La Iglesia De Yarvicolla: El Estilo Mestizo Y Su Comparación

Con La Portada De Sica Sica


The Church Of Yarvicolla: The Mestizo Style And Its

Comparison With The Facade Of Sica Sica




Josefina Leonor Matas Musso

Universidad Católica Boliviana “San Pablo”

Bolivia


jmatas@ucb.edu.bo

https://orcid.org/0000-0003-0992-8780




Álvaro Eduardo Balderrama Guzmán

Universidad Católica Boliviana “San Pablo”

Bolivia


abalderrama@ucb.edu.bo

https://orcid.org/0009-0008-2935-4634




Alicia Alejandra Olivera Flores

Investigadora independiente

Bolivia

alioliveraflores@gmail.com

https://orcid.org/0009-0002-6929-2198




Cristian Mariaca Cardona

Bolivia

cmariaca@ucb.edu.bo

https://orcid.org/0000-0001-9930-1257





Fecha de recepción: 05 de marzo de 2024. Aceptación: 04 de mayo de 2024.













Resumen


La portada de Yarvicolla es un destacado ejemplo de la arquitectura barroca mestiza en Bolivia, ya que refleja la fusión de influencias españolas e indígenas en la región. Los objetivos de este análisis son describir y analizar las características arquitectónicas de la portada, al hacer énfasis en su estructura, distribución de columnas, hornacinas y ornamentación. Además, se explorará la relación de esta iglesia con la arquitectura de iglesias collas como la de Sica Sica. Para lograr esto, se lleva a cabo una revisión histórica de la iglesia que, a través de fuentes primarias, permite obtener información precisa sobre su construcción y contexto histórico; además, se obtiene un dibujo detallado de las dos portadas, lo que proporciona una representación visual detallada de cada una de ellas. Posteriormente, con esta información, se procede a realizar la comparación, lo que implica identificar similitudes y diferencias en términos de diseño, estilo arquitectónico y ornamentación.


Palabras clave: patrimonio cultural, portadas retablo, arquitectura colonial, estilo mestizo, estructura arquitectónica.






Abstract

The facade of Yarvicolla is a prominent example of mestizo Baroque architecture in Bolivia, reflecting the fusion of Spanish and indigenous influences in the region. This analysis aims to describe and analyze the facade's architectural characteristics, focusing on its structure, column distribution, niches, and ornamentation. Furthermore, the relationship of this church with the architecture of Colla churches, such as Sica Sica, will be explored. A historical review of the church is conducted to achieve this goal, utilizing primary sources to obtain accurate information about its construction and historical context. Additionally, a detailed drawing of the two facades is obtained, providing a visual representation of each. Subsequently, with this information, a comparative analysis is carried out to identify similarities and differences between the two churches.


Keywords: cultural heritage, altarpiece façades, colonial architecture, mestizo style, architectural structure.



Historia de la Iglesia de Yarvicolla


La historia y ubicación de la iglesia de Yarvicolla en Bolivia se remonta a los primeros asentamientos españoles en el territorio. Desde la construcción de la primera iglesia en Paria, Oruro, en 1535, se erigieron numerosas iglesias a lo largo del altiplano, incluso en lugares actualmente casi despoblados.

Estas iglesias coloniales fueron construidas en lugares inhóspitos, debido a que fueron los primeros asentamientos españoles en la región y formaron parte de una ruta comercial que intercambiaba productos desde la zona de los salares hasta el Cuzco, en Perú.

El Capitán Lorenzo de Aldana, quien llegó al Perú con Pedro Alvarado y era hombre de confianza de Francisco Pizarro, trabajaba en el altiplano altoperuano para tomar posesión de la encomienda que había recibido. Esta encomienda abarcaba Paria, Toledo, Tapacarí y Capinota, zonas que albergaban vetas de plata descubiertas por los indios de Paria. Estas vetas de plata permitieron que Aldana se convirtiera en uno de los hombres más ricos del Perú (Calvo, 1998).

