguas de herencia, pero también de los productos del contacto: las lenguas mixtas, las criollas y pidgin (Golluscio, 2011a y b).
La aproximación a la lengua y la cultura centrada en el discurso (Sherzer, 1987, 1990; Urban, 1991) promueven un mayor énfasis teórico, no solo en un uso particular y final del discurso, sino en la apertura al rango de los usos posibles. Esto hace hincapié en la manera de representar los datos del discurso natural: cómo transcribirlos, preservarlos, difundirlos y hacerlos accesible mediante aparatos interpretativos como catálogos, traducciones, comentarios, etc.
Para Himmelmann (1998) la lingüística de la documentación es multidisciplinaria, es el área de la investigación lingüística encargada de recolectar muestras lo más diversas posibles de los fenómenos del lenguaje en situaciones reales de comunicación, enriqueciéndola con datos fidedignos e interpretables, que permitan su aprovechamiento por los hablantes de lenguas y también por la comunidad científica para su estudio y difusión. El autor manifiesta que es necesario constituir la lingüística documental como un campo de estudio que tenga el mismo estatus que la lingüística descriptiva para que la creación de corpus de usos múltiples y disponibles, puedan utilizarse para y más allá de la investigación lingüística.
Woodbury (2003) define la lingüística documental como: “la creación, anotación, preservación y difusión de registros transparentes de una lengua”(p.159). En 2006, Himmelmann propone que la documentación lingüística es el registro duradero y multifuncional de una lengua. Un campo con derecho propio dentro de la práctica lingüística, que se dedica a compilar datos lingüísticos primarios, crear interfaces entre estos y realizar diferentes tipos de análisis basados en ellos.
Este mismo autor menciona cuatro aspectos fundamentales que, históricamente, han permitido un desarrollo más exhaustivo de la documentación lingüística: el primero, el boom tecnológico a partir de la posibilidad del almacenamiento de gran cantidad de data en audio, video y texto, con la creación de computadores de nueva generación más versátiles, veloces, y el uso del internet. El segundo, una nueva atención a la diversidad lingüística y la creciente reflexión sobre la amenaza a esa diversidad a partir del peligro que sufren lenguas y prácticas lingüísticas en el mundo, especialmente en pequeñas comunidades indígenas. El tercero, las lenguas en peligro, debido a las prácticas lingüísticas en comunidades de todo el mundo se están apartando rápidamente de su herencia de lengua tradicional. El cuarto, una nueva visión de la documentación lingüística “centrada en el discurso” (Sherzer, 1990).
Asimismo, según Himmelmann (2006) un formato básico para la documentación considera tres aspectos fundamentales: los datos primarios, los metadatos y los recursos de acceso. Una vez tomados los registros, es necesario pensar en la creación de archivos y en la preservación de los mismos. Según el sitio web Archiving for the Future: Simple Steps for Archiving Language Documentation Collections (2022) los datos primarios pueden organizarse para archivarse y digitalizarse con miras a la preservación y accesibilidad a largo plazo. De esta manera, para archivar una colección se deberían considera tres fases: fase 1 antes de archivar, fase 2 durante la creación de un archivo, y fase 3 después de la creación del archivo.
Las prácticas de documentación han sido llevadas a cabo en varios sitios en el mundo. Las que se presentan continuación se han realizado en Latinoamérica. Se trata de experiencias que dan cuenta de modos particulares de hacer investigación, entrelazando la documentación, la preservación y la difusión de los datos primarios, la revitalización lingüística y cultural, la etnografía, así como de activismo lingüístico. Para Golluscio et al. (2019) estos trabajos son un aporte original al desarrollo teórico-metodológico de la lingüística de la documentación, puesto que se basan en una relación particular entre el investigador local y los miembros de la comunidad de hablantes, en la que ambos forman parte del mismo entramado social, fenómeno que muchas veces logra una resignificación creativa y fructífera de la asimetría existente entre ellos.
Algunos de los estudios seleccionados cubren una región vasta: desde el Alto Xingú en Brasil, hasta la Amazonía peruana y el Chaco y los Andes. Describen experiencias en comunidades rurales, selváticas, periurbanas o urbanas, y muestran iniciativas divergentes.
Francheto (2006) aborda la forma de organizar las anotaciones etnográficas del kuikuro o lengua caribe del Alto Xingú con el propósito de preservar la herencia cultural de esta comunidad de habla. A partir de entrevistas realizadas a antropólogos que trabajan en el Brasil, la autora provee de orientaciones y reflexiones para que los lingüistas u otros participantes encuentren alternativas para manejar e integrar información lingüística y etnográfica en una base documental que puede ser útil para diferentes usuarios.
Por su parte Vidal (2019) ilustra una experiencia de trabajo colaborativo con hablantes de la lengua pilagá (guaycurú) hablada en varias localidades del centro-oeste de la provincia de Formosa, Argentina. La autora se centra en el proceso que recorrió para la creación de un diccionario parlante trilingüe pilagá-español-inglés, realizado por un equipo interdisciplinario en el marco de la investigación y documentación del pilagá. Al ser esta lengua poco conocida, el diccionario contiene notas gramaticales, etnográficas y ejemplo de uso que provienen de textos de diferentes géneros recolectados y analizados en distintas etapas de la investigación de campo.
Del mismo modo, Nercesian (2019) detalla las distintas iniciativas de documentación lingüística que se están desarrollando con hablantes del wichí de las comunidades del río Bermejo (provincia de Formosa, Argentina) desde una perspectiva que articula la documentación lingüística, la investigación y el activismo por parte del investigador y de los hablantes. El activismo, entendido como la práctica, el compromiso y la toma de conciencia respecto del impacto social del trabajo con el propósito de proveer y preservar la diversidad lingüística.
Gasche (2019), en cambio, a partir de un discurso oral grabado en lengua huitoto, familia lingüística huitoto plantea una metodología del pasaje de lo hablado a un texto escrito, y analiza las transformaciones que sufren tales manifestaciones de la oralidad. El autor plantea la hipótesis de que la escritura, hasta la fecha, no es funcional en sociedades de tradición oral y que para poder expresar por escrito no es suficiente tener un alfabeto, sino que es necesario manejar un estilo escrito en su lengua. A partir de su argumentación surge el requerimiento de que los miembros de una comunidad de habla tomen conciencia de que el dominio de una forma particular del uso de la lengua (la escrita) implica no solo el manejo de conceptos básicos sobre gramática, sino también el conocimiento de la sintaxis oracional con el propósito de controlar los mecanismos que deben respetarse en el texto escrito.
Asimismo, Ciccone (2019) describe la experiencia del relevamiento y documentación de prácticas emergentes del tapiete, lengua tupí-guaraní, en hablantes jóvenes de Argentina, que tienen el español como lengua primera. La autora reflexiona sobre la importancia de considerar todas las formas contemporáneas del habla presentes en una comunidad que atraviesa procesos de desplazamiento avanzado de la lengua originaria por el español. La reflexión la realiza a partir de una revisión de las distintas tradiciones y propuestas de la documentación lingüística, desde una aproximación al fenómeno de desplazamiento lingüístico vinculado a la idea de muerte de la lengua.
Finalmente, Mariano et al. (2019) en su estudio reflexionan sobre el activismo lingüístico vinculado a los intereses de lingüistas nativos y no nativos para la revitalización del mapudungun (lengua aislada hablada en Chile y Argentina), la cual se llevó a cabo en conjunto con la comunidad educativa del Jardín Infantil Intercultural Pewmayen. La creciente urbanización de la población y la progresiva destrucción del tejido social mapuche han ocasionado la disminución de los dominios funcionales de esta lengua y, en consecuencia, una paulatina retracción de la transmisión intergeneracional, lo que representa, en la actualidad, una de las principales amenazas para la vitalidad.
En este sentido y tomando en cuenta lo planteado anteriormente, el objetivo de este estudio es determinar el impacto que han tenido los carruseles de léxico español-kichwa sobre temáticas lingüísticas, culturales y educativas con notas etnográficas dirigidas a los seguidores y usuarios de las redes sociales de Diálogos Vitales como un mecanismo para la revitalización y mantenimiento de esta lengua nativa en el Ecuador.
2.
Metodología
En nuestro estudio, se ha tomado una perspectiva exploratorio-descriptiva con un enfoque cuantitativo, a partir de una muestra representativa de los seguidores de las redes sociales Facebook, Instagram y LinkedIn de Diálogos Vitales en un período de cinco meses.
La muestra se constituye con los usuarios de Facebook, que representan 550 seguidores, 66.1% de mujeres y 33.9% de varones con una edad de 25 a 54 años; en Instagram 255 seguidores, 65.8% de mujeres y 34.2% de varones, con mayor interés por parte de un público de 25 a 44 años; y en LinkedIn 434 seguidores con un público empresarial, de gestión de organizaciones sin fines de lucro, de enseñanza superior, administración gubernamental, consultoría de estrategia y operaciones.
Para la construcción del material publicado se trabajó en dos etapas. El primer momento, en el que el grupo de investigación de la Universidad del Azuay (docentes) y hablantes español-kichwa de tres comunidades del sur del Ecuador Shiña (Azuay), Chukidel (Loja) y Quilloac (Cañar) seleccionó los términos español-Kichwa por temática para ese carrusel; y el segundo, en el cual se entregaba el material al equipo de Diálogos Vitales, para que se encargara de la diagramación visual de las ilustraciones y luego del posteo en las redes sociales.
Para la presentación de resultados se tomaron las variables de los datos del posteo: alcance, interacción, reacciones, comentarios, veces compartido e impresiones, que los seguidores tuvieron con las publicaciones de los carruseles sobre: el Día Internacional de las Lenguas Indígenas, mes de febrero; la comida típica de carnaval, mes de febrero; el Día de la Mujer, mes de marzo; la nutrición y dieta andina, mes de abril; la fiesta del Inti-Raymi, el ritual del Warachicuy, mes de mayo; y la estructura gramatical del kichwa, mes de julio, en un total de seis carruseles.
Estas variables se han obtenido de las estadísticas generadas por las propias redes, que están al alcance de los administradores de estas cuentas. Asimismo, para el análisis de datos se han considerado solamente tres variables: interacciones, reacciones y personas alcanzadas, que han sido tabuladas a través del programa Power BI.
Finalmente, los datos se describen y analizan a la luz de los nuevos desafíos que se postulan en la lingüística de la documentación. En ese sentido, la relevancia que tiene la interdisciplina, el aspecto antropológico y el público en general como un actor social que apoya la preservación, el mantenimiento y la revitalización de las lenguas nativas, en este caso en particular del Kichwa.
3.
Descripción del corpus y resultados
La primera publicación fue una entrevista por el Día Internacional de las Lenguas Indígenas, posteado en el mes de febrero. El contenido de esta se basó en la pérdida, adaptación y readaptación de las lenguas indígenas, así como los mecanismos para la revitalización y mantenimiento de ellas.
A continuación, ilustración 1:
Ilustración 1 Entrevista por el día internacional de las lenguas nativas. El formato del posteo original en las redes sociales es un audiograma. Enlaces originales de la publicación.
Los resultados muestran que en Facebook alcanzaron a 76 personas, hubo 12 interacciones con la publicación, 3 reacciones, 0 comentarios, 2 veces compartido y 94 impresiones. En Instagram, los resultados muestran que se alcanzaron a 60 personas, 0 interacciones con el público, 6 me gusta, 0 comentarios, 0 compartidos y 0 impresiones. Véase tabla 1:
Tabla 1.
Datos del posteo por el Día Internacional de las Lenguas Indígenas
Por otra parte, el descubrimiento orgánico de Linkedln muestra que hubo 315 impresiones y 190 impresiones únicas. Las interacciones fueron 30 con una tasa de interacción del 9.5%; el número de clics fue de 7, lo que representa el 2.2%. Se obtuvieron 16 reacciones, 1 comentario y el posteo se compartió 6 veces. Véase, tabla 2:
Tabla 2.
Datos de la red social Linkedln
La segunda publicación fue sobre la comida típica de carnaval, posteada también en el mes de febrero. En este carrusel se presentaron cinco ilustraciones con léxico español-kichwa y las respectivas notas etnográficas. A continuación, ilustración 2:
Ilustración 2.
Carrusel español-kichwa sobre la comida típica de carnaval
Enlaces originales de la publicación
Los resultados muestran que se alcanzaron a 180 personas, hubo 12 interacciones con el público, 2 reacciones, 0 comentarios, 2 veces compartido y 195 impresiones, en la red social Facebook. En Instagram, se alcanzó a 89 personas, hubo 0 interacciones con el público, 8 me gusta, 0 comentarios, 0 veces compartido, y 0 impresiones. Véase tabla 3:
Tabla 3.
Datos de posteo sobre la comida típica del carnaval
La temática del tercer carrusel fue sobre el Día de la Mujer y se publicó en el mes de marzo. Para este posteo se crearon 5 ilustraciones con léxico español-Kichwa, referentes a las diferentes etapas de la mujer, así como sobre la cosmovisión andina y algunas deidades femeninas. A continuación, ilustración 3:
Ilustración 3.
Carrusel sobre el día de la mujer
Enlaces originales de la publicación
Los resultados de este carrusel evidenciaron que el posteo en Facebook alcanzó a 65 personas, con 6 interacciones con el público, 3 reacciones, 0 comentarios, 0 compartidos y 76 impresiones. Por su parte, en Instagram, 82 personas fueron alcanzadas, hubo 0 interacciones, 17 me gusta, 0 comentarios, 0 veces compartidos y 0 impresiones. Véase tabla ٤:
Tabla 4.
Datos sobre el posteo del día de la mujer
Asimismo, el descubrimiento orgánico de Linkedln muestra que hubo 110 impresiones, 73 impresiones únicas. Se observan 14 interacciones con una tasa de interacción del 12.7%, 6 clics con un porcentaje de 5.5%, 6 reacciones y dos veces compartido. A continuación, tabla 5:
Tabla 5.
Datos de la red social Lindedln
El cuarto posteo fue sobre nutrición, y para el carrusel se trabajó en la creación de una dieta nutritiva desde el mundo andino, considerando las tres comidas importantes de un día. La dieta que se presentó, tomó en cuenta algunas comidas propias de la provincia del Cañar, comunidad de Quilloac. Se publicó en el mes de mayo y se presentaron en tres ilustraciones. A continuación, ilustración 4:
Ilustración 4.
Carrusel sobre la dieta andina
Enlaces originales de la publicación
Los resultados del carrusel sobre nutrición en la red social Facebook tuvieron a 75 personas alcanzadas, 3 interacciones con el público, 1 reacción, 0 comentarios, 0 veces compartido y 91 impresiones. Asimismo, en Instagram, se alcanzaron a 68 personas, no hubo interacciones con el público, 9 personas colocaron que les gusta y no hubo comentarios, ni veces compartido, ni interacciones. Véase tabla 6:
Tabla 6.
Datos del posteo sobre nutrición Facebook e Instagram
Por otro lado, en Linkedln se observan 188 impresiones y 126 impresiones únicas con 34 interacciones y una tasa de interacción de 18.1%. Se evidencia 26 clics, con un porcentaje de 13.8% y 8 reacciones. Véase tabla 7:
Tabla 7.
Datos de la red social Lindedln
La quinta publicación fue sobre el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo. El carrusel se construyó alrededor de la fiesta del Inti Raymi y la celebración del ritual del Warachicuy, en la comunidad indígena de Chukidel, en el cantón Saraguro, provincia de Loja. Se crearon y diagramaron cinco ilustraciones, en las cuales se explicó sucintamente el ritual y la indumentaria de los indígenas de la zona. Este ritual simboliza el atado de la identidad de los Saraguros; los jóvenes varones y mujeres lo realizan a la edad de los 14 años. A continuación, ilustraciones del posteo:
Ilustración 5.
La fiesta del Inty Raymi y el ritual del Warachichy
Enlaces originales de la publicación
Los resultados de este posteo muestran que en Facebook se alcanzó a 58 personas, hubo 2 interacciones con el público, 1 reacción, 0 comentarios y veces compartido y 71 impresiones. En Instagram hubo 56 personas alcanzadas, no hubo interacciones, a 5 personas les gustó el posteo y hubo un comentario. Véase tabla 8:
Tabla 8.
Posteo sobre cultura: la fiesta del Inti Raymi
La sexta publicación trató sobre educación. Se preparó un carrusel para realizar una presentación básica de la estructura gramatical de la oración en lengua Kickwa. Se diagramaron cuatro ilustraciones para este posteo, que se publicaron en el mes de julio. A continuación, las ilustraciones:
Ilustración 6.
La estructura de la oración en Kichwa
Enlaces originales de la publicación
Los resultados muestran que en Facebook hubo 103 personas alcanzadas, 8 me gustan y 0 comentarios. En Instagram, se alcanzó a 46 personas con 6 interacciones con el público, 2 reacciones 0 comentario y veces compartidas y 54 impresiones. Véase tabla 9
Tabla 9.
Posteo sobre educación
4.
Discusión y conclusiones
Los datos presentados en el apartado tres han permitido cuantificar el impacto que han tenido los carruseles de léxico español-kichwa, con notas etnográficas, sobre temáticas lingüísticas, culturales y educativas, dirigidas al público en general; en relación con tres categorías: impresiones, interacciones y personas alcanzadas. Es necesario recordar que el propósito de este estudio es realizar un acercamiento al público en general de las redes sociales de Diálogos Vitales, para postular a este público como un actor social diferente, que puede contribuir a la revitalización y mantenimiento de la lengua nativa en el país.
En ese sentido, el primer posteo que fue una entrevista sobre el Día Internacional de las Lenguas Indígenas tuvo 409 impresiones, 42 interacciones y se alcanzó a 136 personas. El impacto mayor se obtuvo en LinkedIn y Facebook. En el primer caso, si se toma en cuenta que el público de esta red está formado por empresarios, representantes de organizaciones sin fines de lucro, de enseñanza superior, administración gubernamental, consultoría de estrategia y operaciones; se podría pensar en la existencia de un interés mayor sobre las lenguas nativas y el peligro de retroceso o pérdida. De esta forma, se podría postular que estos poseen una especie de “conciencia pública” (Krauss, 1992). En el segundo caso, Facebook tiene un público mucho más general, mujeres y varones entre 25 a 54 años. El mismo autor menciona que se debe trabajar activamente en la creación de conciencia pública y exhorta al cambio de actitud, del público en general, en apoyo de la diversidad lingüística.
Por su parte, Linn (2020) no hace una distinción de público, entre académicos y no académicos, lingüistas comunitarios y no comunitarios, sino que propone que todos participen en “crear conciencia”. Distingue dos tipos de público: de la comunidad lingüística minoritaria o en peligro, y el público de la lengua mayoritaria, en términos de mensaje y respuesta.
En este caso, la comunidad lingüística minoritaria serían las comunidades que hablan lenguas indígenas, en el país, y el público de la lengua mayoritaria, probablemente, los seguidores o usuarios de las redes sociales de Diálogos Vitales. La autora propone una visión positiva de un mundo lingüísticamente diverso y un medio para que el público en general, especialmente los jóvenes, participen en su creación. Véase tabla 10:
Tabla 10.
Datos consolidados del carrusel 1
En el segundo posteo, se observa que hubo 195 impresiones, 12 interacciones y 269 personas alcanzadas. El número de personas alcanzadas se incrementa por la red social Instagram con 89 personas, mujeres y varones entre 25 a 44 años. Es posible que este carrusel haya alcanzado a un mayor número de personas, debido al tema (léxico sobre la comida típica de carnaval) y las circunstancias de su publicación (celebración del carnaval en el Ecuador). Véase tabla 11:
Tabla 11.