Tras la muerte de Aldana, la explotación de las minas fue abandonada. Sin embargo, años después, un grupo de mineros retomó la explotación, y es en este contexto que surge el poblado de Yarvicolla. Este está ubicado cerca de la hacienda que le dio origen y donde se encuentra la iglesia en estudio.

La iglesia de Yarvicolla se encuentra en las cercanías de Caracollo, en el camino que conduce a las minas de Colquiri. En las proximidades del pueblo de Yarvicolla existía una fundición que pertenecía al Hospital de San Juan de Dios de Oruro. Aunque no se encontraron referencias específicas, se estima que, debido a su ubicación, esta fundición formó parte del grupo de minas que, en 1714, era administrado por el teniente corregidor Juan Núñez de Montenegro (Calvo, 1998).

Existe la suposición de que Yarvicolla pudo haber tenido otro nombre durante la época virreinal y que se conocía como Llauricocha. Se ha encontrado un expediente en el ANB que menciona una iglesia que formaba parte del convento de dicho sitio. En el ANB, se encuentra un expediente fechado el 20 de julio de 1796, seguido por don Antonio Suárez de Rivera, tesorero interino en la Real Caja de Oruro. En este expediente se solicita la anulación del arrendamiento de las minas cupríferas de Corocoro, provincia de Pacajes, y su fundición en Llauricocha, provincia de Sicasica. Este arrendamiento había sido realizado por el Hospital de San Juan de Dios de Oruro, propietario de dichas haciendas, al doctor José Serrano.

Las noticias sobre el templo de Yarvicolla son escasas en los documentos encontrados pero, gracias al sacerdote José Luis Soria, se ha obtenido información relevante sobre un pedido realizado al Obispo de La Plata, el 27 de octubre de 1888.

Se conoce que, en su comunicación al obispo, el mencionado sacerdote informa sobre la necesidad de realizar la venta de un órgano antiguo y un solar, con el objetivo de contribuir a los fondos asignados para el arreglo del interior del templo de Yarvicolla, el cual se encontraba en estado de deterioro. Estas transacciones permitirían los recursos necesarios para adquirir dos mil tejas, que serían utilizadas para obtener el retejo de la iglesia.

Por esta correspondencia, también se conoce el nombre del constructor que se ocupa del techo hasta el momento y que, por haberse retirado, deja el techo solo entortado, con el peligro de que las aguas se infiltren en el interior.

La portada del templo de Yarvicolla revela información importante sobre los canteros que participaron en su construcción. En los plintos de las columnas centrales de la portada, se pueden observar cuatro inscripciones que indican sus nombres: a la izquierda se puede leer “M……zapasa”; bajo esta inscripción, otra que dice “……zapasa”. Este epígrafe sugiere la presencia de un cantero cuyo nombre podría ser Zapasa o Apaza. Aunque la inscripción está incompleta, nos brinda un indicio valioso sobre uno de los canteros involucrados en la construcción del templo (Figura 1). En el plinto de la columna derecha, se pueden apreciar las inscripciones "Obra de......Mamani" y "Obra de Manuel ba......" (Figura 2). Estas inscripciones sugieren la participación de tres canteros en la construcción de la portada: Zapasa, Mamani y Manuel ba (Gisbert, 2002).



Figura 1

Inscripciones con el nombre de los canteros en la portada de Yarvicolla



Nota. Fotografía tomada por Windsor Tapia, 2024.



Figura 2

Inscripciones con el nombre de los canteros en la portada de Yarvicolla



Nota. Fotografía tomada por Windsor Tapia, 2024.



Figura 3

Planta de Yarvicolla, con base en el plano realizado por Teresa Gisbert y José de Mesa



Nota. Dibujo de Alicia Olivera, 2024.



El templo de Yarvicolla presenta características arquitectónicas que se alinean con la tipología de lo que Gloria Espinosa Spíndola llama “la arquitectura para la conversión y la cristianización en Nueva España” (Espinosa, 1999, p. 83) (Figura 3).

En primer lugar, el templo cuenta con un atrio, que es un espacio abierto que rodea la iglesia. Este atrio no solo cumple una función estética, sino que también servía como lugar de reunión y catequesis para los fieles. Además, se menciona la presencia de las capillas posas en las cuatro esquinas del atrio (Figura 4). Estas capillas, de planta cuadrada, presentan un techo a dos aguas y albergan altares de adobe en su interior. Estas capillas posas eran espacios destinados a la catequesis y servían para las procesiones (Gisbert, 1962). Al frente de la entrada principal se encuentra una capilla pequeña que se constituye en la primera estación del Vía Crucis. Hasta hace unos años, la torre se encontraba adosada a la nave principal. Sin embargo, en la actualidad, la torre está exenta debido a un derrumbe que se produjo en el pasado (Figura 5). En su lugar, se ha construido un contrafuerte que utiliza las piedras de la torre; es probable que este contrafuerte no cumpla una función estructural.



Figura 4

Capilla posa de Yarvicolla



Nota. Fotografía de Windsor Tapia, 2023.



Figura 5

Torre y atrio de Yarvicolla



Nota. Fotografía de Windsor Tapia, 2023.



La iglesia es de una nave con arco triunfal (Figura 6), testero plano y coro en forma de U. Las paredes laterales avanzan para jerarquizar la portada principal, totalmente tallada en el estilo barroco mestizo.

El interior del templo es sencillo y, lamentablemente, se encuentra en muy mal estado de conservación por el deterioro que, a juzgar por la correspondencia encontrada, existe desde el s. XIX, y por el acecho de los ladrones que fueron desmantelando poco a poco el templo. Llama la atención el arco triunfal decorado con medallones, de los cuales cuelgan pinjantes dorados. Las pilastras que sostienen el arco toral tienen capiteles dóricos y están envueltas en unas cajas de madera totalmente decoradas con flores.



Figura 6

Arco triunfal de Yarvicolla



Nota. Fotografía de Isabel Egaña, 2023.



El púlpito actualmente está casi totalmente devastado, lo mismo que el retablo. El retablo mayor (Figura 7) tiene tres cuerpos y tres calles, está ornamentado con decoración mestiza y dorado en pan de oro.



Figura 7

Retablo mayor de Yarvicolla



Nota. Fotografía de Isabel Egaña, 2023.



El estilo barroco mestizo y las portadas retablos en Charcas


Figura 8

Ortofoto de Yarvicolla


Nota. Realizado por Cristian Mariaca, 2024.



La portada de Yarvicolla es una verdadera joya (De Mesa y Gisbert, 1962) y se destaca como uno de los mejores ejemplos del barroco mestizo en Bolivia (Figura 8). El término "mestizo" se refiere a la fusión de influencias españolas e indígenas en diversos aspectos de la cultura latinoamericana, lo que incluye la arquitectura colonial. Es importante detenernos un momento para comprender este concepto. El estilo mestizo surgió como resultado directo del encuentro entre las culturas española e indígena durante ese período. Según Gisbert y De Mesa (1997), el término "barroco mestizo", aunque no es el más apropiado según el profesor Kubler, es el más adecuado para describir la arquitectura barroca del siglo XVIII, que es resultado de una combinación de elementos, culturas y formas de interpretación, de ahí su denominación "mestizo".

Gutiérrez (2001), por su parte, continúa con la idea de un barroco mestizo y sincrético. El mencionado autor dice:

Esta cultura tiene la flexibilidad de persuadir sin negar frontalmente los rasgos de las culturas indígenas. Esto no significa que no exista un pensamiento indígena "irreductible" a la racionalidad occidental, que busca recuperar las condiciones ancestrales de su horizonte prehispánico y que, para sobrevivir, se articula con la ritualización sincrética de las formas externas del barroco (Gutierrez, 2001, pp. 68-69).


Por otro lado, Chueca (1971) argumenta que la arquitectura virreinal no es un fenómeno nuevo y diferente, ni una proyección exclusiva de España, sino que coexiste en una unidad superior llamada "transhispánica". Critica el mestizaje artístico y sostiene que, a pesar de las influencias cultas europeas, la arquitectura virreinal reprodujo y reafirmó la evolución de la arquitectura metropolitana española, ya que considera que lo que se produjo en América ya se había producido previamente en España.