Datos consolidados del carrusel 2
En los carruseles 3 y 4 se nota, en el primero, 185 impresiones, 20 interacciones y 147 personas alcanzada; en el segundo, 279 impresiones, 37 interacciones y 143 personas alcanzadas. Nuevamente, se observa que la red social LinkedIn es la que mayor número de impresiones aporta, en el 3 con 110 y en el 4 con 188. En este sentido, parecería ser que estos carruseles impactaron más al público de esta red, probablemente por el tipo de público que la conforma. Además, es posible que la temática (el carrusel 3, Día de la Mujer y el 4, una dieta nutritiva desde la cosmovisión andina) también haya influenciado para obtener ese número de impresiones. Sin embargo, es interesante que en la categoría personas alcanzadas, LinkedIn no aporta a ninguno de estos dos carruseles; más bien Facebook e Instagram son los que alcanzan a esas 147 personas (carrusel 3) y 143 (carrusel 4). Estos datos son positivos, porque si se piensa que estos seguidores y usuarios representan un público más general que el de LinkedIn, igualmente se está logrando impactar de manera positiva al público de las tres redes sociales. Véase, tabla 12:
Tabla 12.
Datos consolidados del carrusel 3 y 4
Los carruseles 5 y 6 muestran que las impresiones fueron de 71 (el 5) y 54 (el 6) en Facebook e Instagram, se observan pocas interacciones y en personas alcanzadas se obtuvo 114 en el primero y 149 el segundo en las dos redes. A pesar de que las impresiones y las interacciones son más bajas que carruseles anteriores, el número de personas alcanzadas se mantiene en relación con los anteriores posteos. En este caso se debe tener en cuenta la temporalidad en la que estos dos carruseles aparecieron. Ambos, pocas semanas antes y después de las movilizaciones indígenas de junio 2022. La atención del público de las redes sociales estuvo destinado a la coyuntura nacional, por lo que otro tipo de información pasó a segundo plano. Véase, tabla 13:
Tabla 13.
Carruseles 5 y 6
El consolidado de los carruseles publicados evidencia que hubo 1193 impresiones con 118 interacciones y 958 personas alcanzadas. Si se considera que en la red social Facebook el número de usuarios es de 550, con las publicaciones se logró alcanzar al 100% de ellos y hubo 7 personas más, que probablemente fueron alcanzadas por las veces compartidas por los mismos usuarios.
En el caso de Instagram, se alcanzó a 401 personas, aunque las impresiones (54) y las reacciones (47) resultaron bajas. Sin embargo, el dato interesante de esta red es el número de personas alcanzadas, 401. Si se toma en cuenta que los seguidores de esta red son 255, esto significaría que se logró alcanzar a un público que no era seguidor, pero que tuvo acceso al contenido de los carruseles publicados. Esto sería positivo, porque podría ser que el contenido les interesó. Es probable que de este público sean algunas de las impresiones y reacciones, que, aunque bajas, representan un acercamiento a la lengua y la cultura Kichwa.
En LinkedIn se evidencia algo interesante; en primer lugar, la estadística “Personas alcanzadas” de Meta en Facebook e Instagram se refiere a cuántas personas llegó el contenido. LinkedIn, no es parte de Meta, por lo tanto, no arroja las mismas estadísticas, sin embargo, las “impresiones únicas” en esta red son el equivalente de alcance en las otras redes. Entonces, se observa un mayor número de impresiones (613) y (78) interacciones. Se supondría que esas impresiones e interacciones son de personas que tuvieron acceso al contenido y que les interesó lo presentado en cada publicación de los carruseles. Si a esto se le suma el hecho de que los seguidores de esta red son 454, vuelve a ocurrir lo mismo que en las redes anteriores, el contenido de las publicaciones resultó interesante para un público que no era seguidor, pero que se sintió atraído por el contenido.
En este momento, cabría plantearse una pregunta ¿cuáles son las razones por las cuales personas que no eran seguidores, pero que tuvieron acceso al contenido de los carruseles tuvieron impresiones o reacciones a estos? Se podría plantear una serie de hipótesis como que el contenido les pareció interesante o que era diferente a lo publicado anteriormente en estas redes, entre muchas otras; sería arriesgado decir cuál fue esta razón.
Lo que se aprecia de los datos es que pasó algo con el público en relación con estos posteos. De este modo, se podría postular que, probablemente, se está abriendo un espacio para visibilizar a la lengua Kichwa, para comenzar a “crear conciencia” (Linn, 2020) “conciencia pública” (Krauss, 1992) y así pensar en una documentación lingüística, que involucre a otros actores sociales (público en general) con miras a la revitalización y mantenimiento de esta lengua y su cultura.
Las redes sociales analizadas han posibilitado que los carruseles lleguen a otros usuarios, escenarios y actores que han experimentado reacciones (positivas o negativas) con respecto al kichwa Véase, tabla 14:
Tabla 14.
Consolidado de datos de las tres redes sociales
Elaborado por: Israel Flores, Analista de datos. Maestría en Análisis económico y empresarial, en la Especialidad de Economía Aplicada.
De esta forma, este estudio ha estado dirigido a testear cuánto interés produce en el público de las redes sociales de Diálogos Vitales, los términos en lengua kichwa, lo que podría significar un inicio para pensar en documentación y revitalización de esta lengua nativa, de una manera diferente. En ese sentido, en la última década, la documentación lingüística ha propuesto nuevos planteamientos teóricos, debates y desafíos, uno de ellos el público del internet y de las redes sociales.
Otro, la noción de lingüística documental como un esfuerzo interdisciplinario, que considera el principio antropológico (Dobrin & Sicoli, 2018). De este modo, los carruseles presentados han sido trabajados desde esa idea de interdisciplinas, que ha convocado a especialistas de la academia, a una iniciativa ciudadana autoconvocada como Diálogos Vitales, pero también a los hablantes indígenas de las tres comunidades mencionadas antes.
También, la importancia de las perspectivas comunitarias (Leonard, 2018) ha intentado tomar en cuenta el aspecto antropológico y etnográfico, los posteos de términos kichwa han presentado una nota etnográfica referente a cada comunidad; por ejemplo, el posteo de la fiesta del Inti-Raymi, el ritual del Warachicuy del mes de mayo, en el cual se presentan, de forma sucinta, aspectos etnográficos y antropológicos de los hablantes de esta comunidad, con respecto al ritual.
Otra noción en torno a la cual gira este análisis ha sido la importancia del público en general, Para Linn (2018) un aspecto adicional del esfuerzo por reimaginar la lingüística documental, tiene que ver con la necesidad de comprometerse con el público en general. La conciencia pública sobre la importancia de la documentación de una lengua es fundamental para el éxito de los esfuerzos de documentación y conservación y, por lo tanto, para la prevención de la pérdida de una lengua. Lamentablemente, aunque las lenguas en peligro de extinción han ocupado un lugar destacado en la prensa popular, durante las últimas dos décadas, existe poca evidencia de apoyo público para la documentación y revitalización. Para ello, si las lenguas minoritarias prosperan, necesariamente lo harán junto con las lenguas mayoritarias, que actualmente las amenazan.
Por otra parte, creer que la creación de contenido en redes sociales alcanza para dimensionar problemas y posibles acciones en relación con las lenguas amenazadas, sería ingenuo. Para Ruiz & Pérez (2022) la lengua no es un ente estático, sino vivo, que necesita ser visibilizada y documentada. En ese sentido y considerando una dimensión abarcadora, este estudio ha sido pensado en algunas instancias. Primero, se ha planificado crear contenido de carruseles y postearlos durante un año, en las redes sociales de Diálogos Vitales, desde febrero de 2022 hasta enero del 2023. Se han recopilado y analizado los datos de seis publicaciones, que han sido presentados en este artículo; sin embargo, esto podría ser un limitante, puesto que, no representan los resultados de todo el año.
Segundo, después del año de las publicaciones con todos los carruseles se pretende crear una “colección documental” sobre los términos español-kichwa los cuales luego serán archivados en la plataforma de la Universidad del Azuay. Documentación y Archivos Científico (DYAC) es un sitio web que tiene como objetivo documentar, archivar y preservar inventarios investigativos de diferentes disciplinas, el cual, puede ser utilizado por investigadores y usuarios con fines académicos. Los corpus cargados podrían ser empleadas por otros – investigadores y usuarios- para realizar nuevos estudios desde perspectivas disciplinarias diversas (Verdugo et al., 2020; Cedillo et al., 2021; Rosales et al.,2022).
Tercero, la colección creada (carruseles de términos español-kichwa) podría ser intercambiada entre otros investigadores para proyectos de educación intercultural bilingüe, revitalización, mantenimiento de la lengua kichwa, que incorporen nuevas perspectivas sobre la lingüística documental.
Cuarto, sería necesario redactar un segundo artículo en el cual se presenten los resultados de los seis carruseles faltantes, con los cuales se realizaría un análisis comparativo, tomando en cuenta los primeros aspectos analizados como los nuevos, que pudieran surgir en los siguientes posteos. Como se aprecia, a partir de este estudio, se abren nuevas propuestas investigativas vinculadas a la documentación, archivo, revitalización, mantenimiento lingüístico y cultural tanto del kichwa como de otras lenguas indígenas en el Ecuador.
Finalmente, en esta nueva era digital es indispensable trabajar en la creación de una conciencia pública y una cultura más participativa en torno a las lenguas y la diversidad lingüística, que permita la protección de los patrimonios lingüísticos y culturales en el país, Latinoamérica y el mundo. Parecería ser un trabajo difícil, arduo y a largo plazo; sin embargo, a través de la publicación de posteos específicos (como en este caso términos español -kichwa), se tiene la posibilidad de transmitir un contenido lingüístico más rápido e involucrar a más personas. Para Linn (2018) el internet combina el mensaje con las artes, y las artes tienen el poder de conmover a las personas, de hacer que sientan empatía con el tema.
Es posible que las personas alcanzadas con los posteos de este estudio, hayan sentido empatía por el contenido y el diseño gráfico propuesto en cada carrusel, lo que sería abrir un espacio para iniciar un cambio en las actitudes públicas de usuarios y seguidores de las redes. Probablemente, el mejor lugar para comenzar es con los jóvenes. Se requiere que el mensaje de crear conciencia pública en relación con las lenguas indígenas del país, llegue a los jóvenes, tanto de lenguas minoritarias como de la lengua mayoritaria en el Ecuador.
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SALVAR LAS LENGUAS. REFLEXIONES SOBRE LAS LENGUAS
PERDIDAS Y LA NECESIDAD DE SU REVITALIZACIÓN.
Saving languages. Reflections on lost languages and the need for
their revitalization.
Karina Laura Fernández, Pontificia Universidad Católica Argentina (Argentina)
(karinafernandez@uca.edu.ar) (https://orcid.org/0000-0001-6445-9417)
“Nací en Argentina a la lengua de mi infancia. Rodé por muchos países […] y si una patria tengo es la lengua. La lengua tiene muchas patrias […] todo lo que va haciendo al individuo”.
Juan Gelman
Resumen
Considerar la importancia de una lengua implica reconocer que es, en sí misma, un elemento identitario. Nacemos y crecemos en una comunidad hablante de una lengua y por ello, nuestro proceso de socialización se lleva a cabo en esa lengua materna. Desarrollamos una identidad cultural y, por tanto, lingüística, lo que nos hace tomar conciencia del valor que subyace en la lengua hablada por la comunidad. Verse en la necesidad de silenciar la o las lenguas que hablamos significa ocultar parte de nuestra identidad. En este artículo, nos proponemos compartir algunas reflexiones en torno de la importancia de salvaguardar la identidad lingüística, en situaciones de coerción, imposición o discriminación, así como también revisar situaciones en las que un idioma puede resultar minorizado y correr el riesgo de desaparecer. Plantearemos, a su vez, alternativas de revitalización tendientes a evitar la pérdida de las lenguas minoritarias.
Abstract
Considering the importance of a language involves its recognition as an identity element. We are born and raised in a community that speaks a language. For this reason, our socialization process is carried out in the mother tongue. We develop a cultural identity and, thus, linguistic identity which makes us aware of the value that underlies in the language spoken by the community. Seeing the need to silence a language or languages we speak means hiding part of our identity. This article shares some reflections on the importance of safeguarding linguistic identity, in situations of coercion, imposition or discrimination, as well as, review situations in which a language is minority and is at risk of disappearing. Additionally, this research seeks for revitalization alternatives to avoid the loss of minority languages.
Palabras clave
Diversidad lingüística - identidad lingüística –lenguas mayoritarias y minoritarias – glotofagia - socialización lingüística - vitalidad lingüística.
Keywords
Linguistic diversity - linguistic identity– majority and minority languages - gluttophagia - linguistic socialization - linguistic vitality.
Artículo recibido: 21-ago-22. Artículo aceptado: 27-nov-22.
DOI: https://doi.org/10.33324/uv.vi81.565 Páginas: 84-101
1.
Introducción
El trabajo que presentamos plantea una mirada sobre el concepto de la diversidad lingüística ligado, a su vez, al de identidad y vulnerabilidad. En la primera parte, propondremos una revisión sobre los conceptos vinculados con la relación existente entre la lengua y la diversidad lingüística. Entendemos que es importante partir del reconocimiento del vínculo que existe entre lengua y cultura, para valorar la necesidad de respetar la diversidad cultural y defender el lugar que ocupa la lengua materna.
En segundo lugar, plantearemos la relación existente entre la lengua y la identidad lingüística para, en un tercer momento, abrir una reflexión sobre el proceso denominado glotofagia o lingüicidio. De esta manera, revisaremos los riesgos que implica el proceso de pérdida progresiva de las lenguas y nos adentraremos en reflexiones tendientes a considerar el peligro de la disminución de los hablantes de una lengua y las decisiones de políticas, lingüísticas y educativas que intentan homogeneizar las expresiones culturales, apoyadas en prejuicios lingüísticos o el temor a la diversidad.
En cuarto lugar, nos adentraremos en una sección que denominamos “Lenguas, exilio y procesos políticos”, ya que consideramos que estos factores han atentado y pueden continuar afectando la pervivencia de las lenguas. Nos interesa destacar que las decisiones políticas pueden poner en riesgo la comunicación intergeneracional de las lenguas y la riqueza que entraña su variedad, en el marco de las comunidades de habla a las que todos pertenecemos.
Finalmente, intentamos rescatar algunas propuestas tendientes a defender el valor intrínseco de la lengua y a evitar la vulnerabilidad lingüística y sus posibles efectos negativos, de manera que sea posible revitalizar aquellas lenguas que corren el peligro de desaparición progresiva.
2.
Método
El artículo de investigación que presentamos, tiene como objetivo central hacer una revisión documental sobre la relación existente entre la lengua, la cultura y la identidad, así como también, vincular la importancia de la representación identitaria de la lengua materna para preservar su vitalidad y evitar que se tornen vulnerables o que terminen desapareciendo.
Sabemos que existen factores diversos que influyen en la preservación de una lengua como factor identitario. Así también, somos conscientes de las situaciones de vulnerabilidad de lenguas que paulatinamente, corren riesgos de desaparecer, ya sea, por estar sometidas a actitudes de prejuicios lingüísticos, a la implementación de políticas lingüísticas que conducen inevitablemente a su desaparición u ocultamiento, o bien, a la disminución de sus hablantes.
Frente a estas diversas realidades que describiremos, a partir del relevamiento de información de carácter sociolingüístico, presentaremos información sobre algunas medidas tendientes a evitar que el proceso de glotofagia termine con la fuerza expresiva e identitaria de la lengua y a revitalizar la presencia de lenguas en riesgo.
Hemos trabajado en el relevamiento bibliográfico de diferentes publicaciones que nos servirán para recorrer los temas centrales del artículo y observar propuestas factibles de abrir nuevos caminos de investigación.
3.
Resultados
Primera parte. Diversidad lingüística
Ya desde el relato bíblico de la Torre de Babel, la diversidad lingüística ha sido concebida como un castigo divino; quizás esta mirada haya influenciado en el pensamiento occidental, a tal punto que para diversos pueblos, la multiplicidad de lenguas fue percibida como una realidad negativa. Contrariamente, entendemos que la diversidad de lenguas es una riqueza que debe ser protegida por medio de la implementación de políticas favorables hacia el acervo cultural que representan los diferentes idiomas y su visión del mundo.
A lo largo de la historia, han sido numerosos los intentos por instaurar una lengua universal comprendida y comprensible para todos; como ejemplo, podríamos mencionar la creación de idiomas artificiales como el esperanto. La idea de concluir con la diversidad lingüística se enraizó en el concepto de un Estado / una lengua, entendida esta última como el instrumento indispensable para aglutinar a la nación. La implementación de estas políticas deriva necesariamente en la desaparición de lenguas que son utilizadas por un escaso número de hablantes, aquellas que son poco difundidas o que son consideradas limitadas, poco expresivas o incompletas.
Así como en términos biológicos se han difundido medidas que intentan defender la biodiversidad, también han aparecido voces que propugnan por la protección de la diversidad lingüística y cultural, tal como sostienen ‘Utoikamanu (s/f) y UNESCO.
Somos conscientes de que cada lengua sistematiza la realidad de una manera diferente y esta mirada del mundo evidencia una forma particular de percibir la realidad circundante. Atendiendo los postulados de Sapir y Whorf, los hablantes de idiomas diferentes perciben su entorno de forma diversa. Por lo tanto, cada lengua y la visión que ella representa son complementarias de las otras lenguas existentes. Un idioma es el resultado de una larga historia y representa una riqueza inestimable, por lo que no podría considerarse como un obstáculo para el progreso de la comunidad hablante. Vale decir, que eliminar la diversidad lingüística deriva, necesariamente, en la desaparición de saberes esenciales de una comunidad de habla, de una parte de la sociedad.
Si nos adentramos en la realidad lingüística mundial, podemos afirmar que el 4% de la población es hablante del 96% de las lenguas existentes. Algo más del 80% de las lenguas están circunscriptas a un solo país. Solo veinte lenguas son habladas por algunos cientos de miles de hablantes en diferentes países. Cerca de la mitad de la población mundial es hablante de una de las ocho lenguas de mayor difusión: el chino, el inglés, el hindi, el español, el ruso, el árabe, el portugués y el francés. Según investigaciones de carácter demográfico y del Atlas de las Lenguas del Mundo en Peligro de la UNESCO (2003), se prevé que desaparecerán entre el 70 y el 95% de las lenguas que hoy se hablan a lo largo del siglo actual, así como también, se calcula que alrededor de diez idiomas se pierden cada año.
De acuerdo con los criterios que nos permiten evaluar la vitalidad lingüística (UNESCO, 2003), diremos que una lengua logrará sobrevivir si cuenta con más de 100.000 hablantes. Actualmente, se registran en el mundo, alrededor de 6.500 lenguas y más del 50% corre el riesgo de desaparecer en pocas generaciones, ya que la mitad de ellas cuenta con 10.000 hablantes y la cuarta parte, con menos de 1.000. Estas lenguas, identificadas como minoritarias, se encuentran en una situación desigual en la sociedad. Para sobrevivir, necesitan entrar en procesos de revitalización y ser empleadas en todos los contextos comunicativos, incluyendo el familiar y el educativo, de manera que no se pierdan con ellas, sus conocimientos ancestrales únicos.
2. Cfr. https://es.unesco.org/indigenous-peoples/culture
Como hemos expresado, la realidad lingüística mundial es plurilingüe; prácticamente no encontramos países monolingües. Y reconocer esta realidad multilingüe y diversa supone identificar un status diferente para cada una de las lenguas que conviven en una sociedad. Esta realidad multilingüe y multicultural convive con condiciones también desiguales para la pervivencia de las lenguas que no cuentan con un estado de oficialidad y que perviven como minoritarias. Intentaremos revisar el peligro que corren estas lenguas y sus hablantes. No dudamos en reafirmar que
Vivimos en diversidad. Esa es una verdad inobjetable. Hay quienes la ignoran o desconocen. Hay quienes la combaten. Hay quienes anhelan volver a los tiempos prebabélicos. Pero hay quienes aceptan y viven felizmente la diversidad. Y procuran defenderla y difundirla como una parte esencial de la condición humana. (Haboud, 2019, p.12)
Segunda parte. Identidad lingüística
Para adentrarnos en la importancia que tiene una lengua para una comunidad, entendemos que es fundamental plantear el concepto de identidad lingüística, que fuera introducido dentro de las Ciencias Sociales en la década de 1950. La psicología social la define como la concepción que los individuos tienen sobre sí mismos y que deriva del conocimiento de su participación como miembros de un grupo (Tajfel, 1981).
Entendemos como identidad a la representación que una comunidad elabora acerca de quién es y de la cultura a la cual pertenece (Hymes; 1972; Livia y Hall, 1997; Derridá, 1997; Hall, 2001; Duranti, 2003). Este sentido de pertenencia llega a adquirirse a lo largo de un proceso de aprendizaje social que denominamos socialización lingüística. Si bien se trata de un concepto singular, la identidad puede manifestarse de maneras variadas, de acuerdo con el contexto en el que cada persona desarrolla su vida, tanto individual como grupal, como parte de una clase social, una comunidad religiosa, étnica o nacional. Quienes se reconocen como parte de un grupo con el que comparten las mismas pautas culturales perciben dichos rasgos como propios, puesto que los consideran naturales y permiten tomar conciencia de las diferencias entre los distintos grupos sociales. Tenemos en cuenta que una historia en común, la lengua con la que se comunican, la cosmovisión que vivencian, la identidad religiosa que profesan, las tradiciones y las costumbres que perviven en el tiempo constituyen las expresiones culturales que permiten identificar a una comunidad y son estos, los factores que definen su identidad. Aquellos individuos que forman parte de una comunidad lingüística se auto identifican como miembros de un grupo con pautas culturales en común.
La lengua empleada por una comunidad es un factor esencial en la conformación de una sociedad, ya que influye en la forma de reconocerse, sigue de cerca el curso de su historia y es el factor expreso de su identidad. Por lo expresado anteriormente, consideramos que al comunicarnos y emplear una lengua, efectuamos un acto de identidad e intentamos adaptar la propia actuación lingüística a la del grupo que consideramos como referencia. Por ese motivo, podemos sostener que una lengua es el resultado de actos de identidad social y, a la vez, una fuente de esas identidades.
Atendiendo a estas afirmaciones, diremos, entonces, que el lenguaje constituye una forma privilegiada de comunicación, ya que facilita el intercambio y la interacción social. Con el lenguaje como medio, un individuo es capaz de apropiarse de las imágenes que lo rodean y que comparte con sus pares, así como los saberes convalidados y acopiados social e históricamente (Halliday, 1982). Justamente, este autor entiende que la lengua desarrolla un rol fundamental al afirmar que
es el canal principal por el que se le transmiten los modelos de vida, por el que aprende a actuar como miembro de una “sociedad” –dentro y a través de los diversos grupos sociales […] y a adoptar su “cultura”, sus modos de pensar y de actuar, sus creencias y sus valores (Halliday, 1982, p. 18).
La lengua conforma el medio para relatar la propia historia, expresar los afectos y reafirmar la propia identidad. Por ello, consideramos que se le asigna al lenguaje un valor instrumental, a la vez que una importancia central en los procesos comunicativos y en el desarrollo del pensamiento. Los miembros de una sociedad intercambian su comunicación por medio de una lengua común, incluso por medio de más de una, aunque el grado de dominio léxico o estructural de cada idioma no sea exactamente el mismo. La adquisición una lengua es un proceso que permite, a los usuarios, acceder a un sistema, cuyos fundamentos y principios se pondrán en juego en la medida en que el hablante desarrolle su competencia comunicativa. Los etnógrafos de la comunicación, Hymes (1972) y Gumperz (1964) propusieron este concepto en la década de 1970 y explicaron que este tipo de competencia está constituida por el conjunto de lo que un hablante-oyente real, que se desenvuelve dentro de determinados roles sociales y es parte de una comunidad lingüística, debe conocer para sostener cualquier comunicación de forma efectiva. Las normas que son parte de esta competencia se adquieren a medida que se desarrolla el proceso de socialización y, por esa razón, se considera condicionada socio-culturalmente.
A partir de estos conceptos, intentamos reflexionar en torno de las implicancias vinculadas con las situaciones en las que una lengua puede verse amenazada al punto de correr el peligro de convertirse en una lengua minorizada o llegar a desaparecer. En especial, nos interesa revisar algunos procesos políticos que han influido en el ocultamiento, la desaparición o la imposición de una lengua sobre otra. Estas circunstancias han influenciado en las formas de representación de la identidad, lo que ha provocado en los hablantes, reacciones diversas que, indudablemente, tuvieron consecuencias en las lenguas que hablaban.
El reconocimiento de las variedades lingüísticas es el reflejo de la identidad individual y social, la expresión de una cultura de pertenencia, la existencia de una tradición generacional, aspectos todos que unen a quienes comparten pautas identitarias y que diferencian a quienes no lo hacen. La noción de diversidad lingüística puede evidenciar la multiculturalidad, así como también, la desigualdad en sociedades heterogéneas.
Tanto la representación como la valoración positiva de las diferentes identidades culturales y lingüísticas suponen repensar el carácter plural de las sociedades plurilingües de cada país. Estas cuestiones tienen un sentido tanto político, como educativo y cultural. Tengamos en cuenta que el lenguaje es materia y contenido lingüístico, así como también materia y contenido social, cultural, psicológico, afectivo e ideológico.
Tercera parte. Glotofagia o lingüicidio
Como hemos mencionado previamente, la diversidad lingüística ha sido evitada y el plurilingüismo, combatido, lo que acarreó resultados que intentaremos analizar en los apartados sucesivos. Para ello, nos interesa proponer dos términos próximos y vinculados con la desaparición de una lengua; son ellos, el de glotofagia, o lingüicidio, los que, tal como explica Requejo (2004), designan el proceso político y social por medio del cual una lengua identificatoria de una cultura desaparece de forma parcial o total. En estos casos, el idioma silenciado se convierte en víctima de la influencia coercitiva de otra cultura que, en casos de contacto, se termina imponiendo. La desaparición de dicha lengua evidenciará, como resultado, la pérdida progresiva de la cultura que identifica. En ningún caso, podemos dar por válida la evaluación como inferior o superior de un sistema lingüístico con respecto a otro; sin embargo, es factible observar condiciones sociales, políticas o económicas que favorecen que una cultura y su lengua se impongan sobre otra.
Cuando nos centramos en los casos de glotofagia o de lingüicidio, debemos considerar la existencia de un contexto socio-político condicionado por la hegemonía de intereses que exceden lo lingüístico y que afectan la supervivencia, tanto de algunos pueblos como de sus lenguas y, por lo tanto, de sus pautas culturales y de su memoria. En el proceso progresivo de glotofagia, siguiendo a Sasse (1992), reconocemos los siguientes componentes:
- Componente económico: la situación económica desfavorable provoca que la población migre en búsqueda de mejores oportunidades. La migración conduce al contacto de lenguas y de culturas y la necesidad de integración, a la pérdida progresiva de la lengua de origen.
- Componente educativo: en procesos de migración, la comunidad migrante comienza a perder su lengua de origen cuando los niños son escolarizados; la escuela alfabetiza en la lengua oficial y la lengua familiar va perdiéndose de forma paulatina en la medida en que las nuevas generaciones la aprenden de oídas y dejan de ser competentes en dicho código, en todos los ámbitos de uso.
- Componente ideológico: la existencia de prejuicios lingüísticos y culturales generan la desaparición de las lenguas juzgadas como inferiores. La decisión colonizadora se confunde con la civilizatoria y termina imponiendo pautas culturales y lingüísticas dominantes.
Existen diferentes condiciones que afectan el panorama cultural y lingüístico. Estas son:
- La valoración de una lengua como prestigiosa, dada su funcionalidad y su difusión por sobre la valoración desprestigiada de idiomas que se encuentran en situaciones no dominantes. Estas lenguas sufren una fuerte desvalorización, que influye en sus hablantes, quienes deciden ocultarlas y comienzan un camino que, en la mayoría de los casos, las conduce a una desaparición segura. Una lengua como el inglés ha ido avanzando y ganando dominios de uso, lo que la ha convertido en la lengua dominante, en aquella que puede cubrir las necesidades comunicativas, técnicas y comerciales, a la vez que trasciende las fronteras.
- La dificultad en la transmisión intergeneracional de las lenguas que ocupan un espacio no hegemónico en una comunidad de habla.
- La tensión existente entre el empleo de una lengua o variedad lingüística prestigiada o difundida en los medios de comunicación o en la elaboración de textos académicos y la exclusión de las lenguas o variedades de escaso prestigio.
- Las situaciones políticas que han implementado medidas tendientes a unificar, uniformar lingüísticamente una comunidad en detrimento de la realidad plurilingüe y que tienden a imponer una hegemonía cultural.
Agreguemos, además, que el plurilingüismo es la expresión misma del multiculturalismo. La imposición un idioma a poblaciones cuya cultura no se identifica con él equivale a silenciar su cultura, además de su lengua. Si nos remontamos al proceso de la conquista europea en el territorio americano, podemos destacar que además del dominio territorial y poblacional, se incrementó vertiginosamente la disminución de la diversidad lingüística y cultural, lo que provocó la desaparición de un 15% de las lenguas habladas del territorio colonial. Tal como sostiene Skutnabb-Kangas (1988), el imperialismo lingüístico está vinculado con otros tipos de imperialismocon los que se refuerzan mutuamente, tales como el dominio económico y político. El lenguaje está relacionado con el establecimiento de relaciones jerárquicas, que involucran modelos de estigmatización de las lenguas dominadas.
Desde hace 300 años, en Europa se perdieron diez lenguas y en Australia, 230 idiomas fueron desapareciendo. La adopción de las lenguas nacionales también fue decisiva para imponer una lengua considerada como prestigiosa y marginar aquellas que se encontraban en estado minoritario. Las políticas gubernamentales tendientes a imponer una lengua oficial implementada por medio de la educación formal, los medios de comunicación y la administración terminan por conducir a las lenguas habladas por grupos minoritarios, a un estado de minorización y, consecuentemente, de potencial desaparición.
Torres Castillo (2020) se refiere al término glotofobia y lo asocia con la exclusión o la discriminación hacia las personas a partir de la consideración incorrecta o inferior de ciertas formas lingüísticas, y sostiene que el colonialismo se ha combinado con la pervivencia de una ideología tendiente al monolingüismo y ha provocado el surgimiento de diversas situaciones de vulnerabilidad lingüística, tanto entre individuos como entre grupos sociales.
En relación con la realidad de los países latinoamericanos, sabemos que la mayoría de ellos tiene una población indígena, que comprende entre el 3 y el 10% del total de su población, lo que equivale a alrededor de 30 y 40 millones de habitantes. En este contexto, podemos afirmar que existen aproximadamente, 420 idiomas distintos, de los cuales 103 (24,5%) son lenguas transfronterizas utilizadas en dos o más países, como es el caso de la lengua awapi hablada en Colombia y Ecuador, o el quechua (kechwa, quichua, kichwa) hablado en siete países de América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Somos conscientes de que las lenguas indígenas se encuentran en un grave peligro de desaparición. Según Moreno Fernández (2006), del total de la población indígena americana en países hispanohablantes, el 15% es monolingüe en su lengua, el 35% es monolingüe en castellano y el 50% es bilingüe, datos que evidencian un bilingüismo substractivo atendiendo a la situación de minorización de las lenguas en cuestión.
Otros procesos que atentaron contra la diversidad lingüística se vinculan con la vigencia de la idea de progreso científico e industrialización, que entendió el monolingüismo como la situación ideal para la comunicación y la difusión del saber. Esta concepción consideró el bilingüismo como un impedimento para lograr la homogeneización lingüística y se propusieron políticas educativas que borraran las variedades lingüísticas.
10. Las lenguas transfronterizas o lenguas de frontera son aquellas habladas en zonas ubicadas en límites entre dos o más países en una situación de convivencia e intercambio lingüístico y cultural, en el que se produce una mutua influencia; por ejemplo el caso de la triple frontera argentina, paraguaya y brasileña, zona donde conviven el guaraní, el español y el portugués.
Existen factores extralingüísticos que influyen en la vitalidad y la supervivencia de las lenguas; son ellos, la internacionalización de los mercados financieros, el crecimiento exponencial de los medios de comunicación, las redes sociales, los sitios de internet, espacios todos donde el predominio de las lenguas mayoritarias ha alcanzado una extensa difusión que contribuyó a aumentar la amenaza ya existente sobre las lenguas minoritarias. Nos animamos a afirmar que si una lengua no tiene presencia en la web comienza a quedar al margen y tiene muchas posibilidades de desaparecer. En espacios de difusión como los descritos, el inglés ocupa un espacio predominante, lo que no implica que se sustraiga de un proceso de cambio, ya que, a medida que una lengua logra una difusión considerable, mayor es la tendencia a la diversificación, tal como ha sucedido con el latín. Olko y Sallabank (2018) sostienen que las causas de la vulnerabilidad lingüística obedecen a factores diversos, tales como las consecuencias históricas del colonialismo, el genocidio, la esclavitud, así como también, la discriminación, el racismo, la dominación política y las desventajas económicas.
Será importante considerar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos integró los derechos lingüísticos en 1996 y con esta decisión se logró concientizar acerca de la importancia de proteger ese patrimonio, por medio de medidas tendientes a evitar la extinción de las lenguas, atenuar su proceso de desaparición y revalorar el plurilingüismo. De hecho, existen proyectos para promover el trilingüismo en sociedades tales como la de Luxemburgo, cuyos habitantes son hablantes de luxemburgués, francés y alemán, tal como podemos ampliar en Gómez Fernández (2015). En esta difusión de las ventajas del trilingüismo se propicia el aprendizaje y el dominio de la lengua materna, una lengua de vecindad y, finalmente, una lengua internacional. Incorporar una lengua con un menor número de hablantes en programas educativos constituye una medida de salvamento que favorece la reintegración de dicha lengua al circuito de la vitalidad. Por ello, entendemos que el éxito de una política lingüística tendiente a salvaguardar el patrimonio inmaterial de la humanidad representado por las lenguas requiere de un marco legal.
Lograr salvar una lengua de su desaparición está fuertemente condicionado por la voluntad de sus hablantes, dado que el factor fundamental radica en el valor que ellos le atribuyen. Tal como sostienen Olko y Sallabank (2018), la revitalización cultural y lingüística es llevada adelante por grupos o personas específicos de una comunidad, motivados por ideologías lingüísticas que pueden resultar conflictivas, debido a que algunos planes pueden enfrentarse a actitudes de rechazo indiferencia o escepticismo así como también, de entusiasmo (p.68).
Un idioma no desaparece únicamente porque otro se impone, sino porque sus hablantes deciden dejar de transmitirlo a sus hijos o terminan abandonándolo. Guzmán y Pinto Rodríguez (2018) consideran que es fundamental que se fortalezca la transmisión intergeneracional de las lenguas originarias para evitar que se produzca el desplazamiento lingüístico y cultural que afecta a muchas de las sociedades indígenas, debido a que, en ocasiones, los padres se niegan a hablar la lengua de la comunidad con los hijos para evitar ser marginados o discriminados, dada su condición de hablantes de una lengua no oficial o por su origen étnico.
Cada comunidad de habla resuelve sus necesidades comunicativas a medida que sus lenguas evolucionan o se adaptan. Así como algunos idiomas desaparecen, otros emergen. Un ejemplo interesante puede plantearse a partir de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la antigua Yugoslavia, ya que se conformaron nuevas naciones y con ellas, se han desarrollado lenguas como el bosnio, el serbio, el croata, originalmente consideradas una sola lengua, el serbocroata. Estos idiomas están en evolución y en proceso de afianzarse, a la vez que contribuyen a reafirmar la identidad de la comunidad de pertenencia. Se estima que un proceso similar se lleva adelante a partir de la división de Checoslovaquia en Chequia y Eslovaquia, que convertirá al checo y al eslovaco en lenguas distantes.
Las políticas educativas y lingüísticas que atentan contra la diversidad, tienen una consecuencia que es difícilmente reversible, la pérdida de lenguas, lo que conlleva a la desaparición de diferentes formas de vivir, de entender el mundo, de conceptualizar la realidad. Esta progresiva desaparición se corresponde con un proceso creciente de glotofagia, cuyo resultado es la destrucción de las expresiones culturales que datan de varias generaciones anteriores. A medida que desaparecen las lenguas, la memoria histórica de los pueblos también muere.
Entendemos que existe una relación entre la implementación de políticas lingüísticas que favorecen las lenguas oficiales, ligadas al concepto de prestigio, de aceptación y de valoración, que provocan el debilitamiento de la transmisión intergeneracional de la cultura y de la preservación de un idioma. El olvido y el silencio son impuestos frente a lo que se considera carente de valor o de poder. Para que un pueblo recuerde y valore su propia identidad lingüística y cultural, el poder de una nación debe legitimarlo, reconocerlo, garantizar su respeto y la comunicación de su historia y su tradición.
La muerte de las lenguas o lingüicidio está vinculada con situaciones de marginalidad por parte de las comunidades hablantes. Las lenguas que tienden a desaparecer son aquellas habladas por pueblos dominados y empobrecidos. Es notoria la progresiva desaparición de lenguas minoritarias habladas por pueblos que viven en situaciones social y económicamente desventajosas, y que han sido desvalorizadas. La decisión de no comunicarlas a los niños provoca una creciente disminución de la comunidad hablante y su consecuente pérdida. La minorización de una lengua es un proceso relacionado con la situación de desigualdad social vivida por sus hablantes, como resultado de decisiones políticas.
Por otro lado, y como contrapartida, distintos pueblos y comunidades pueden responder a las situaciones de desprestigio con reacciones opuestas a los discursos discriminatorios y convertir el olvido y el silencio en acciones de recuperación de la lengua y la cultura. Los procesos tendientes a recuperar la memoria de una comunidad están cimentados en la memoria lingüística y en acciones que favorecen la recuperación del pasado, tanto individual como colectivamente.
En las comunidades indígenas, en el contexto latinoamericano, diversos grupos intentan reivindicar el derecho sobre los territorios originarios, los derechos históricamente vulnerados, las lenguas silenciadas, las culturas y las identidades negadas u ocultadas. En las comunidades wichís, mocovíes, mapuches, qom, entre otras, la necesidad de legitimar la cultura colectiva, contar con una educación que valore la tradición, incorporar la lengua familiar como lengua de escolarización y definir qué historia contar ha devenido en un plan de educación intercultural y bilingüe. Tal como sostiene Requejo (2004),
en distintos pueblos y comunidades, no solo indígenas, por cierto, numerosos grupos, asociaciones o instituciones pueden valorar lo suyo, en abierta oposición a los discursos discriminatorios socialmente aceptados y pueden transformar el aparente olvido en posibilidad de recuperación valorizada no solo del pasado remoto sino aún del más reciente (p. 130).