La influencia española se reflejó en la introducción de elementos arquitectónicos europeos, mientras que la influencia indígena se manifestó en el uso de materiales locales, técnicas de construcción tradicionales y la adaptación de los espacios arquitectónicos a las necesidades y cosmovisión indígena.

Esta fusión de influencias españolas e indígenas dio lugar a un estilo arquitectónico único y característico en la región, conocido como arquitectura mestiza. La arquitectura mestiza se distingue por combinar elementos y características de ambos contextos culturales, lo que crea un lenguaje arquitectónico híbrido y representativo de la identidad latinoamericana.

En la América Novohispana, los templos incorporaban un elemento conocido como "portada retablo", el cual, aunque no era originario de América, adquirió un desarrollo excepcional. Los orígenes de este elemento se remontan a las portadas españolas de la época de los reyes católicos y el siglo XVII. No obstante, en América, la decoración de estas puertas alcanzó su máxima expresión, especialmente debido a su carga simbólica para los indígenas.

En América, la mayoría de la población estaba más familiarizada con el lenguaje visual que con el escrito, lo cual llevó a que el método principal para difundir la fe fuera a través de imágenes. Los catequizadores españoles se enfrentaron a un desafío significativo, debido a la barrera del idioma. Sin embargo, utilizar imágenes se convirtió en una alternativa empleada por los doctrineros para lograr sus objetivos evangelizadores durante los siglos XVI al XVIII. Esto pone de manifiesto la importancia de la portada como un elemento evangelizador y un estímulo para la práctica de la nueva religión católica.

La decoración de las portadas, en relación con el horror vacui, se caracteriza por una abundante ornamentación planiforme que busca llenar todos los espacios disponibles con motivos decorativos. Esta técnica se utiliza para evitar cualquier sensación de vacío o espacio sin adornos. Los motivos decorativos abarcan una amplia variedad, desde la flora y fauna tropical americana hasta elementos de la tradición prerrenacentista. Estos motivos reflejan la riqueza y diversidad de la naturaleza en América, así como la influencia de la tradición artística europea en la arquitectura colonial. En cuanto a la flora y fauna tropical americana, se pueden apreciar representaciones de plantas exuberantes, flores tropicales, hojas y frutas características de la región. En cuanto a la tradición prerrenacentista, se observan motivos arquitectónicos como columnas, arcos y frontones, que reflejan la influencia de la arquitectura renacentista europea en la región. Estos elementos se combinan con los motivos tropicales para crear una fusión única en la decoración.



La portada de Yarvicolla: importancia y comparación en el barroco mestizo


Según De Mesa y Gisbert (2002), la portada de Yarvicolla no está relacionada con la arquitectura de Oruro, sino más bien con la arquitectura de algunas iglesias collas, como la de Sica Sica. Estas iglesias tienen como elemento principal de su composición el atrio amplio para la función de la cristianización de grandes multitudes de indígenas. Aunque no se dispone de datos precisos que respalden la antigüedad de Yarvicolla, en comparación con Oruro, se puede inferir que Yarvicolla es anterior.

Ahora hay que detenerse a examinar la importancia que tuvo la portada de Yarvicolla en la región, lo cual se refleja en el cuidado y la atención prestados a su diseño. También se analizarán los puntos en común y las diferencias entre ambas portadas, a través de una metodología comparativa que implica seleccionar elementos para comparar, recopilar datos relevantes, identificar similitudes y diferencias y analizar e interpretar los resultados obtenidos. Es importante recordar que, en el estilo mestizo, la decoración se añade meticulosamente, elemento por elemento, sobre la estructura renacentista de la portada, lo que crea una ornamentación enriquecida dentro de una estructura sólida (Gisbert, 2002).