En la Argentina, muchas de las lenguas habladas por comunidades indígenas corren el riesgo de desaparecer, excepto que se logren implementar políticas sociales, educativas y lingüísticas que eviten ese atropello. Las lenguas habladas por las comunidades indígenas suelen ser ágrafas y atraviesan un proceso de debilitamiento y de desvalorización por parte de sus hablantes, quienes son alfabetizados en la lengua oficial y van reduciendo el uso de la lengua no oficial a ámbitos estrictamente familiares o íntimos e incluso, llegan a negarla u ocultarla. En el transcurso de dos o tres generaciones, se convertirá en una lengua minorizada para acabar siendo una lengua de herencia o terminar desapareciendo (Unamuno, 2020). Además de la implementación de la Educación Intercultural Bilingüe, es necesario concientizar a los hablantes de las lenguas en estado de minorización, de la importancia de su lengua materna y de la cosmovisión cultural ligada a la identidad de cada pueblo.
En Estados Unidos y en Canadá, también existe el riesgo de que alrededor de 200 lenguas amerindias se pierdan, porque se encuentran en estado de vulnerabilidad. En América Latina, existen aproximadamente 500 lenguas en peligro. Con la desaparición de una lengua, una parte importante de la humanidad también muere; se pierde una historia, una cultura, los saberes de una comunidad se acaban para siempre.
Las políticas lingüísticas que han tendido a centralizar el uso de las lenguas oficiales y mayoritarias tienen relación directa con el destino de las lenguas en estado minoritario, pero quienes sufren realmente sus consecuencias no son las lenguas en sí mismas, sino sus hablantes, quienes ven vulnerados sus derechos a ser escolarizados en la lengua materna y a emplearla en todas las situaciones de la vida cotidiana, así como a que sus pautas culturales sean respetadas y valoradas. Estas situaciones de exclusión terminan siendo naturalizadas y estas comunidades resultan afectadas en un problema de identidad cultural o lingüística.
Casos similares podemos encontrar en comunidades de habla que sufren las consecuencias de juicios de valores negativos acerca de sus lenguas, por parte de las instituciones oficiales. Sus lenguajes llegan a ser considerados imperfectos, aun sin serlo. De esta manera, el proceso de socialización lingüística se desarrolla en la lengua familiar minoritaria, la escolarización y, por lo tanto, la alfabetización será impartidas en la lengua oficial. Este proceso deviene en un alto índice de fracaso escolar y, en términos personales, en una experiencia de desconocimiento y de prejuicio que se asocia con una percepción desvalorizadora de la cultura de origen. Cuando estos hablantes son consultados, suelen afirmar que sus lenguas maternas son incompletas, que no les permiten representar el mundo que los rodea, en contraposición con la lengua oficial y de alfabetización escolar. Calvet (2005) sostiene que en estos casos se ultrajan los principios democráticos.
Nuestro derecho a reconocer y a conservar nuestra lengua materna es inalienable, en su carácter individual y colectivo. Cuando un niño aprende la lengua materna otorga continuidad a la lengua familiar y de sus antepasados. Este proceso garantiza la vitalidad y la renovación de una lengua, a la vez que da continuidad a nuestro patrimonio lingüístico y cultural. Si un pueblo pierde su idioma o lo conservan solo los ancianos; si menos de tres niños por cada cien hablantes lo hablan o si no les es permitido utilizarlo, su legitimidad y su continuidad se pierden y su desaparición es inevitable. Para estas comunidades, la transmisión intergeneracional de la memoria no resulta significativa, porque pierde relevancia recordar y guardar la memoria de una cultura sin prestigio, de una lengua erróneamente designada como dialecto.
Cuarta parte. Lenguas, exilio y procesos políticos
El olvido puede convertirse en una estrategia para evitar el sufrimiento. En algunas ocasiones, es resultado de una imposición externa, que bien podría considerarse como la ausencia coercitiva de recuerdo. Es posible que una vez concluida la imposición de la prohibición, un pueblo o un individuo logre recuperar y expresar la memoria del pasado. Estas afirmaciones intentan adentrarnos en otro proceso, que ha afectado la expresión identitaria de aquellos que se han visto forzados a esconder sus lenguas regionales o familiares, por la imposición de políticas totalitarias en el marco de procesos dictatoriales o por la necesidad de emigrar de sus lugares de origen.
Esos hablantes se han constituido en portavoces de una identidad lingüística que ha logrado sobrevivir y recuperar la palabra silenciada. Proclamar su derecho al empleo de la lengua se convierte en una reivindicación de los derechos no únicamente lingüísticos (Hamel, 1995). Esta estrategia de resistencia ha logrado enfrentarse a procesos de glotofagia o de desmemoria (Del Prato, 2009; Flores Farfán, 2018; Moncada Acosta, 2020).
Intentaremos plantear una situación particular, la que llamaremos de represión lingüística, vale decir, el conjunto de medidas que se ejercen en detrimento de los hablantes de una o varias lenguas dentro de un territorio. El objetivo de estas acciones suele estar marcado por la imposición de una lengua diferente. En términos generales, podemos reconocer que se toman medidas impuestas en contra de la comunidad hablante prohibiendo o limitando su uso, a la vez que se favorece o protege otra lengua que resulta dominante.
Al observar este proceso, identificamos tres maneras de imposición: por la fuerza, por medio de una negociación y por medio de la persuasión. Entre los casos que consideraremos, se encuentran las medidas implementadas durante el gobierno franquista, a favor del castellano, lengua que debía ser empleada en todo el territorio español, en todos los ámbitos de uso, tanto en los contextos oficiales como en los familiares o cotidianos, a la vez que se prohibía el uso de las lenguas regionales, las que, progresivamente irían desapareciendo. Esta imposición trajo una consecuencia: la persecución contra quienes emplearan las lenguas regionales, como el gallego, el catalán, el euskera, entre otros.
Entre 1881 y 1914, la República Argentina recibió más de cuatro millones de extranjeros, entre ellos, dos millones de italianos y alrededor de un millón y medio de españoles. Aunque, siguiendo un ritmo menor, la emigración española no cesó durante las décadas siguientes (Devoto, 2006).Muchos españoles que han emigrado a América tras la Guerra Civil, han testimoniado haber sufrido situaciones de persecución al hablar una lengua diferente del castellano. No faltaron clérigos que se hicieron eco de la difusión del español en sus homilías. Las políticas educativas estaban al servicio de la imposición de la lengua oficial. Las otras lenguas peninsulares eran consideradas dialectos y debían ser negados. Para la política franquista, debía castigarse toda expresión que se apartara del pensamiento ortodoxo impuesto por Franco, quien aspiraba a la uniformidad de la patria, entendiendo que el español representaba dicha unidad y homogeneidad.
De esta manera, las lenguas regionales quedaron relegadas para la intimidad familiar. La prohibición del uso público de una lengua o de su enseñanza se sostuvo, además, en la prohibición del uso de nombres o apellidos en dichas lenguas, medida que condujo a la consecuente castellanización. En algunos casos y, tras finalizar el período franquista, muchos nombres fueron reescritos en sus lenguas de origen. A pesar de que las medidas represivas tendieron a borrar las lenguas regionales, estas lograron sobrevivir y, en muchos casos, la decisión de sus hablantes y la implementación de medidas acordes, lograron revitalizarlos.
Estas decisiones constituyen una práctica ligada al concepto de glotofagia, que hemos enunciado previamente. Muchos ciudadanos han sufrido una verdadera persecución lingüística, autores y académicos se vieron cercenados en su posibilidad de expresión. El objetivo era olvidar las lenguas regionales. La imposición del castellano, como la lengua de la nación, estuvo acompañada de la creación de estereotipos que estigmatizaron al hablante andaluz como una persona de baja formación. Desde el inicio de la Guerra Civil, en 1936, el catalán, el euskera, el gallego y el valenciano fueron considerados lenguas delictivas. La difusión del español estuvo acompañada por cartelería que proclamaba: “Hablad español”, “Hablad el idioma del Imperio”, a la vez que se prohibían todas las manifestaciones públicas escritas u orales, en los idiomas regionales.
15. Según la Real Academia Española, una lengua es un sistema de comunicación verbal que identifica a una comunidad humana que cuenta con escritura, mientras que un dialecto es una variedad de una lengua que no alcanza la categoría social de lengua. Teniendo en cuenta estas afirmaciones, se ha considerado el dialecto como un estilo de habla inferior, sin reconocimiento oficial. Los estudios sociolingüísticos tienden a considerar que el término dialecto es superado por la consideración de las variedades del lenguaje.
Muchos de los inmigrantes que han llegado a América nos refieren estas historias de segregación, prohibición y persecución frente a la expresión de una identidad (Nallim, 2019; Pérez-Fuentes Hernández, 2009). Existen quienes encontraron en el Nuevo Continente el espacio para expresarse libremente, así como aquellos que entendieron que la necesidad de integración a la sociedad de acogida suponía neutralizar las marcas identitarias, asegurarse de que sus hijos no reprodujeran su acento, su lengua y constituyeran la ligazón con la comunidad que los integraba. El recuerdo, la memoria del origen no se ha borrado, ha quedado latente. Esa lengua, esa cultura lograron aflorar y pervivir. El espíritu de resistencia alcanzó nuevas expresiones de identidad lingüística. Frente al problema de la discriminación, y como contrapartida, algunos grupos de clase social baja intensificaron la expresión particular de su sociolecto, como una manera de resistir la hostilidad generada por la sociedad (Halliday, 1982). Hudson (1980) sostiene que el uso de elementos lingüísticos tales como el vocabulario o la pronunciación refleja el grupo social con el que el hablante se identifica y afirma que emplean el lenguaje con el objetivo de situarse en un espacio social multi-dimensional y como una forma de comunicar información acerca de sí mismos.
El proceso de globalización en el que estamos insertos nos ha puesto en contacto con comunidades, culturas y lenguas de manera tal, que los límites han desaparecido. Las condiciones de vida desfavorables han reactualizado la necesidad de migrar en búsqueda de mejores condiciones de vida. Las migraciones masivas han permitido poner en evidencia que, junto a la globalización económica, la globalización social y, por tanto, cultural tiene un fuerte impacto en los sujetos. La partida de la población encierra consecuencias, tanto para el país que se deja, como para el de acogida. Tengamos en cuenta la idea sostenida por Moreno Fernández (2013)
la integración sociolingüística forma parte de la social y supone un proceso de adaptación, en el que influyen múltiples factores, como el repertorio lingüístico de migrantes y comunidades de acogida (homoglósicas y heteroglósicas), las consecuencias sociales y lingüísticas del contacto de lenguas y el modo en que se organiza la convivencia social según el uso de las lenguas. (p. 73)
La inmigración debe ser entendida como un fenómeno social. Autores como Sami Naïr y Javier de Lucas (1999) la consideran como una forma de descontextualizar a las personas de su hábitat habitual. Entre sus consecuencias, mencionan la desintegración de la identidad social y cultural y la pérdida gradual del sentido de la identidad nacional. Estos autores sostienen que toda identidad se construye o se debilita por medio de procesos en los que la interacción simbólica y la memoria colectiva son determinantes para que los individuos se perciban y sean aceptados como parte de un colectivo (Sandoval, 1993, p. 10).
La necesidad de emigrar a partir de las circunstancias políticas de sus países de origen, provoca un sentimiento de desamparo que, más allá de la falta de trabajo o de recursos materiales, provoca una carencia emocional en el migrante. Requejo (2004) afirma que
los procesos de desarraigo impuesto han sido frecuentemente el inicio de desarraigos culturales, incluso más, de dolorosos procesos de desmemoria de lo propio. En otras ocasiones, han sido inicio de duras luchas de resistencia cultural, e incluso de una toma de conciencia activa acerca de la importancia de la propia cultura, identidad y lenguaje. (p. 132)
El migrante sufre un corte radical en su vida, que costará mucho superar. El exilio estará acompañado por un problema trascendente, relacionado con la identidad nacional, social y cultural. El exiliado se ve despojado de su identidad, de su cultura, en muchos casos, de su lengua. Tal como considera Wittig (2008) la visión predominante socio y etnolingüística apunta a un debilitamiento de la lealtad lingüística, que es manifiesta en cierto desinterés, desuso y abandono paulatino de las prácticas comunicativas comunitarias, por parte de los hablantes, a la vez que los grupos sociales migrantes experimentan un proceso sostenido de asimilación cultural, dentro de la sociedad urbana de acogida. En una situación de exilio, será necesario reconstruir lazos y vínculos, lograr un enriquecimiento a partir de la integración con la sociedad receptora. Entendemos con Moreno Fernández (2013) que a pesar de la igualdad y legitimidad de que todas las lenguas gozan con respecto a las demás, no es menos cierto que en la vida cotidiana abundan las desigualdades y que estas se acentúan en las grandes ciudades. Hay minorías de inmigrantes que son el blanco de la intolerancia y la marginación social, simplemente porque usan su lengua en contextos particulares. En tales situaciones, la ley debe intervenir y asignar espacios multilingües, con el fin de determinar el momento en que la infracción de un derecho lingüístico se convierte en violación de un derecho humano. A este respecto, la lingüística de la migración puede desempeñar un papel clave si se encarga, por ejemplo, de dibujar la cartografía de los espacios multilingües. (p. 82)
Quienes constituyen el lazo integrador más fuerte son los hijos nacidos en el país de acogida. Estos niños han aprendido la lengua local, en muchos casos, la hablan mejor que sus padres. Suelen ser el vínculo, el intérprete entre la comunidad y sus mayores. A su vez, en muchas ocasiones, se convierten en hablantes bilingües o en hablantes de herencia de la lengua de su familia. Así la lengua que identifica el origen familiar pasa a ser una manifestación de una lengua de exilio, que queda en muchos casos, cristalizada en la forma y en el tiempo de quienes la han portado consigo más allá de sus territorios.
Uno de los elementos relevantes vinculados con la continuidad de las lenguas que se encuentran en situación minoritaria es la existencia de organizaciones comunales que conformarán una unidad social. Según Coronado Suzán (1995), el desarrollo de sistemas socio-comunicativos bilingües ha favorecido la adquisición y uso de la segunda lengua en convivencia con la imposición de una lengua hegemónica, lo que constituye una verdadera acción de resistencia lingüística.
Olko y Sallabank (2018) afirman que la educación, ya sea formal o informal, puede ser una herramienta que favorezca la revitalización de las lenguas, lo que contribuye a lograr un mayor número de hablantes de las lenguas en peligro. En este sentido, sostienen que la educación no formal puede ser la raíz de las actitudes positivas frente a las lenguas, de manera que motiven a los hablantes a emplearla y a favorecer una identidad lingüística en común. Entendemos que
desarrollar procesos revitalizadores requiere obligadamente, contar con una documentación idónea que nos provea de datos lingüísticos cuidadosamente recogidos y contextualizados socio-históricamente; de ahí́, la importancia de desplegar esfuerzos por registrar detalladamente y con el mismo empeño, tanto situaciones de comunidades cuya lengua ancestral está todavía en uso, aunque vulnerada, como situaciones extremas en las que la lengua sobrevive con un solo hablante; y es que con cada lengua que muere se pierden conocimientos, por lo general, irrecuperables. (Haboud et al. 2020. pp.9-10)
El objetivo central es la creación de espacios familiares de exposición a la lengua comunitaria, en ocasiones, con la colaboración de los docentes jóvenes hablantes de herencia. En estos contextos, el factor determinante es la participación comunitaria. En la puesta en práctica de los nidos de lengua será importante ampliar los dominios de uso de la lengua en peligro y emplear estrategias tendientes a su conservación.
Guzmán y Pinto Rodríguez (2018) y Zahir (2018) proponen una estrategia positiva para impulsar el uso de las lenguas en peligro, los nidos de lengua, creados en comunidades con alta vulnerabilidad lingüística y consistentes en espacios y condiciones para que las generaciones más jóvenes sean expuestas a la lengua de sus padres. Por lo tanto, “un nido de lengua es un esfuerzo educativo de inmersión total en la lengua originaria con niños de uno a seis años de edad, especialmente en comunidades cuya lengua originaria ya no es la lengua materna” (Zahir, 2018. p.58).
Tal como señala Torres Castillo (2020), la vulnerabilidad se ha convertido en un tema central dentro de los estudios de las ciencias humanas y que se centran en la situación de fragilidad. En ese sentido, la vulnerabilidad lingüística, para esta autora, constituye un campo propicio para los estudios sociolingüísticos, que abarcan la lengua materna, la lengua extranjera o segunda en hablantes bilingües, los estereotipos de los hablantes nativos y no nativos de una lengua, el aprendizaje de lenguas extranjeras, entre otros puntos de interés.
La sociolingüística nos ofrece criterios de análisis cuantitativo y cualitativo, así como la sociología del lenguaje nos permite conocer los procesos de elección, alternancia, mantenimiento y abandono de lenguas, en relación con su función social, en contextos de inmigración, tal como afirman Moreno Fernández (2009) y otros autores. Estas disciplinas conducen nuestro análisis para observar el lugar que las lenguas ocupan en los espacios educativos, así como también, qué imagen social está asociada a cada una de ellas. Desde estas perspectivas teóricas, tenemos la oportunidad de observar la importancia implícita y explícita que se esconde en el concepto de identidad lingüística. Tal vez sea esta, la oportunidad de comenzar a revalorizar nuestras lenguas maternas y preservar la identidad que ellas expresan.
4.
Conclusiones
Hemos revisado una serie de conceptos como identidad, diversidad lingüística y glotofagia, entre otros, que nos permitieron vincular el valor central de la lengua y su relación con la cultura. A su vez, pudimos establecer de qué forma una lengua puede experimentar situaciones de minorización que conduzcan a su posterior muerte. Hemos revisado procesos políticos que influyeron en la presencia y la supervivencia de las lenguas en el marco social. Por otra parte, presentamos algunas de las medidas tomadas para evitar su muerte o para revitalizar la presencia viva de una lengua en la sociedad.
Entendemos que es importante reflexionar sobre la importancia de una lengua para una comunidad de habla y difundir las medidas que favorezcan la pervivencia de las lenguas. Este reporte bibliográfico aspira a abrir nuevos caminos de investigación y a proponer medidas alternativas para revitalizar las lenguas en riesgo.
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VARIEDADES DIATÓPICAS DEL ESPAÑOL: NEOLOGÍAS
Y CAMBIOS MORFOSINTÁCTICOS EN LA LITERATURA ECUATOGUINEANA.
Diatopical varieties of spanish: neologies and morphosyntactic
changes in Equatoguinean literature.
Koffi, YAO, Universidad Félix Houphouët-Boigny. (Abiyán / Costa de Marfil)
(yaofirmin@hotmail.com) (https://orcid.org/0000-0002-7234-3307)
Resumen
Este estudio examina algunos cambios estructurales que ocurren en el español de Guinea Ecuatorial. Se apoya, principalmente, en unos elementos lexicosemánticos y morfosintácticos característicos de la obra literaria de autores nativos, para explicar el proceso de transformación del español en este país africano. Como resultado del análisis de los fenómenos diferenciadores observados, concluimos que hay evidencias bastante relevantes que sustentan el reconocimiento del español guineano como foco variacional particular del español peninsular.
Abstract
This study examines some structural changes that occur in the Spanish of Equatorial Guinea. It is based mainly on lexicosemantic and morphosyntactic elements characteristic of the literary work of native authors, to explain the process of transformation of Spanish in this African country. As a result of the analysis of the differentiating phenomena observed, we conclude that there are various relevant evidences that support the recognition of Guinean Spanish as a particular variational focus of Peninsular Spanish.
Palabras clave
Español ecuatoguineano, cambios estructurales, morfosintáctica, lexicosemántica, foco variacional
Keywords
Equatoguinean Spanish, structural changes, morphosyntactic, lexicosemantics, variational focus
Artículo recibido: 30-ago-22. Artículo aceptado: 25-nov-22.
DOI: https://doi.org/10.33324/uv.vi81.566 Páginas: 102-115
Introducción
La mayoría de lenguas que se exportan fuera de su territorio nacional, suelen experimentar diversos cambios estructurales, hasta convertirse, en algunos casos, en lengua pidgin, criolla, etc. Así, como consecuencia de la colonización, el español viaja a Guinea Ecuatorial (Chillada G. & Nerín G., 2018, p. 13), donde tiene que aclimatarse a nuevas realidades. Ahora, la cuestión principal es saber en qué estado de evolución (socio)lingüística se encuentra el resultado de esta relación.
Aunque los primeros estudios existentes (Lipski, 2014) no dieron resultados muy concluyentes respecto a esta pregunta, creemos que, tras más de siglo y medio de coexistencia con las lenguas autóctonas, el español trasladado a este país ha adquirido rasgos muy peculiares, con aspectos estructurales propios, que invitan a valorar la realidad desde otro enfoque. Esta es la línea de investigación en la que se centra nuestra hipótesis, sustentándose en que hay pruebas suficientes y datos razonables para respaldar la tesis, según la cual, hoy por hoy el español ecuatoguineano debería ser valorado como otro foco policéntrico del español peninsular.
De hecho, en esta zona geográfica, se hablan siete lenguas de la familia bantú (el fang, el bubi, el bujeba, el kombe, el benga, el baseke y el balengue), repartidas entre distintos grupos étnicos (Tiogang, 2018), que conviven con otras lenguas europeas: el francés y el portugués. Así, como es de suponer, que el contacto entre estos idiomas favorecerá, naturalmente, el desarrollo de variedades mixtas.
En este entorno particular, predomina el español, como herencia de la colonización. Pues, tras el fin de la dictadura de Macías en 1979 y la oficialización del español en 1982, se ha producido un cambio social con notables consecuencias en la política lingüística guineana (Molina, 2019). Esta importante reforma glotopolítica que se realiza tras el periodo de prohibición del español en beneficio del fang, durante la dictadura de Macías, lleva a los ecuatoguineanos a acoger el español con mucha complacencia.
Así, al adquirir el estatus de lengua oficial, como parte íntegra del patrimonio lingüístico nacional, los hablantes se lo apropian plenamente, pero, sin llegar a desatarse de sus lenguas maternas (Schlumpf, 2018). Desde entonces, el español experimenta un proceso de adaptación estructural: fonética, lexicosemántica, morfosintáctica, etc., que despierta el interés de los estudiosos.
A pesar de la escasez de documentación sobre este proceso variacional, podemos contar afortunadamente con investigaciones de alto calado científico (Tiogang, 2018; Lipski, 2014; De Granda, 1990; etc.), que tratan los cambios más destacados y característicos de la influencia del sustrato lingüístico local. En este mismo sentido, habría que recordar las demás investigaciones que se han centrado en las actitudes de los hablantes (Gomashie, 2019; Tiogang, 2018, etc.).
Pero, hasta la fecha, no existen estudios de ningún tipo que se hayan dedicado al análisis de las particularidades estructurales del español en este territorio, basándose en textos literarios. Aunque, a raíz del examen crítico que hemos realizado, parece ser que las producciones literarias podrían acreditar también las variaciones que experimenta el español de Guinea Ecuatorial, con la finalidad de representar la voz propia de la población.
Asimismo, el estudio que nos ocupa, pretende, no solo documentar los cambios significativos, sino también poner de manifiesto la relevancia del sustrato local que influye en la formalización de esta nueva variedad del español, analizando con criterio las diversas unidades tanto léxico-semánticas como morfosintácticas extraídas del corpus. Tras esta breve acotación, procede señalar que nuestra exposición se estructura en tres partes: comienza aclarando los conceptos teóricos, que van seguidos de los aspectos metodológicos. Luego, analiza los constituyentes, de los cuales se extraen los resultados pertinentes.
1.
Aspectos teórico-conceptuales
El concepto de variación (socio)lingüística (Labov, 1983), se describe como un fenómeno dinámico y variable, cuyo proceso se debe a factores tanto lingüísticos como sociales. Dado que la lengua como fenómeno natural, va sujeta a la condición humana: edad, la competencia personal, etc., además de ajustarse a parámetros diasistémico (diatópico, diastrático, diafásico): las circunstancias socio-históricas del grupo étnico, el nivel socio-económico, etc. Visto así, todos los sistemas lingüísticos son variables y se manifiestan de manera distinta, presuponiendo que cada diferencia estructural (fonética, fonología, sintaxis, morfología) es determinada por factores tanto internos como externos muy específicos (Moreno,1998). Mientas tanto, convendría esclarecer el concepto de variación lingüística antes de proseguir el análisis.
1.1. La variación estructural del español
Este proceso atañe a cambios sistémicos específicos que experimenta el español al trasladarse a este territorio del continente africano. Así, se tratará de esclarecer, analíticamente, los fenómenos de variación (socio)lingüística que caracterizan al español hablado en Guinea Ecuatorial.
Antes de profundizar en esta línea, es preciso detenernos en el concepto de variación (derivado del verbo “variar”). De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (2014, p. 2214), significa: “cambiar, ser diferente de una norma cualquiera”. Más específicamente, siguiendo el enfoque particular del estudio que nos ocupa, se debe entender la variación lingüística como el conjunto de rasgos estructurales que distinguen una variedad lingüística de otra. Esto significa que cualquier variación presupone también la existencia de una norma referencial (la variedad estándar) en relación con la cual se producen ciertos cambios diferenciadores. Ya apuntamos diversos factores que intervienen en este proceso. Entre ellos, habría que destacar las interferencias a los niveles morfo-sintácticos, fonético-fonológicos, léxico-semánticos, etc., (García-Fernández & López, 2022).
Así, como consecuencia de los acontecimientos socio-históricos, socio-políticos y socio-culturales que unen Guinea Ecuatorial a España (Molina, 2019, p.90), sus lenguas se mezclan para engendrar importantes cambios que despiertan nuestro interés. En este sentido, la exploración que nos planteamos se enfoca en componentes léxico-semántico y morfosintácticos, reflejando los transformaciones morfológicas y funcionales pertinentes.
1.2. El español en contexto multilingüe exoglósico: el caso de Guinea Ecuatorial
Considerando el nivel de difusión, cabe señalar que “Spanish is spoken throughout the country. More than 85% of the population speak Spanish and it is not only the medium of instruction but also a compulsory subject for students.” (Gomashie, 2019, p.3). Esto quiere decir que como medio de comunicación oficial, el español es dominante en Guinea Ecuatorial, al igual que ocurre en la mayoría de los países multilingües exoglósicos de África. Pues, además de actuar como lengua franca en general, cumple las funciones comunicativas de la administración, la educación, etc., a expensas de la mayoría de lenguas nativas. Así fue la situación sociolingüística, hasta que se oficializaran el francés en 1998 y el portugués en 2007.
De todos modos, la situación en la que se ve inmerso el español favorece su adaptación a la idiosincrasia local. Así, como se puede apreciar en el análisis de los datos extraídos del corpus, ocurre que, a pesar de considerarse teóricamente lenguas minoritarias, las lenguas de Guinea Ecuatorial son las que mayor incidencia tienen en el español. Antes de entrar en detalles, procede dar cuenta de los recursos metodológicos que posibilitaron la realización de este estudio.
2.
Aspectos metodológicos
Para dar validez a los materiales que sirvieron para llevar a cabo esta investigación, nos apoyamos en bases documentales reconocidas. Además, los datos recogidos fueron analizados siguiendo unos criterios gramaticales y sociolingüísticos pertinentes.
2.1. La elección del corpus
Con motivo de esta exploración, recurrimos a un corpus que consta de tres obras literarias, para recopilar los ítem que después tratamos, desde una aproximación descriptivo-comparativa. Pues, entre la ingente variedad de obras literarias ecuatoguineanas (Bolekia, 2019), nos interesaron solo estas tres, por ser muy valiosos testimonios (socio)linguisticos que recogen la voz de la población. Son: Ekomo de Nsue Angüe María (1975); la obra dramática El hombre y la costumbre de Esono Mitogo Obono de Nfeme (1953) y la novela Cuando los combes luchaban de Enoy Evita Leoncio (1953). Además de poner en evidencia la apropiación del español por parte de los ecuatoguineanos, estas obras son muy representativas, en la medida en la que permiten apreciar el estado de evolución de la lengua española.
2.2. Método (s) de análisis
Como apuntamos en líneas anteriores, el examen de los ítem se basa en un proceso descriptivo-comparativo. Así, procuramos centrarnos en las unidades que han sufrido variaciones estructurales significativas, haciendo hincapié en su origen, para explicar los fenómenos recogidos. Esto es muy importante, puesto que no se trata simplemente de documentar cantidades de datos, sino que lo más importante, es hacer una selección rigurosa y luego, someterse cada ítem al análisis adecuado para obtener resultados científicamente válidos.
3.
Elementos de variación morfosintáctica
Las preposiciones del español forman parte de las categorías gramaticales invariables, que resultan muy difíciles de asimilar por los hablantes no nativos. Al encontrarse ante ciertas dificultades, estos suelen recurrir a algunos reajustes funcionales o adaptaciones sintácticas, que se basan en sus lenguas maternas.
De manera general, se observa que el aspecto morfosintáctico del español, en los textos literarios guineo-ecuatorianos, tiende a experimentar importantes variaciones. Asimismo, en el caso tan específico de este estudio, se han registrado algunos traspasos morfosintácticos relacionados con el uso las preposiciones, cambios en torno al sujeto, el queísmo, etc.
3.1.Omisión del complemento directo de persona a
La omisión de la preposición a con función complemento directo de persona (CD), es una de los comportamientos característicos del español guineano, tanto en los textos literarios como en su uso corriente. Pudimos registrar unos ejemplos que se exponen en los siguientes enunciados:
1a) “Comprar una cabra […] valorar una mujer*.” (Mitogo De Nfeme pancracio,1990, pág. 43).
1b) “Bueno, Johnnie, hasta luego […] la miss se levantó [...]. Ahora bajo a romper la cabeza. Esto de educar negras* me parece más difícil cada día.” (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág. 21).
Este cambio de tipo morfosintáctico se explica por la ausencia de la preposición a con función de complemento directo de persona (CD) en la cuasi totalidad de las lenguas africanas, especialmente las de la familia bantú. El factor sustrático es, entonces, el condicionante de la omisión de la preposición que precede al complemento directo de persona, en estas construcciones sintácticas.
3.2. Conmutación preposicional: sustitución de a por en
Al margen de nuestro corpus de referencia, resulta interesante mostrar algunos hallazgos expuestos por Lipski (2014), quien señala algunos cambios en cuanto al régimen preposicional de los verbos. Resalta que los hablantes ecuatoguineanos de español tienden a emplear la preposición en tras el verbo de movimiento: ir en, en lugar de a. Proporciona ejemplos como: 2a) Ir en bata, 2b) ir en la escuela en vez de: Ir a bata / ir a la escuela.
3.3. Confusión entre por y para
Se comprueba, también, que una de las variaciones morfosintácticas características del español en los textos literarios ecuatoguineanos es la confusión entre las preposiciones por y para. Esta tendencia a confundir ambas preposiciones en determinadas construcciones sintácticas, se debe al hecho de que el español usa estas dos preposiciones para expresar la finalidad, el juicio, la causa, el medio, etc., dependiendo de los contextos. A excepción del fang (amu = por; nne= para), las lenguas locales del país disponen de unos recursos propios para expresar ambas preposiciones del español, aunque en la práctica, los hablantes acaban confundiéndolas en el español:
3a) “Por mí no hay inconveniente”. (Mitogo de Nfeme pancracio, 1990, pág. 29).
3b) “Puesto que nada queda para decir, creo que se terminó la sesión.” (Enoy Evita Leoncio,1953, pág. 27).
Así, nace la confusión de uso entre por y para en el habla corriente de los ecuatoguineanos, además de reproducirse en las obras literarias de este país. Ateniéndose a la norma gramatical, sería entonces conveniente emplear en el ejemplo 3a la preposición para en vez de por con el fin de enfatizar la noción de juicio o de opinión del locutor. Y, en cuanto al ejemplo 3b, la preposición adecuada en tal cadena sintáctica sería por. Nos daría entonces la oración: “puesto que nada queda por decir, creo que se terminó la sección; pero están advertidos que todo huésped permanecerá aquí”
3.4. Vacilación o variación del uso de la preposición de
El uso de la preposición de presenta ciertas vacilaciones en el español guineano, tal y como se refleja en los siguientes ejemplos:
4a) “Tras de vaciar las pequeñas bodegas y acondicionarlas para la tarde, se sentó en el suelo.” (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág.14).
4b) “Tras de encender una linterna de petróleo, salió de la estancia convertido ya en un verdadero cazador nocturno.” (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág.7).
Las desviaciones en relación con el empleo de la preposición de, se observan cuando aparece después del adverbio tras: adv + prep+ verbo (Tras +de + Vaciar/ Entender). Pues, ateniéndose a la norma, la corrección gramatical es: Adv+V, como se ilustra en los ejemplos:
4c) “tras vaciar las pequeñas bodegas y acondicionarlas para la tarde, se sentó en el suelo”
4d) “Tras encender una linterna de petróleo, salió de la estancia convertido ya en un verdadero cazador nocturno.”
3.5. Confusión de uso entre las preposiciones en y sobre
Se registra la confusión entre las preposiciones sobre y en. Más concretamente, se observa la tendencia a generalizar sobre a expensas de en. Este fenómeno se ilustra en los ejemplos siguientes:
5a) “[…] el reyezuelo Combe estaba tumbado de bruces sobre un duro lecho de bambúes con la cabeza apoyada sobre un cilindro de madera que le servía de almohada.” (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág. 11).
5b) “A causa de la pandemia, ahora no puedo salir. Todo está cerrado; no hay un lugar donde uno puede sentarse para tomarse algo.” Siempre estoy sobre mi cama.” (ejemplo registrado en conversaciones con interlocutores durante la pandemia de la Covid-19)
De acuerdo con la norma, lo correcto en este caso, correspondería al uso de la preposición: en. Por lo tanto, la tendencia a emplear la preposición sobre contra en, en algunos enunciados, podría explicarse por el hecho de que, en la mayoría de las lenguas africanas, especialmente en la familia bantú, la preposición que expresa la posición en relación un objeto es: sobre. De modo que, se podría entender este fenómeno como consecuencia de la transposición literal de la norma de uso en lenguas locales. Frente a este desvío, lo correcto sería: “[…] el reyezuelo combe estaba tumbado de bruces en un duro lecho de bambúes […].” Y, “Siempre estoy en mi cama.”
3.6. El queísmo
El queísmo es un fenómeno que aparece de manera frecuente en las obras literarias ecuatoguineanas. A este respecto, la Nueva Gramática de la Lengua Española (2010), aclara que dicha particularidad contraria a la norma, suele producirse cuando se suprime indebidamente la preposición que precede al relator que en la cadena sintáctica- E.g.: “estoy seguro que lo sabes en lugar de estoy seguro de que lo sabes […]”.
Esta variación estructural que se recoge en algunos escritores como Nsue (1985), podría interpretarse como una consecuencia de hábitos lingüísticos característicos de la idiosincrasia ecuatoguineana.
6a) “Desde que Ekomo se enteró que algún joven iba a morir, no quiere ni hablar de su enfermedad.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 69).
6b) “Mientras le miraba trabajar me di cuenta que lo hacía para alejar de sí pensamientos terribles y no observarse en sus meditaciones”, (Nsue Angüe María, 1985, pág. 75).
6c) “Me alegro que se le haya ocurrido bautizarse en la Iglesia y que ese blanco le haya puesto la condición de dejar a algunas de nosotras.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 116).
6d) “Al igual que las demás, estaba observando disimuladamente a los muchachos que se miraban desde abajo y se acordó que estaba prometida”. (Nsue Angüe María, 1985, pág. 92).
Cabe recordar que los desvíos que se producen mediante el fenómeno del queísmo son también muy habituales en algunas áreas dialectales de la península ibérica. Pero su expansión en Guinea Ecuatorial representa un fenómeno particular que se justifica por la influencia del sustrato lingüístico local o, de la adaptación al francés, cuyo sistema gramatical carece de tal preposición delante del relator que. Para que esta diferencia funcional resulte clara, convendría comparar la traducción al francés de los enunciados 6a : “Depuis que Ekomo a appris qu’un jeune allait mourir, il ne veut plus parler de sa maladie.” y, 6b: “Pendant que je le regardais travailler, je me suis rendu compte qu’il le faisait pour laisser hors de lui de terribles pensées de sorte à ne pas les observer dans ses réflexions.
Al contrario del español, la ausencia de esta preposición en ambos enunciados del francés, no constituye un desvío estructural.
3.7. El sintagma nominal (SN)
En algunos sintagmas nominales (SN), se observan importantes desviaciones en unidades que giran en torno al sustantivo. Son cambios notables en la organización estructural del español en Guinea Ecuatorial, tal y como se refleja en los siguientes casos.
3.7.1. SN = Sust. + morfema de posesión + pronombre personal sujeto de tercera persona: “ello” con sus alomorfos
Este fenómeno suele producirse en los sintagmas completivos (SC), generalmente formados por un sustantivo y un complemento determinativo (sust. + prep. + sustantivo). Ejemplo: La casa de mi padre. En español, el complemento determinativo, en tales contextos sintácticos puede remplazarse por un morfema o adjetivo posesivo. Pero, no sucede de igual manera en la mayoría de las lenguas bantú, cuyas estructuras exigen el uso de un pronombre separado del núcleo completado por un morfema posesivo.
Por ejemplo, suele decirse literalmente: La casa de ella o La casa de ellos, etc., en sustitución del adjetivo posesivo su(s) en estos enunciados. Este fenómeno que se presencia con frecuencia en español ecuatoguineano aparece ilustrado en los ejemplos siguientes:
7a) “La primera mujer se calla. Calla también la gente y una persona atiza el fuego para espantar de sí la impresión causada por las palabras de ellas”. (Nsue Angüe María, pág. 120).
7b) “Puede que sea la morada de los ancestros de ellos, pero… (Nsue Angüe María,1985, pág. 57).
Las mismas construcciones, cuya estructura interna se representa mediante la combinación: sustantivo + preposición (de) + pronombre personal sujeto de tercera persona, es también muy habitual en español normativo, pero con matiz enfático o de especificación. Fuera de cualquier uso estilístico, cabe destacar que se trata de una variación estructural en detrimento del morfema posesivo su(s) (singular / plural), que tiende a generalizarse en el español ecuatoguineano.
3.7.2. La permanencia del sujeto expreso
El sujeto es una característica propia del sintagma nominal (SN). Designa, pues, a toda unidad gramatical (nombre, pronombre, etc.) que puede cumplir esta función sintáctica. Cabe decir que su uso no es obligatorio en todas sus apariciones sintácticas en la lengua española, a menos que se quiera destacar intencionalmente algún matiz semántico.
Por lo demás debemos señalar que no sucede lo mismo en la literatura guineo-ecuatoriana donde su uso tiende a ser obligatorio, al no tener en cuenta la desinencia personal que se realiza en el verbo.
8a) “Padre, yo he oído hablar de Lumumba, tengo buenos referencias de él […] yo no soy más que un perfil recortado entre contra el en torno que me rodea, que es el de la selva.” (Nsue Angüe María, 1985, pág.23).