Antes de entrar al análisis de la portada de la iglesia de Yarvicolla, es conveniente conocer las partes de una portada retablo que pueden asimilarse a las de un retablo. Según Benítez (2018), al leer un retablo se sigue el proceso constructivo de abajo hacia arriba. Comienza con el sotabanco o predela, que es el basamento que sostiene todo el conjunto. Sobre él se coloca el primer banco, y en el caso de retablos con varios cuerpos, cada cuerpo tendrá su propio banco. Los retablos se dividen en cuerpos, calles y remate. Cada cuerpo es un segmento horizontal con columnas y un entablamento que lo sostiene. Entre la predela y el primer cuerpo, se encuentra el piso, que puede tener un espacio reservado para la custodia o el sagrario. El siguiente nivel muestra las calles, que son zonas verticales que abarcan todo el conjunto. La calle central se denomina central, mientras que las demás se llaman laterales. En estas calles se pueden ubicar pinturas, imágenes o relieves en hornacinas o espacios rehundidos, llamados cajas. Las calles están divididas por columnas o entrecalles que separan la estructura verticalmente. Los retablos pueden tener desde un solo cuerpo y una sola calle hasta múltiples calles y cuerpos, ya que depende del espacio disponible y los medios de soporte utilizados. Por lo general, el número de calles es impar, para resaltar la calle central. El conjunto de cuerpos y calles se remata con un compartimiento final llamado ático.

En Yarvicolla, la portada tiene sotabanco, se divide en tres cuerpos y tres calles y remata en un pequeño ático (Figura 9). En el cuerpo y calle central se encuentra la puerta principal, flanqueada por ocho columnas báquicas y cuatro hornacinas en los cuerpos laterales. El cuerpo medio es más angosto y tiene tres hornacinas flanqueadas por columnas báquicas. Remata este cuerpo un friso con figuras en forma de sol, que sostienen un tercer cuerpo con una hornacina rodeada por columnas báquicas con abundante decoración mestiza (Gisbert, 1962).

La iglesia de Sica Sica tiene una portada principal con tres cuerpos y tres calles con una disposición original, puesto que la portada principal está flanqueada por tres columnas báquicas a cada lado, sin las tradicionales hornacinas (Figuras 10). Las columnas salomónicas tienen un dado sobre ellas, lo que les permite llegar hasta el arquitrabe que separa el primer del segundo cuerpo. En el segundo cuerpo de la portada, se encuentran tres hornacinas, una en cada calle. Estas hornacinas pueden haber sido utilizadas para albergar imágenes religiosas. Por otro lado, el último cuerpo de la portada tiene forma de triángulo y aloja una hornacina adicional. En todo este conjunto, llaman la atención las cabezas antropomorfas ubicadas en los pedestales de las columnas báquicas.

Estructuralmente, ambas portadas tienen una disposición similar de tres cuerpos y tres calles. Sin embargo, en Sica Sica se encuentran seis columnas que flanquean las tres calles, mientras que en Yarvicolla se utiliza una sola columna, lo que da lugar a la presencia de hornacinas en los laterales.



Figura 9

Portada de Yarvicolla. Dibujo realizado para el trabajo de Teresa Gisbert y José de Mesa



Nota. Dibujo de Natalia Acebey.



Figura 10

Fachada de Yarvicolla



Nota. Fotografía de Alicia Olivera, 2024.



En lo que respecta a la ornamentación, tanto en Sica Sica como en Yarvicolla se pueden apreciar elementos decorativos distintivos. En Sica Sica, destacan las cabezas antropomorfas en los pedestales de las columnas, que reflejan una característica propia de la arquitectura simbólica. Además, en el segundo cuerpo de Sica Sica se encuentran papayas y uvas colgantes, que adornan de manera abundante la portada (Figura 11). Por otro lado, en Yarvicolla, la ornamentación se caracteriza por la presencia de uvas, cuadrifolias, soles y jarrones que se extienden a lo largo de todo el conjunto arquitectónico.