8b) “Yo probaré la cerveza CEGUIME. […] -Yo no bebo nada. Voy
con mi mamá a la cocina para preparar algo de comer. […] – Yo me ofrezco, hermana. Dame el dinero necesario”. (Mitogo de Nfeme Pancracio, 1990, pág.14-15).
Podría deducirse de estas prácticas que, por la frecuencia de uso, el pronombre personal sujeto expreso que acompaña al núcleo verbal en la oración se ha formalizado hasta sustituir a la norma peninsular.
4.
Los cambios léxico-semánticos
Existe una ingente cantidad de estudios léxico-semánticos (Carriazo & Luna, 2021), que revelan la fractura que aleja cada vez más el español peninsular actual, del que se habla en Guinea Ecuatorial. Pues, el contacto con nuevas realidades sociales y lingüísticas, ha acabado produciendo una variedad de rasgos léxico-semánticos que se reflejan en diversas obras literarias. Como bien se aprecia en los subcapítulos siguientes, la mayoría de los cambios observados corresponden, generalmente, a procesos léxico-genéticos de tipo neológicos: formación de nuevas unidades léxicas por derivación morfológica, parasíntesis; composición y sus variantes, etc., casos de préstamos léxicos y algunos deslizamientos semánticos.
4.1.1. Elementos de variación léxico-semántica
Se recogen diversas clases de cambios léxico-semánticos que afectan la estructura regular del español. Lo que demuestra, como se verá en los subcapítulos siguientes, la variación característica del español de Guinea Ecuatorial.
4.1.2. La despronominalización en verbos pronominales
De acuerdo con Tiogang (2018), los estudios previos con respecto al componente morfosintáctico, revelan que, en el español hablado en el territorio, los hablantes tienden a despronominalizar algunos verbos pronominales. De ahí, el uso de: expresar por expresarse.
En realidad, más allá de los usos estilístico-literarios, la pérdida de la partícula pronominal, de algunos verbos, ha sido evidenciada en intercambios que tuvimos en las redes sociales con un natural de Guinea Ecuatorial. Dice: “Hermano, en cuanto a tus entrevistas, no hay manera. La gente se niega en expresar. Lo veo como una traición”. Se observa el empleo de expresar por expresarse que se emplea como sinónimo de: hablar.
4.1.3. Neologismos léxico-semánticos
La neología léxico-semántica es un proceso de creación verbal (Casado, 2021), que va casi siempre sujeta a diversos factores socioculturales. En el caso que nos ocupa, el estudio del paradigma léxico se enfoca en los cambios tanto formales como semánticos observados en el español de Guinea Ecuatorial (Schlumpf, 2021). Por lo tanto, el inventario que proponemos a continuación constará de dos clases de unidades léxicas: las simples y las lexías complejas.
4.2. La variación semántica
El significado de varias palabras del español hablado en Guinea Ecuatorial se ve afectado por diversos factores: lingüísticos, sociales, etc. En este caso, hemos registrado diversos fenómenos de ampliación o de especialización semántica. En general, son lexías simples que sufren deslizamientos semánticos que se derivan de sus contextos de uso.
Barra: [nf] Definición según el DLE: 1° Pieza de metal u otra materia, de forma realmente prismática o cilíndrica mucho más larga que gruesa. 2° palanca de hierro que sirve para levantar o mover cosas de mucho peso.
En el español ecuatoguineano, esta palabra experimenta una ampliación semántica, con nuevos contenidos sémicos. Significa: límite entre dos territorios o frontera. E.g.: “Malando, el creador de la institución; una copia de los males de la que más tarde sería colonia vecina de Gabón, fue atravesado por la barra candente. (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág. 100).
Hermano/a: [nm; nf] Persona de una misma comunidad étnica o nacional. Esta palabra experimenta una ampliación semántica, dado que etimológicamente designa: pariente o familiar con el que se comparte un lazo de sangre. Ej. “Hermano nadie pregunta a un perro adónde va o de dónde viene y nadie se preocupa de darle papeles”. (Nsue Angüe María, 1985, pág. 194).
Hierba: [nf] planta pequeña y tierna que perece después de dar la simiente en el mismo año, o lo más al segundo, a diferencia de las matas, arbustos y árboles, que echan troncos o
tallos duros y leñosos (DLE). La palabra hierba es, en este contexto, otro caso de ampliación semántica, por la que se emplea como sinónimo de medicina tradicional o plantas con poder mágico. E.g.: “Se recordaba que la hija mayor de Nfumu tuvo que lavarse la cara con hierbas para poder casarse.” (Nsue Angüe María, 1985, pág.116).
Luna: [nf] espacio de tiempo equivalente a un ciclo mensual. Esta valencia viene ejemplificada en el siguiente enunciado: “Desde entonces, van tres lunas que veo pasar diariamente la guagua sin detenerse.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 24). Ateniéndonos al contexto de uso, es correcto advertir que el término
luna es sinónimo de mes. Desde el punto de vista semántico y pragmático, este significado se deriva de la correspondencia entre el ciclo lunar y los días del mes. Además, la palabra luna se suele emplear en la mayoría de las lenguas niger-congolesas para indicar el mes. Es el caso en el baoule, donde anglo (astro) equivale a mes; al igual que la palabra kalo en malinké.
Lluvia: [nf] espacio de tiempo equivalente a un año. Este significado resulta de una ampliación sémica de la palabra lluvia, que designa etimológicamente: agua que cae de las nubes. E.g.: “Recuerdo que la lluvia pasada, yo había crecido muy de prisa y ella antes que, nadie se dio cuenta del hecho”. (Nsue Angüe María, 1985, pág. 92). El mismo empleo aparece en los enunciados: “Era un muchacho de unas dieciséis o diecisiete lluvias, muy alto”. (Nsue Angüe María, 1985, pág.96) y, “Aquella muchacha, sí era mayor que o, no tenía dos lluvias más. (Nsue Angüe María, 1985, pág. 97). Además, siguiendo esta misma línea explicativa, el empleo de la lexía lluvia como sinónima de año, se debe a su asociación con las dos estaciones anuales en la mayor parte del continente africano: la lluvia y la sequía. Pues, de acuerdo con algunos pueblos nativos, el ciclo anual empieza con la época de lluvias y termina con la misma, constituyendo un año.
Papeles: [nm: pl.] Documento Nacional de Identidad (DNI). Como se aprecia en el siguiente enunciado: “En nuestro país nadie da esas cosas. Nadie se preocupa allí de saber […] si tenemos papeles o no.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 193-194). El significado que se atribuye a la palabra papeles, se deriva del sentido figurado. En el español corriente, suelen referirse a ello como: documentación. Desde el punto de vista léxico-semántico, este uso podría indicar una ampliación del término que indica etimológicamente: hoja de fibras vegetales obtenidas de la madera, paja, etc.
Partir: V. morir o fallecer. El verbo partir se emplea como término eufemístico para eludir el equivalente morir, que suele considerarse un tabú en la mayoría de las lenguas humanas. Pero, como se comprueba en este ejemplo: “El curandero […] explicó a los presentes: va a partir un gran hombre; no hay remedio.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 49), se consolida en el léxico como lexía polisémica cuyo significado específico va sujeto al contexto de uso.
4.3. Neología compleja
En el marco de nuestro estudio, la neología compleja corresponde a la llamada lexía compleja (Pottier, 1987). Se define como una secuencia estereotipada de comportamiento léxico: pato a la naranja; hablar por los codos; etc. Como se observa, la primera unidad pertenece a la categoría de los sustantivos, mientras la segunda tiene más bien carácter verbal. Pudimos registrar varios ejemplos de las mismas características estructurales en los corpus señalados. Pero, siendo construcciones influenciadas o reproducidas de lenguas nativas, difieren bastante del español peninsular.
Para entendernos al respecto, habría que recordar la ingente labor investigadora que los especialistas (García-Page, 2018; Penedés-Martínez, 2022; etc.), han dedicado a la llamada lexía compleja o expresión poli-léxica. Dichas construcciones que se caracterizan teóricamente por su idiomaticidad y su invariabilidad, en tanto como unidades morfosintácticas y lexico-semánticas fijas, abundan en el español de Guinea Ecuatorial, bajo unos rasgos propios. En el siguiente inventario, propondremos unos ejemplos pertenecientes a la categoría de los sustantivos:
Hombre de hierbas: [nm] curandero o brujo. Esta unidad poli-léxica está basada en el sustrato lingüístico local donde la palabra hierba significa: medicina. Esta relación entre hierba y curandero resulta de la medicina tradicional, consistente en tratar generalmente las patologías con hierbas. De acuerdo con el contexto del enunciado en el que se emplea este término: “Pues que es hombre de hierbas, murmuran los mayores, es hombre nacido para morir vertiendo sangre.” (Nsue Angüe María, 1985, pág. 47), podría tratarse de una ampliación semántica, por la que la palabra hierba aparece como sinónima de medicina.
Medicina de país [nf] hechizo, mal de ojo. Como se aprecia en el siguiente enunciado: “Desde dos años se me caen los bananos que voy haciendo […]. No sé si me han hecho una medicina de país.” (Mitogo De Nfeme Pancracio, 1990, pág. 24), esta construcción poli-léxica parece ser la reproducción o la adaptación de alguna unidad procedente del sustrato lingüístico local. Como se nota, la lexía medicina del país no resulta muy explícita. En realidad, se emplea por alusión a amuleto personal o poder secreto que se usa para protegerse o para perjudicar a otros. Esta interpretación analítica, se deriva del secretismo con el que se encubre la hechicería, siendo una práctica personal o propia de cada comunidad.
Por lo demás, cabe señalar que, al trasladarse a este territorio, algunas lexías complejas de la categoría verbal del español, experimentan ciertas adaptaciones estructurales, sin que se altere el significado. Como resultado de la exploración de la obra literaria de los escritores aludidos, pudimos registrar unos ejemplos que se exponen a continuación:
Cruzarse las manos / cruzarse de los brazos. Significa: estar ocioso.
Como se observa con la expresión: “cruzarse las manos”, que se considera una adaptación de la expresión: “cruzarse de los brazos”, los ecuatoguineanos manifiestan una preferencia por las construcciones fijas. A modo de ejemplo, este reajuste formal se registra en el siguiente enunciado: “Puedo decir que tengo buena suerte y debo agradecer a Dios: tengo una mujer que me ama de verdad, es inteligente, honrada y buena; tengo una hija diplomada en agricultura con solo 20 años y un hijo en 4° de bachillerato con 14 años. Claro está que no me he cruzado las manos.” (Mitogo De Nfeme Pancracio, 1990, pág. 11).
Se trata obviamente de un caso de variación estructural, que se manifiesta en dos niveles: el nivel morfosintáctico, por la desaparición de la preposición de. Y, también el nivel léxico-semántico, por la sustitución del sustantivo brazos por manos. Este cambio puede deberse ciertamente a una adaptación sustrática.
Sentir / tener ganas de
Se observa que la variación morfológica en estas construcciones, pertenece a unidades funcionales como: tomar/coger las de Villadiego, etc. En general, la variación se manifiesta en el uso del verbo, como aparece en sentir, en detrimento de tener. E.g: “Roku sintió ganas de fumar.” (Enoy Evita Leoncio, 1953, pág. 11). En este caso, hemos de recordar que esta alternancia o substitución del núcleo sintagmático suele observarse en algunas zonas dialectales de España.
5.
Resultados y discusión
La muestra registrada consta de unos treinta ítem extraídos de los corpus señalados. Son varios elementos pertenecientes a diferentes categorías gramaticales: pronombre, preposiciones, lexías simples, lexías complejas, etc., que reflejan importantes cambios estructurales que se han forjado en el español ecuatoguineano. A pesar de ser escasos, estos elementos constituyen evidencias científicas muy valiosas que ayudan a establecer una opinión contundente sobre el estado actual del español hablado en Guinea Ecuatorial.
Por lo demás, cabe señalar que existen otros fenómenos estructurales y fonéticos no menos importantes que hemos podido observar. Sin embargo, por no extendernos más allá del corpus y de la meta que nos fijamos, hemos de limitamos a los ítem expuestos. Pues, en realidad, abundan ejemplos típicos (lexías textuales, neologías de tipo idiomático, palabras truncadas, tiempos verbales adaptados al uso de las lenguas nativas, etc.) en los intercambios corrientes, que avalan nuestra hipótesis. En pocas palabras, se podría concluir que, si bien hace unos años los especialistas carecían de argumentos sólidos, asentados en datos científicamente irrefutables para determinar el estado de evolución del español hablado en Guinea Ecuatorial, hoy en día, podemos afirmar, a ciencia cierta, que esta variante representa un foco regional del español peninsular.
Conclusión
El lenguaje usado en las producciones literarias representa un testimonio relevante, acerca de las variaciones estructurales de tipo morfosintáctico y léxico-semántico que demuestran la particularidad del español de Guinea Ecuatorial. Además, más allá de cualquier floritura estilística, conviene resaltar las limitaciones ligadas a la poca competencia lingüística de la mayoría de hablantes, que se ven obligados a recurrir a ciertas adaptaciones (desvíos morfosintácticos, léxico-semánticos, etc.) para comunicar debidamente.
En resumidas cuentas, recordamos que los fenómenos específicos atinentes al uso de las preposiciones, se deben también a la fuerte influencia de las lenguas nativas. Pues, algunos hablantes confunden los contextos sintácticos de las preposiciones del español: confusión de por y para, en y sobre, omisión de la preposición a ante el complemento de persona, etc. Al margen de estos elementos, se registran algunos casos de queísmo, cambios en torno al sustantivo, persistencia del sujeto expreso, etc. En relación con los elementos léxico-semánticos, resulta que el léxico del español explorado, consta de diversos casos de préstamos léxicos (forma y contenido), neologismos léxicos y semánticos, etc. De ahí, se experimenta la formación de lexías típicas como: hombre de hierbas, medicina del país, cruzarse las manos por cruzarse de brazos, etc.
Aunque podamos contar con importantes estudios, queda mucho por hacer para abarcar los cambios actuales que conciernen al funcionamiento de la mayoría de elementos estructurales característicos del español ecuatoguineano. Asimismo, de cara a futuras investigaciones, habría que destacar la necesidad de tratar las adaptaciones o variaciones que afectan a otras categorías gramaticales como el adjetivo, el adverbio, el sistema verbal, el modo verbal, etc., sin perder de vista la tarea que requieren dichos elementos en el lenguaje corriente, para comprender contextualmente su comportamiento funcional.
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NOMBRE PROPIO Y FICCIÓN:
ANTROPONIMIA EN LA LITERATURA.
Proper name and fiction: anthroponymy in the literature.
Gloria Riera Rodríguez, Universidad de Cuenca (Ecuador)
(gloriaelizabethriera@gmail.com) (https://orcid.org/0000-0003-4681-2736)
Resumen
Uno de los aspectos más debatidos sobre la naturaleza del nombre propio es si posee o no significado. Esta investigación participa en esta discusión. Parte de la premisa de que, en ciertos contextos, los nombres propios -además de su carácter referencial- pueden ejercer una función predicativa. Para explicarlo toma como ejemplo la onomástica de las narraciones literarias y desarrolla los significados connotativos que puede evocar el nombre, considerando las asociaciones semánticas que emergen del referente o del significante del signo empleado como nombre. Si el literato continuamente usa estas asociaciones para entregar un efecto de sentido, entonces es posible ratificar la posibilidad connotativa del nombre propio. No obstante, este significado no puede ser expresado en términos de rasgos o propiedades léxico-semánticas, como en los nombres comunes, porque no dependen de las propiedades lingüísticas del nombre, sino del uso de la palabra en un contexto específico, se trata, pues, de un significado específico de esta palabra.
Abstract
One of the most debated aspects of the nature of the proper name is whether it has meaning or not. This research addresses this discussion. It is propelled by the assumption that in certain contexts, proper names -more than its referential character- can adopt a predicative function. To explain it we use as an example the onomastic literary narratives and develop connotative meanings that the name can evoke through semantic associations that emerge from referent or from significance of signs used like a proper name. If the writer continually uses these associations to deliver a meaning, then it is possible to ratify the semantic possibility of proper name. However, this meaning cannot be expressed as features or lexical-semantic properties, like in the common names, because they depend on the linguistic properties of the name. Therefore the use of the word in a specific context is a specific meaning of this word.
Palabras clave
Nombre propio, significado, literatura, personajes, antroponimia.
Keywords
Proper name, meaning, literature, character, anthrophonymy.
Artículo recibido: 30-ago-22. Artículo aceptado: 29-nov-22.
DOI: https://doi.org/10.33324/uv.vi81.567 Páginas: 118-131
Introducción
Las teorías dispares que han surgido en las últimas décadas para determinar la naturaleza semántica del nombre propio revelan lo difícil que resulta determinar si denotan directamente entidades en el mundo exterior o, en su lugar, si eligen significados más complejos asociados con la entidad que nombran (Bosque, 2016; O’Rourke y De Diego Balaguer, 2020). Como destacó Klassen (2022), se trata de una palabra que no se comporta como las demás, sino que posee convenciones muy particulares. La heterogeneidad de nombres, los diversos sistemas de nominalización, el roce continuo que estos sufren con factores extralingüísticos, entre otros aspectos, revelan la complejidad de elementos que intervienen al caracterizar al nombre propio, al tiempo que explican por qué prosigue tan avivado el debate. Esta investigación busca contribuir a la discusión y aportar elementos que ayuden a precisar el componente semántico de esta subclase gramatical. Para el efecto, se sirve de un cuerpo onomástico muy particular por el trabajo lingüístico que en él se desarrolla: el literario. Dada la amplitud y complejidad del campo de estudio, se concentra en los antropónimos que se usan en las narraciones ficcionales.
Características lingüísticas de un nombre propio
El nombre propio (NP) es una subclase gramatical de la categoría nombre. Se refiere a entidades particulares que son percibidas en el mundo que nos rodea, o que forman parte de las estructuras conceptuales internas de las personas (O’Rourke y De Diego Balaguer, 2020) a diferencia de los sustantivos comunes que denotan clases de individuos (Bosque, 2016). Sintácticamente, se considera una categoría autodeterminada y autocompletada gracias a su función primaria específica de argumento referencial. Existe una amplia gama de NP en función del tipo de entidades que se pueden nombrar. De todas esas clases, se cataloga como nombres propios puros o propiamente dichos a los antropónimos (nombres de pila, apellidos, hipocorísticos, apodos y seudónimos) y a los topónimos. Las demás subclases (periodos temporales, instituciones, productos, símbolos, etc.) no han sido calificadas en todos los casos como nombres propios genuinos.
Semánticamente, el asunto más debatido es si el NP posee o no significado léxico. Las respuestas han ido desde la afirmación tajante de que carecen de significado intrínseco (Kripke, 1972; Mill, 1843; Récanati 1983) porque refiere directamente y, por tanto, denota sin connotar, no designa clases de entidades, es decir, puede poseer referencia, pero no intención (Bosque, 2016). En realidad, la mayoría de las definiciones aceptadas conceden al NP una función primaria referencial y no predicativa. No obstante, en estas líneas se asume la propuesta de las teorías de sentido, también llamadas descriptivas, que sostienen que un NP -además de su carácter referencial- puede ejercer una función predicativa en algunas situaciones, esto es, predicaciones que se activan en un contexto determinado. La predicación se entiende mejor si se asume que nombrar es un acto de referir y, en consecuencia, existirá alguien o algo (real o imaginario) que es referido. De una u otra forma, se está introduciendo en él una serie de “significados” que se pueden llamar asociaciones connotativas (Munkhjargal, 2020), las cuales crecerán conforme el nombre sea puesto en uso. Langendonck (2007) llamó a esta predicación significado presuposicional, para oponerlo al significado convencional de los nombres comunes.
Este contenido predicativo (un componente extensional e intencional en filosofía del lenguaje) no es único ni estable, por eso no debe ser concebido como un significado léxico, capaz de oponer un NP a otro, similar al que poseen los nombres comunes. Se entiende que estos nombres no requieran de una descripción de este tipo, ya que su carácter referencial permite que cualquier característica o propiedad del referente sirva para identificarlos. De modo que los NP podrían caracterizarse por ser “signos que contengan -de un modo no decidido aún- el ‘concepto’ del individuo al que refieren (…) son signos disponibles para el hablante con significado aislable del contexto” (Fernández Leborans, 1999, p. 102). Las teorías del sentido se sintetizarían con la afirmación de Berezowski (2001): “that meaning is a contingent property of proper names while it is necessary property of any lexical item” (p. 88). Esta significación no proviene del azar ni del componente lingüístico, sino de las convenciones sociales desarrolladas en el proceso de uso del nombre.
La función predicativa de los NP es corroborada por numerosos investigadores. Para Berezowski (2001), los nombres propios pueden significar si a ellos se les otorga la intención de describir su referente, aunque el sentido dado pueda cambiar una vez que su referente pierda las propiedades usadas en el momento del bautizo. Este proceso de separación es más rápido en unos nombres que en otros, por ejemplo, en aquellos que se usan con más frecuencia. Bajo Pérez (2002) defendió que los NP, pese a no tener propiamente significado, sí poseen restricciones semánticas relacionadas con el referente al que se adjudican y que esta “significación” facilitaba información, tanto sobre lo nombrado como sobre el designador. Para Langendonck (2007) “that all signs have meaning (cf. Saussure), that there is no direct connection between name and object and that no artificial distinction should be made between semantic features and conceptual knowledge” (p. 59), luego, si los nombres propios carecen de significado, simplemente no podrían llamarse signos.
Esta predicación descrita requiere de algunos matices, porque no todos los NP tienen la misma naturaleza. Para Fernández Leborans (1999), la diversidad de referentes de un NP es el factor que dificulta aplicar criterios generales que abarquen a todos los NP y así se puedan oponer a los nombres comunes. El NP es, pues, una categoría heterogénea morfo y semánticamente. Sobre esto último, Bajo Pérez (2002) concluyó que podemos hablar de NP en todos los sentidos y de NP en cierto grado. Sobre su semántica, añadió que en un NP se pueden distinguir diversos grados de semantización, en función de la carga de significado, y que un hablante podría reconocer fuera de contexto. Berezowski (2001), que coincidió con las teorías de sentido, estableció tres tipos de nombres de acuerdo con sus posibilidades semánticas: nombres que habiendo funcionado como comunes y habiendo sido por ello designaciones descriptivas de sus referentes, no han mudado su significado todavía (Aurora, Margarita, Rosa), nombres que fueron descriptores en algún sentido, pero que perdieron su significado después de que su contexto de uso cambió la propiedad original del referente (Pablo significaba ‘pequeño, hombre humilde’; Carmen, ‘poema’; Patricio, ‘noble’) y nombres que desde su génesis carecieron de carácter descriptivo (la onomástica de galaxias, asignada comúnmente por el orden de aparición Holmberg 1, Holmberg 2, Holmberg 3). Se infiere, entonces, que existen NP que pueden generar más sentidos que otros y que para el hablante la motivación significante/significado es más evidente en unos casos que en otros.
La cuestión semántica del NP es más compleja porque no todas las significaciones o descripciones que sugiere poseen las mismas particularidades. Langendonck (2007), advirtiendo el hecho, diferenció cuatro tipos de significados: (1) el categorial, que pertenece a la convención lingüística, es asignado a un referente y este referente es asignado a una categoría específica de entidades, por este significado se identifica que el nombre corresponde a una persona, a una calle, a una ciudad. (2) El asociativo, establecido en el nivel de uso de lenguaje y, por eso, tiende a ser subjetivo; puede corresponder a dos tipos de asociaciones: las que corresponden al referente del nombre y las que se evocan por la forma del nombre, por ejemplo, Pedro como ‘piedra fundante’. (3) El significado emotivo es inherente a la experiencia particular de cada hablante con un nombre determinado, como cuando Juan connota tristeza por alguien que se conoció con ese nombre. Distinguió entre el sentido emotivo inherente a los nombres y el que proviene de la forma del nombre, cuando un diminutivo puede usarse en sentido apreciativo. (4) El significado gramatical corresponde a la categoría que define al NP y a los accidentes -el número y el género- que le conciernen por su carácter morfológico.
Al converger las clasificaciones repasadas, se puede concluir: (a) que no todos los NP tienen la misma carga semántica, (b) todo NP presenta, de alguna manera, rasgos semánticos en la medida que podría evocar cualquier tipo de connotación, (c) los significados derivados del NP tienen diversa filiación y (d) el significado del NP depende del contexto de uso, pues no siempre el hablante puede extraer las mismas motivaciones que lo gestaron.
El lenguaje literario como hecho lingüístico
El lenguaje literario se caracteriza porque su objetivo primordial es crear un texto original y producir una impresión de belleza. Para este fin, debe prestar mayor atención al código y a la forma en que se expresa el mensaje. La creación literaria, que se desarrolla dentro de los límites que imponen los procedimientos y posibilidades del sistema lingüístico (incluso cuando busca romper los esquemas normales), se aprovecha de los recursos relacionados con la construcción gramatical, el sonido o el significado de las palabras. Precisamente por esta imbricación con la lengua, el lenguaje literario no se excluye de los estudios lingüísticos porque ayuda a descubrir las posibilidades fónicas, sintácticas o semánticas que pueden poseer las palabras. Debido a ese trabajo que el escritor desarrolla con el código, se puede conjeturar que, en la literatura, de alguna manera, el signo lingüístico posee un carácter motivado. Dámaso Alonso (1998) sostuvo que tal motivación no se halla en el origen de las palabras (estas son arbitrarias), sino en el sentimiento del hablante, que suele encontrar justificaciones sensoriales que refuerzan una identificación significante/significado. Junto a fenómenos fonéticos (aliteraciones o repeticiones) o figuras literarias (metáforas, comparaciones, sinestesias, etc.), puede servirse del NP como un elemento estético gracias a su función predicativa.
Por otro lado, a la lingüística le interesa entender cómo significan los discursos y, dentro de ellos, los NP, a pesar de y debido a su carácter ficcional. Para comprender esta ‘semántica literaria’ se ha utilizado la noción de mundo posible, que define el orbe que construye el escritor en su texto: el lector que accede a ese mundo acepta un pacto ficcional (Eco, 1996); el escritor finge que hace una afirmación verdadera y el lector finge que cree esa verdad. Pero, como advirtió Eco, para que este mundo ficcional sea verosímil, debe estar asentado en un fondo real, un fondo que involucra lo que realmente podría ocurrir, de esta manera se hace creíble, fiable para el lector, incluso si el autor inventa universos fantásticos. El literato se inspira en el mundo real del que toma prestados elementos, categorías, modelos macroestructurales. Si esto no ocurriera, el relato tendría que comenzar por familiarizar al lector con el mundo que instaura, y describir su lógica operativa. Ese material “real” debe acomodarse para entrar en el mundo ficcional. Para Mansillo Torres (2020), la literatura produce mundos y por eso produce subjetividades, los personajes se tornan sujetos en el lenguaje y para ello el lenguaje dispone de recursos, uno de ellos es el NP. Para Čermáková y Mahlberg (2018), hay patrones de conocimiento que se superponen ente ficción/realidad, por eso, el lenguaje ficcional es un reflejo de la continuidad entre la ficción y el mundo real.
Uno de los elementos que el autor toma del plano de la realidad es el NP, por sus particularidades gramaticales y su capacidad semántica. Se supone que el destinatario, al reconocer los nombres y la función que cumplen en un discurso, adopta como indiscutible la existencia, tanto de sujetos como del mundo representado. La identificación ocurre porque lector y autor comparten en su competencia lingüística una especie de catálogo onomástico y ciertas reglas sintácticas y pragmáticas que los conducen a inferir que se hallan frente a un NP. Estos preservan su referencia en todos los mundos posibles en los cuales existe su referente, aunque dentro de cada mundo puedan poseer diferentes descripciones. Para Massanet (2020), el público, al conocer el nombre de un personaje, establecerá un horizonte de expectativas, si bien esta representación, al tener como referencia el mundo externo, estará influida y condicionada por factores histórico-sociales. Bajo ese presupuesto, el NP informará sobre la forma en que esos factores interfieren y organizan los sistemas de nominación y ayudará a observar, desde otro plano, las lógicas operativas de los sistemas de nominación. De hecho, la elección de las formas denominativas para los personajes no parece arbitraria, sino que se ajusta a las exigencias de la narración (Signes, 2020). En definitiva, cualquier NP, al ser un producto de intra e interculturalidad, tiene un carácter marcado y simbólico, lleva el sello de uso motivado y contiene cierta connotación caracterológica y estética que se hace especialmente evidente en el espacio de un texto literario (Ikbol, 2021).
Los nombres propios ficcionales
Ya Aristóteles indagó en su Póetica sobre los nombres potenciales, aquellos que determinan unas cualidades y características propias del personaje al que designan (Massanet, 2020). Mucho más tarde, Rusell (1905), desde la lógica, sostuvo que los nombres ficcionales no carecen de significación, ya que suponen una proposición, aunque no exista el componente referencial, y que la denotación de un NP es una expresión explicativa con un significado sin tener que recurrir necesariamente a la referencia; pensar lo contrario llevaría a anular al NP: sin referente, todo lo que se predique sería inexistente. Frege (1892), que partió de una distinción entre sentido (modo de presentación de la referencia) y referencia (la entidad del mundo), negó significado a los NP ficcionales. En su juicio, el significado del NP (si lo tuviere) debería hallarse en su sentido, pero si el sentido se define sobre la base de la referencia, es imposible colegir que un nombre sin referencia tenga significado. Para Predelli (2020), reactualizando a Frege, las oraciones que componen las historias de ficción no expresan proposiciones y los nombres de las entidades ficticias no son nombres
Con Saussure y las propiedades del signo lingüístico, emergió una nueva manera de aprehender la semántica de la palabra: el significado no se define en el eje externo lenguaje/mundo, sino en el interno significado/significante, asignado por la convención. En tal sentido, resultaría difícil comprender que haya oraciones sin proposiciones. Para Kripke (1963) las predicaciones de un NP pueden emerger a pesar de poseer un referente “inexistente”. Ronen (1994) aseguró que los nombres pueden funcionar como designadores rígidos en contextos no reales, porque ellos satisfacen la condición de existencia que garantiza identidad al objeto concerniente, a pesar de los movimientos que efectúen a través de los mundos y dentro de un estado contextual. Para Acero (2022), el nombre propio de la ficción, al caracterizar a un individuo, sí predica, independientemente de que ese individuo exista o no, y este nombre responde a exigencias ónticas particulares.
En definitiva, para la semántica de la palabra, la referencia se constituye en un hecho lingüísticamente accidental, tanto si el referente es real como si es supuesto. Para demostrarlo, basta recordar que existe un sinnúmero de palabras distintas, pero con significados muy parecidos. Pragmáticamente, el asunto de la referencia en la ficción se resuelve trasladando la relación signo-mundo al eje signo-usuario. Los actos de habla se entienden como afirmaciones simuladas, sin intención de engañar: el sujeto receptor coopera porque sabe las leyes que entran en juego, es una convención ligada al acto de habla. Por consiguiente y conforme lo plantea Berezowski (2001), la referencia debe manejarse en el dominio de la pragmática, porque el conocimiento de la identidad del nombrado depende del contexto comunicativo.
¿Cuál es la diferencia entre el NP real y el que se usa en la ficción? En sentido estricto, no se trata de una diferencia opositiva, puesto que la mayoría de los nombres ficcionales son tomados del mundo real. La diferencia radica en la relación que establecen con el referente que, para el caso ficcional, vive en la imaginación del escritor. Esto no significa que un nombre sea vacío ni autorreferencial, sino que posee una referencia ficcional, diferente a la referencia real. Un objeto o un ser pueden tener propiedades a pesar de no existir. Sin embargo, también existen nombres inventados por el escritor o nombres que con un evidente referente físico (como en la novela histórica). Si esto ocurre, los personajes que los portan no se construyen como mímesis o como prototipos del mundo real, diferencia que no afecta el carácter epistémico del NP. Sugerimos que, independientemente de su origen, el NP en la ficción acepta las funciones sintácticas y se comporta semánticamente como los NP con referentes no ficcionales. En resumen, las diferencias entre los NP ficcionales y los que no lo son se hallan en dos aspectos: en las fórmulas onomásticas que emplea el escritor y en el incremento de la carga motivacional que afecta al NP. Esto quiere decir que, volviendo a la clasificación semántica de los NP citada, un buen grupo de los antropónimos literarios son nombres motivados (transparentes o no) gracias a los sentidos asociados, sobre todo, al significante o al referente. Revisar qué mecanismos operan para dar paso a estas motivaciones llevará a aprehender otras especificidades lingüísticas del NP.
Particularidades de la antroponimia en la literatura
Es posible rastrear en la literatura los diversos mecanismos que se manejan para dotar de una mayor carga semántica a los NP. La comprensión de su funcionamiento ayudará a comprender los procesos designativos y a corroborar la potencialidad semántica del NP, y así validar las teorías de sentido. No es posible estudiar la antroponimia de toda la literatura ni crear una particularización única y valedera para todos los casos; no obstante, se pueden proponer algunos ejes teóricos para entender este tipo peculiar de onomástica. Esta caracterización nace pensada para el español porque los sentidos que se asocian se circunscriben al sistema cultural que los impone, lo que no evita que pueda ser extensiva a nombres en otros idiomas.
En el mundo ficcional se distinguen formalmente, grosso modo, tres fórmulas de nominación para los personajes: las descripciones definidas (el poeta, el niño, el señor), el NP y la anonimia. En este caso, interesan exclusivamente los antropónimos porque el interés de estas líneas es resaltar el “significado” que pueden incorporar. Volviendo a la sistematización de Berezowski (2001), se analizarán los NP que posean algún grado de predicación. Los procesos designativos que se aplican en la literatura difieren de los que usa el hablante en la comunicación habitual, en cuanto el escritor es el dueño del personaje, así que el NP constituye un verdadero programa para el que lo lleva. Así, el NP en la literatura debe entenderse siguiendo el desenvolvimiento del personaje dentro de la obra. Mahlberg et al. (2016) explicaron que el lector interpreta el habla y los pensamientos de los personajes y que una de las formas para hacerlo es a través de las formas denominativas empleadas. Para Signes (2020), la elección de formas denominativas no es arbitraria, sino que deja entrever aspectos relevantes de la caracterización de los personajes de la obra.
Apelar a los sentidos que el NP puede generar es un recurso estético-literario antiquísimo y muy vigoroso en todas las épocas, aunque algunos escritores hayan explotado esta riqueza más que otros. Literatos romanos como Marcial, Cicerón o Plauto fueron maestros en el uso del NP. Dickens escogió y creó nombres ficcionales cargados de múltiples connotaciones (Gradgrind, Pickwick Bounderby, Sleary, Bumble); Marcel Proust ambicionó encontrar una poética del NP. Los autores citados son minúsculas muestras de autores que aprovecharon la semántica del NP en su creación literaria. Este trabajo lingüístico refleja la capacidad de estas palabras para adquirir valores emblemáticos o alegóricos que acompañan a los sentidos del texto. Además, muestra los mecanismos de motivación que activan el valor semántico del antropónimo en el mundo literario. Se irán desglosando usando la clasificación de Langendonck (2007), pero, por la naturaleza de este espacio, se limitará al significado asociativo.
Significado asociativo
a) En relación con el nombre:
En determinadas ocasiones, el escritor designa al personaje tomando en cuenta las significaciones que el nombre, por sí mismo y sin necesidad de un referente, puede generar. Esto puede deberse, entre otras razones, al hecho de que se trata de antiguos nombres comunes que han llegado a ser propios, por antonomasia (Bajo Pérez, 2002). En este caso, las predicaciones del NP se establecen desde el significante y desde allí se trasladan al ser designado. Tenemos algunos mecanismos para este caso:
a.- Por las connotaciones que el nombre genera: no se trata de una asociación etimológica, sino del sentido sincrónico de la palabra. Ejemplos: «Dulcinea», de Cervantes en El Quijote, es un nombre que encarna ternura, suavidad, características anheladas para el personaje. «Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, es protagonizada por una mujer ruda e insensible, una bárbara, el nombre simboliza el carácter de su portadora.
b.- Cuando el escritor recategoriza una palabra en nombre propio: sincrónicamente, cualquier nombre común puede recategorizarse en nombre propio (y viceversa), lo mismo puede ocurrir con un adjetivo incluso con un pronombre (Bajo Pérez, 2002). En realidad, como lo recalcó la misma autora, cualquier secuencia de sonidos, palabra, sintagma o frase puede convertirse en NP. En ocasiones, sorprende el nombre formado porque, por un sentimiento colectivo y por los antecedentes socioculturales, no se pensaría como posible para una persona. En este caso, nacen nombres propios poco frecuentes en una cultura determinada, estrenados o traídos a colación por el literato. Ejemplos: Viernes, de Defoe, en Robinson Crusoe; Buñuelo de oro, Dos reverencias, Forma de lluvia o Doña Munda, de Lezama Lima, en Paradiso; el apellido «Sin Ropa», de Marechal, en “Adán Buenosayres”.