Ambas portadas son consideradas monumentales y tienen la forma de retablo, lo que les otorga la denominación de "portadas retablo". Sin embargo, hay una diferencia notable en el estilo de los autores de cada portada. En el caso de Sica Sica, se puede apreciar un fuerte sentido planista en su diseño (Figura 12). Esto implica que los elementos arquitectónicos están dispuestos de manera plana y con menos relieve. Por otro lado, en Yarvicolla, se observan bordes más vivos y definidos. Esto sugiere que los elementos arquitectónicos están resaltados y tienen una apariencia tridimensional. Estas diferencias en el estilo arquitectónico pueden deberse a las preferencias y técnicas utilizadas por los artistas y arquitectos de cada época y lugar.


Figura 11

Portada de Sica Sica. Dibujo mostrado en el trabajo de Teresa Gisbert y José de Mesa



Nota. Dibujo de Cristian Jiménez Pucho, 2024.



Figura 12

Fachada de Sica Sica



Nota. Fotografía de Alicia Olivera, 2024.



Conclusiones


En conclusión, la portada de Yarvicolla es considerada una de las más bellas y representativas del barroco mestizo en Bolivia. La arquitectura mestiza es el resultado de la fusión de influencias españolas e indígenas, que se refleja en la combinación de elementos arquitectónicos europeos con materiales locales, técnicas de construcción tradicionales y adaptación a la cosmovisión indígena. La importancia de la iglesia de Yarvicolla radica en su conexión con los primeros asentamientos españoles en la región, su relación con la explotación de las minas de plata y su relevancia histórica y cultural en la zona. Es por ello que fue enriquecida con una hermosa portada.

En comparación con la iglesia de Sica Sica, ambas portadas comparten una disposición de tres cuerpos y tres calles, aunque presentan diferencias en la presencia de columnas báquicas y hornacinas. La portada de Sica Sica destaca por las cabezas antropomorfas en los pedestales de las columnas, mientras que en Yarvicolla se aprecian uvas, cuadrifolias, soles y jarrones en toda la ornamentación.

En resumen, tanto la portada de Yarvicolla como la iglesia de Sica Sica representan ejemplos destacados de la arquitectura barroca mestiza en Bolivia, lo que refleja la fusión de influencias españolas e indígenas en la región. Estas portadas muestran una ornamentación rica y diversa, que combina elementos de la naturaleza americana y la tradición arquitectónica europea, lo que crea un estilo único y representativo de la identidad latinoamericana. Ambas portadas son testimonios valiosos de la historia y la cultura de Bolivia, y su preservación es importante para mantener viva esta herencia arquitectónica.



Referencias


Benitez, A. E. (2018). Los retablos en la ciudad de Mar del Plata. Reconocimiento, valoración y difusión de los bienes muebles del patrimonio cultural eclesiástico [Tesis Maestría]. Mar del Plata: Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño Universidad de Mar del Plata.

Calvo de, M. (1998). Oruro inmortal (Tomo1). La Papelera SA

Chueca Goitea, F. (1971). Invariantes castizos de la Arquitectura española. Seminarios y Ediciones.

De Mesa, J. y Gisbert, T. (1962). Iglesias de Oruro. Editorial del Estado.

De Mesa, J. y Gisbert, T. (2002). Monumentos de Bolivia. Artes Gráficas Sagitario.

Espinosa Spínola, G. (1999). Arquitectura de la Conversión y Evangelización en la Nueva España durante el siglo XVI. Universidad de Almería.

Gisbert, T. y Mesa, J. (1997). Arquitectura Andina. Don Bosco.

Gutiérrez, R. (2001). Repensando. CEDODAL.

Fuentes primarias

Antonio Suárez de Rivera (20 de julio de 1796). Anulación del arrendamiento de las minas cupríferas de Corocoro, provincia de Pacajes y su fundición de Llauricocha. BO ABNB, ALP Min 98/4. Archivo Nacional de Bolivia, Sucre, Bolivia.

José Luis Soria (27 de octubre de 1888). Carta al Obispo de La Plata. P Caracollo. Archivo Francisco Taborga de Sucre, Sucre, Bolivia.