El nombre creado o extraído puede resultar, además de novedoso, extraño. No sabemos qué significa, pero intuimos que tiene algo escondido tras de sí. Normalmente están asignados a personajes redondos, complejos, impredecibles. Ejemplos: «A» y «B», designaciones de Kafka en “Una confusión cotidiana”; Bolaño también usa letras en “Días de 1978” y “Últimos atardeceres en la tierra”; José Luis Alegre, en A & a, tiene como personajes a «A.» y «a.». c.- Por etimología: el escritor activa la significación inicial del nombre. Con este mecanismo, el autor crea una complicidad con un público selecto, que puede percibir su alusión ya que, por lo general, los hablantes ignoran el étimo de las palabras. En este caso, es frecuente recurrir a la etimología del nombre en otra lengua. Ejemplos: Sinforosa, personaje de Vida y hechos del Famoso Don Catrín de la Fachenda, de Fernández de Lizardi, es una mujer fea, pero adinerada, a quien el protagonista seduce; su nombre significa ‘la que está llena de desdichas’. Sofía, en la obra de Carpentier, El reino de este mundo, es una mujer inteligente como significa su nombre. Nemo, el famoso Capitán, personaje de Verne en Veinte mil leguas de viaje submarino, significa ‘nada’ (en latín), voz que refleja el anonimato del personaje.
d.- Por razones fonéticas: se aprovecha de los fonemas del nombre para crear un efecto de sentido en su portador. Ejemplos: Periquillo Sarniento, de Fernández de Lizardi, el nombre provino de «Pedrillo», y Sarniento es una deformación de Sarmiento, evocación que nació porque el personaje padeció sarna. «Quiela», en la obra de Elena Poniatowska, Querido Diego, te abraza Quiela, viene de la pregunta en francés ¿quién es ella? (“Qui’st elle?”), y ella era una mujer que había sido olvidada por su pareja. «Servadac», apellido del protagonista de la novela Hector Servadac, de Julio Verne, es un anagrama de “Cadavres”, ‘cadáveres’ en francés, leído al revés. «Caliban» de Shakespeare, en La tempestad, es un anagrama formado de la palabra “caníbal”.
e.-Neologismos: son verdaderas invenciones del escritor. Ejemplos: Ynaca o Rialta creados por José Lezama Lima, en Paradiso, Oromasia de Brimbonques, (fijémonos también en el juego fonético) en el entremés “El marido fantasma”, de Francisco de Quevedo. Hipknock y Gliptodonte (un monstruo humanizado) se deben a Ladislao Holmberg, en “Horacio Kalibang”, Vanessa fue inventado por Shakespeare y «Pamela», por el poeta inglés Philip Sidney.
b) En relación con el referente:
Cuando el escritor prefigura su personaje tomando como modelo o inspiración (con fines miméticos, irónicos o paródicos) el referente que porta la designación. Su ventaja es que, si conocemos al referente, contamos ya con una matriz básica de rasgos semánticos (Bajo Pérez, 2002). La motivación se establece porque el significante se asocia al referente y toma de él los sentidos asociativos que contiene. Los referentes suelen ser personajes históricos, bíblicos, mitológicos o ficcionales. Daniel Vallat los llamó nombres miméticos o significativos, Pavanell, que es citado por Vallat, nombres alusivos, Hamon (1993) habló de personajes referenciales. Estos nombres imponen ciertos condicionamientos al escritor ya que remiten a una realidad extratextual que, de alguna manera, determina el sentido y las particularidades del personaje. Tales nominaciones recalcan el peso de las connotaciones que forja la cultura y la ideología. Ejemplos:
A.- Nombres que provienen de personajes históricos: sin duda, las muestras más patentes nos entregan las novelas históricas. Citaremos solo un nombre: «Simón Bolívar» utilizado en más de una docena de obras, algunas de ellas son: “El último rostro”, de Álvaro Mutis; El general en su laberinto, de Gabriel García Márquez; Bolívar, delirio y epopeya de Víctor Paz Otero; Yo, Bolívar Rey, de Caupolicán Ovalles.
En ciertas ocasiones, para identificar al referente es necesario tener un conocimiento enciclopédico o un conocimiento específico sobre una cultura o época determinada en la que funcionan las connotaciones (positivas o negativas) o el sentido referencial del nombre. Ejemplos: el personaje Dido en La Eneida, de Virgilio, estuvo inspirado en un ser histórico, la reina de Cartago que se suicidó para no casarse con un rey africano. Guillermo de Baskerville, de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, se basa en Guillermo de Ockham (1280/1288-1349), sacerdote franciscano, considerado por algunos como el padre de la epistemología y de la filosofía moderna. Otros personajes de esa misma obra evocan también a referentes históricos: Ubertino da Casale, Michele de Cesena, Bernardo Gui (Guidone, en la realidad), entre otros.
b.- nombres ficcionales: el nombre del personaje de una obra reaparece en otro relato del mismo autor o de un escritor diferente. Cuando esto ocurre, está llevando consigo la carga semántica que adquirió cuando ingresó en el mundo literario. Ejemplos: el apellido Soulinake fue utilizado por Valle-Inclán para otros personajes en las obras La lámpara maravillosa, Ejercicios espirituales y La corte de Estrella, el apellido indica la procedencia extranjera del personaje. Falstaff aparece en algunas obras de Shakespeare: Enrique IV (primera y segunda parte), Enrique V y Las alegres comadres de Windsor.
Arturo Belano, actante de Bolaño, está presente en Amuleto, Los detectives salvajes o el cuento “Fotos”. Otras muestras de este viaje del nombre las encontramos en las sagas, (El Señor de los anillos), en las novelas con varias partes (El Quijote) o en las novelas policiacas protagonizadas por un mismo detective. En todos estos nombres, sus predicaciones se van completando a medida que se trasladan, pues cada obra proporciona nuevos elementos para advertir el carácter o funcionalidad del personaje.
Un nombre también podría retomarse dentro de la misma obra. El efecto de esta recurrencia es que parte de las descripciones definidas de los NP de los portadores iniciales son heredadas a los nuevos portadores. Dentro de esas descripciones se inscribe carácter, destino, parentesco, intereses. Una novela emblemática de este caso es Cien años de soledad, de García Márquez, en la que algunos nombres se van repitiendo por generaciones, los más explotados son José Arcadio y Aureliano. En Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, se juega con dos nombres: Catherine y con el apellido-nombre Linton. De acuerdo con Ikbol (2021), el homónimo literario posee un enorme poder connotativo y un potencial expresivo, crea significados, debido a su excepcional capacidad para codificar una cantidad de elementos del intra e inter contexto y por encarnar las intenciones del autor y las ideas artísticas de la obra.
c) En relación con el nombre/referente
Se puede afirmar que, en este caso, no existe un predominio ni del significante ni del referente, sino de ambos a la vez. Lo que se pretende es que el designado pueda encajar, por similitud o por contraste, con el nombre que lo particulariza. Realmente serían los nombres que reciben la máxima carga de motivación. Mecanismos usados:
a.- Analogía: cuando el nombre refleja las cualidades que definen al personaje dentro de la obra. De alguna manera, llegan a ser nombres simbólicos. Ejemplos: la mayoría de los nombres de la obra Vida y hechos del Famoso Don Catrín de la Fachenda, de Fernández de Lizardi: Tarabilla significa ‘que habla mucho, de prisa y sin orden ni concierto’, Don Abundo, ‘abundancia’, nombre de un viejo muy rico, Simplicio, ‘simple’, en la novela -dice el narrador- era un ser simple. El protagonista se llama Catrín de la Fachenda, Catrín: ‘bien vestido, engalanado’; fachenda, ‘vanidad, jactancia’ ambas características aplicables al personaje. Junto a ellos están: Don Tremendo, Modesto, Prudencio, Constante, Moderato, cuyos comportamientos están en consonancia con el nombre que llevan.
b.- Antífrasis: cuando un personaje lleva un nombre que no se corresponde con las cualidades o características que se desprenden de él en la obra. Este empleo supone ironía, sobre todo cuando el nombre es bien conocido. Ejemplos: Máximo Estrella en Luces de Bohemia, de Valle Inclán, tiene una vida presidida por la fatalidad, su seudónimo dentro del relato es Mala Estrella. Cuentan también apodos como Cabecita, para un portador que tenía cabezota en Los vecinos del callejón de Andín, de Ignacio Aldecoa o el de Cerebro, para un joven no muy inteligente, en Soldados de Salamina, de Javier Cercas.
Puede darse el caso de que en un mismo nombre se fusionen la analogía y la antífrasis. Ejemplos: Apresurado Lento en Paradiso, de Lezama Lima, un mesero etiquetado así por la rapidez con que la que pasaba los alimentos, tanto que era muy difícil probarlos; Rosario Tijeras, de Jorge Franco -en la novela homónima-, no actúa precisamente como la ‘que vive en un jardín de rosas’ como sugiere su nombre, aunque su apellido sí traduce la conducta violenta de una mujer que se desenvuelve en el mundo de la mafia colombiana; Petra Delicado (Petra, de Pedro, ‘piedra’), la detective de Alicia Giménez Bartlett, un personaje complejo, duro, pero sensible y delicado a la vez.
c.- alegoría: cuando los nombres de los personajes manifiestan ciertos valores consabidos por una cultura. En este caso, las abstracciones pasan a convertirse en NP (Bajo Pérez 2002). Aunque se personifican, en realidad representan al valor mismo. Ejemplos: en los autos de Calderón de la Barca, Amor, Pureza y Sencillez en Psiquis y Cupido; Esperanza, Caridad y Fe, en Nuevo hospicio de pobres. Tirso de Molina sigue un patrón parecido en sus autos, en el Colmo divino actúan el
Cuerpo, el Placer, el Mundo, etc.; en Los hermanos parecidos, Admiración, Engaño, Temor, Envidia, Justicia, etc.
d.- Apodos que actúan como nombres: los apodos, casi siempre, se crean para denotar rasgos mentales, morales, del carácter, temperamento o comportamiento de alguna persona, podrían ser designaciones analógicas o antifrásticas; y podrían ser positivos o negativos. Estas designaciones normalmente son preferidas para los inframundos, porque están asociadas a la ilegalidad y así retratan mejor esas esferas. Ejemplos: En Pantaleón y las visitadoras, de Mario Vargas Llosa, una obra ambientada en un burdel amazónico, predominan los apodos motivados: Chuchupe, nombre de una serpiente del lugar conocida por su gran lengua, sobrenombre de una mujer muy habladora; Chupito, su pareja, es diminutivo porque es pequeño; Sinchi, ‘fuerte’ en quechua, es un tipo de gran influencia en el medio; una prostituta se llama
Brasileña, por haber vivido en Manaos, otras prostitutas son Pechuga o Peludita, las motivaciones son fácilmente perceptibles.
E.- Seudónimos: como los nombres que emplean las personas para sus cuentas de correo. Un caso literario que apela a este tipo de nominación es la obra de Raúl Vallejo, Acoso textual cuyos personajes son los nombres de sus correos electrónicos, así: <mailto:pozole@netmex.com.mx">pozole@netmex.com.mx
> de un mexicano glotón; la de un ejecutivo de Buenos Aires es <mailto:nostalgico@arnet.pro.arnostalgico@arnet.pro.ar>; <bicho@stanford.edu> pertenece a un tipo que odia los cánones establecidos; <sabrina@comp.uark.edu> es el de una mujer que trabaja en el mundo de las computadoras; <enquirer@aol.com> (en relación al National Enquirer) identifica a una conocedora de la farándula. En todos los casos son nombres con una fuerte carga motivadora, considerando que son autonominaciones: el personaje escoge ser conocido con esta forma, con esas predicaciones, dan cuenta de qué elementos eligen para reflejarse, e implican una doble motivación: la que signa el autor y la que firman ellos mismos.
Implicaciones semánticas del nombre propio como antropónimo literario
Los NP tienen una manera de significar que difiere del de las palabras léxicas. Ahora se debe precisar qué particularidades adquiere este semantismo en la literatura y cómo esto permite entender al NP. En el lenguaje literario, el significado no se reconoce inmediatamente a través de la convención, porque es un sentido indirecto, ligado al emisor y a sus circunstancias. Al lector le toca descubrir el significado simbólico recurriendo a las pistas que el emisor entregue y a los saberes culturales que se hallan proyectados en las obras. Y si el significado del NP no se activa de la misma forma que en las palabras léxicas, habríamos de deducir que su sentido, dentro de la literatura, está contenido en una serie de niveles que para descifrarse exigen diversos y complejos (en ciertos casos) mecanismos de interpretación.
Estos significados asociativos, especialmente los que nacen del referente, son difíciles de percibir por el lector, ya que para su activación exigen un conocimiento cultural (enciclopédico, etimológico, de otros idiomas). Barthes (1976) lo explicó de esta manera: es la cultura la que impone al nombre una motivación natural, “lo que es imitado no está ciertamente en la naturaleza sino en la historia, una historia, sin embargo, tan antigua que constituye al lenguaje que ha producido como una naturaleza fuente de modelos y pruebas” (p. 186). En muchas ocasiones, el escritor establece coordenadas que orientan el sentido interpretativo del NP y asegura la delimitación de su campo sugestivo.
A la inversa, muchos de los NP que evoca la literatura se encuentran en la imaginería popular formando parte de su herencia cultural: nombres de héroes bíblicos, figuras grecolatinas, personajes de cuentos, personajes hagiográficos, personajes históricos nacionales, figuras novelescas, todos ellos nada ajenos a un lector medio. Por ello, Adán, Caín, Matusalén, Noé, Moisés, Salomón, Sansón y otras figuras pueden hallarse registradas en la fraseología proverbial. Estos nombres constituyen modelos arquetípicos, usos antonomásicos, con una imagen estereotipada que la literatura explota, en su sentido inicial o resemantizado.
Muchos de los significados que recibe el NP también provienen de la correspondencia que establece con otros elementos del enunciado. Como signo lingüístico, no puede entenderse sin las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas que entabla. En el sintagma, y como materia primera del escritor, el NP constituye un factor de cohesión de los rasgos que, a lo largo del relato, se atribuyen al personaje. El escritor va modelando a sus personajes a través de su conducta y de sus cualidades. Al comienzo del relato -o en la primera mención del personaje- este no es más que una etiqueta que, de forma progresiva y discontinua, se va cargando de significación. Dicho en palabras de Barthes (1970), el personaje se caracteriza por poseer un conjunto de rasgos que se unifican en el personaje a partir del NP o un equivalente: “El nombre propio funciona como imantación; al remitir virtualmente a un cuerpo, arrastran la configuración sémica a un tiempo evolutivo (biográfico)” (pp. 55-56) y esta duración en el tiempo determina su significación. De esta forma, siguiendo con Barthes, el NP funciona como una categoría semántica y no solo como una etiqueta de identidad.
En el paradigma, cuando se alude a nombres referenciales, el NP experimenta un proceso de resemantización y pasa a denotar una serie de rasgos -como si se tratara de un adjetivo o un conjunto de adjetivos- que la tradición ha ido depositando en él. La ficción es, entonces, un campo propicio para la refuncionalización de ciertos nombres. Esta propiedad demuestra que la literatura genera continuas asociaciones, que incluso pueden menguar frente a las que ostenta el referente y pueden llevar a que el significado del referente se virtualice frente al significado literario. También demuestra que si un nombre puede servir para diferentes bautizos es porque no está atado a ninguna descripción que limite su aplicación.
Por lo visto, no todos los NP contienen el mismo grado de significación ni esta significación puede ser percibida de la misma forma por todos los lectores. Por tal razón, los nombres han sido divididos en nombres con motivación más transparente y nombres menos transparentes. Otras categorizaciones, como la de Langendonck (2007), distinguió entre nombres propios emotivos (de mayor carga semántica) y nombres neutros (con menos motivación). Los nombres con motivación transparente son aquellos cuyo efecto de sentido puede ser percibido con facilidad por los receptores. Para la semántica del texto, es sustancial descifrar esta motivación porque aporta sentidos generales a la obra. Entender esta particularidad del nombre literario afecta también al campo de la traducción que, en muchas ocasiones, ha olvidado traspasar esa motivación de una lengua a otra, con las consiguientes pérdidas. Son nombres con motivación trasparente: los analógicos, los antifrásticos, los apodos, muchos nombres que portan connotaciones.
Por otro lado, tenemos a los nombres motivados pero no transparentes, porque sus predicaciones no resultan tan evidentes, o quizá no lo son para un lector común, ya que se requiere de una serie de conocimientos o de contextos no siempre conocidos. Se trata de un recurso intencionado del autor con el cual pretende enmascarar el sentido del NP. Son nombres con motivación no trasparente los que recurren a la etimología, al conocimiento enciclopédico o a ciertas motivaciones expresivas que toma en cuenta el escritor.
En general, todos estos significados revisados ponen de manifiesto que el NP posee, de cierta forma, un contenido predicativo o componente extensional. A pesar de esta evidencia y para inquietud del lingüista, este significado no puede ser expresado en términos de rasgos o propiedades léxico-semánticas, porque no dependen de las propiedades lingüísticas del nombre, sino del uso de la palabra en un contexto específico. Ronen (1994) argumentó que si el NP no lleva implícito un conjunto de descripciones ajustadas es porque, semánticamente hablando, está asociado con un conjunto incompleto de propiedades. En ese caso, la correlación con la realidad no importa porque el nombre está hecho para significar dentro de un mundo particular (como el mundo ficcional). Luego, la mayoría de esas cualidades adjuntas al NP es relativa a un mundo y variará -a pesar del estatuto ontológico del nombrado- según el contexto en que este sea utilizado, o una vez que el referente pierda las propiedades utilizadas en el acto de nombrar.
Como corolario, el sistema de nominación demuestra que la asignación de un NP va a depender del género o subgénero literario en el cual es empleado. Este carácter fue plenamente advertido ya en la literatura clásica griega. El cuento, por su brevedad, puede prescindir de los nombres ya que es más fácil la identificación a través de las frases definidas. En cambio, la novela o la épica (de mayores alcances) permiten la recurrencia de los nombres. La anonimia es frecuente en los textos dramáticos, para reducir papeles actanciales. La literatura infantil es más propensa a nombres analógicos. La literatura de tono burlesco, satírico o humorístico, para acentuar la comicidad e incluso para caracterizar a los personajes (Bajo Pérez, 2002), suele prestarse a la creación de nombres analógicos, antifrásticos o al uso de apodos. De forma similar, se aprecia una relación entre el tipo de personaje creado y el nombre que este lleva. Los nombres motivados son más propicios para personajes planos. En tal virtud, los nombres alegóricos o los referenciales tienden a funcionar como paradigmas de una virtud o defecto. Las obras con pretensiones realistas con mucha frecuencia optan por un NP aparentemente neutro, común en la sociedad que tratan de reflejar. Por su lado, los personajes redondos, usualmente exhiben una carga motivacional menor o esta puede estar disfrazada.
Conclusiones
Después de la revisión de las particularidades de la antroponimia en la literatura, podemos mostrarnos de acuerdo con las teorías del sentido que entienden el NP como una subclase de palabra que posee significado, no en sentido léxico, como ocurre con el nombre común, sino por la aportación de sentidos descriptivos de diferente índole. Esta posibilidad connotativa le faculta para funcionar como una figura literaria, como un elemento estético de significados plurales, capaz de brindar al texto literario un significado adicional. Ciertamente, en el ámbito de la traducción literaria, el asunto del nombre de los personajes es crucial, porque se reconoce que está imbuido de aspectos lingüísticos, culturales y sociales (Čermáková y Mahlberg, 2018; Hăisan, 2020; Turan, 2021), igual idea ha sostenido Munkhjargal (2021) sobre la traducción del NP en general. Además, el potencial semántico del NP también ha sido aprovechado en la enseñanza de segundas lenguas, por poseer un significado categórico mínimo que permite conocer la otra lengua (Klassen, 2022).
Se puede concluir que el sistema de nombrar creado por la ficción es particular y que la especificidad de la onomástica literaria radica en el hecho de que en la literatura se acentúan las posibilidades significativas de las palabras, más aún cuando se puede anticipar al objeto nombrado y descargar en él el peso simbólico del nombre, a lo largo de su actuación dentro de la obra. En teoría y en la práctica, la literatura demuestra también que la lengua dispone de los mecanismos adecuados para crear nombres, en variación nominal ilimitada, dado que cualquier clase de palabra o cualquier secuencia de discurso pueden llegar a ser nombre, siempre que exista la voluntad de que así sea.
Asimismo, la literatura contribuye a comprender el funcionamiento de un nombre que viaja a través de diferentes mundos. Un nombre se traslada de un mundo a otro con una serie de significados asociativos que aumentarán conforme se inscriba en nuevos orbes, lo que no significa que el objeto nombrado cambie de identidad en cada contexto. El sentido del nombre en el contexto de este otro posible mundo puede diferir de su sentido inicial, siempre y cuando ese mundo facilite la información necesaria para formar un sustituto descriptivo para el NP.
En síntesis, la onomástica literaria permite conocer mejor el funcionamiento de un NP. La peculiaridad del denotado ficcional refleja que el verdadero peso semántico de un NP no está determinado en la relación signo-referente, sino en la relación signo-lector, porque su función, designar objetos individuados, es independiente de la propiedad del objeto. Como son posibles sin existencia real, todas las entidades ficcionales tienen la misma condición ontológica, de ahí que sea posible derivar de ellos nociones cognoscitivas de significativo valor para comprender su funcionamiento lingüístico.
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