SENTIDO DE APROPIACIÓN AL

ESPACIO INTERIOR DEL HÁBITAT DOMÉSTICO

Vivienda colectiva y su destino comercial como mercancía


SENSE OF APPROPRIATION TO THE

INTERIOR SPACE OF A DOMESTIC HABITAT

Collective housing and its commercial destination as merchandise




Paula Estefanía Moyano Lucero

Investigador independiente

Ecuador


Magíster en Diseño de Interiores en la Universidad del Azuay. Experta en Liderazgo Transformacional por la Universidad de Cuenca (2016). Máster en Dirección Comercial de la Universidad Rey Juan Carlos (2015). Máster en Marketing por CEREM Bussines School (2015). Diseñadora de Interiores (2012), graduada en la Universidad del Azuay.


pau.moyano@hotmail.com

orcid.org/0000-0003-4800-4687





Santiago Vanegas Peña

Universidad del Azuay

Ecuador


Candidato a Doctor por la Universidad de Palermo, Buenos Aires –Argentina, Master en Proyectos Arquitectónicos por la Universidad de Cuenca, Arquitecto por la Universidad de Cuenca, Director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Azuay desde 2017, Investigador y Docente Titular de la Universidad del Azuay desde el 2015, Director de la Unidad Técnica de la Fundación Municipal El Barranco 2013 -2014. Ha sido parte de los grupos que han ganado los premios: Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito en los años: 2018 Categoría Diseño Arquitectónico, 2014 Categoría Diseño Arquitectónico y Arquitectura del Paisaje, 2012 Categoría Diseño Urbano, 2010 Categoría Diseño Urbano. Premio Latinoamericano de Arquitectura Rogelio Salmona 2016 y Jean Paul L´Allier 2013, Gubbio 2011. Autor de varios libros y publicaciones como en la revista TRAMA 156, 147, 130, 124, 123, 113, 109.


asvanegas@uazuay.edu.ec

orcid.org/0000-0002-0507-0134





Fecha de recepción: 19 de agosto, 2020. Aceptación: 21 de octubre, 2020.












Resumen


La construcción de viviendas en serie en Cuenca y alrededor del mundo se han incrementado de manera exponencial, convirtiéndose en una solución habitacional desarrollada en el campo inmobiliario. Si bien la construcción en serie entrega un recurso para satisfacer una necesidad básica de las personas, es necesario investigar el sentido de apropiación al espacio interior del hábitat doméstico considerando que los espacios no fueron proyectados ni resueltos bajo un programa de necesidades realizados a medida. El objetivo de la investigación es indagar la identificación simbólica y las transformaciones realizadas en los departamentos modelos para comprender el sentido de apropiación y concebir las auto creaciones y auto representaciones de los propietarios en sus espacios interiores.


Palabras clave

Apropiación, hábitat doméstico, vivienda colectiva, transformación espacial.






Abstract

Serial housing construction in Cuenca and around the world has increased drammatically, becoming a housing solution developed in the real estate field. Although serial construction is a source of satisfaction to basic needs of people, it is necessary to investigate the sense of appropriation to the interior space of the domestic habitat considering that the spaces were not projected or solved under a program of needs adapted to a specifi measure. The objective of the research was to investigate the symbolic identification and the transformations carried out in the model apartments to understand the sense of appropriation and conceive the owners' self-creations and self-representations in their interior spaces.


Keywords

Ownership, domestic habitat, collective housing, spatial transformation.




Introducción


Cuenca, capital provincial del Azuay ubicada dentro del valle interandino a 2550 msnm, considerada la tercera ciudad más importante del Ecuador debido al número de habitantes y la incidencia económica para el país basada en el comercio, servicios y la industria (Correa, 2016) ha incrementado su infraestructura urbana como consecuencia de la dotación de servicios de agua potable, electricidad y pavimentación en la mayoría de sus calles lo que ha provocado el consumo de gran cantidad de suelo periférico para la construcción de urbanizaciones y edificaciones departamentales.

Para comprender el crecimiento urbano de la ciudad es necesario detallar ciertos momentos históricos dentro de este proceso; en sus inicios como un pequeño poblado constituida por la cultura Cañari que llevaba el nombre de Guapondélig, luego siendo conquistada por la cultura Inca cambiando su nombre a Tomebamba, y posteriormente es conquistada por los españoles retomando el nombre de Ciudad de Cuenca.

Existen tres momentos en la historia del crecimiento urbano de Cuenca (Vintimilla, 1976) que describe que en el siglo XIV se programó la creación de un anillo o cinturón de iglesias, para luego en el siglo XX (1950) rellenar el interior de este cinturón para que posteriormente empiece el crecimiento hacia el exterior de este cinturón. Desde este último periodo se considera la modernización de la ciudad y se cataloga la etapa contemporánea, teniendo ciertas características que justifican la expansión urbana como son el incremento de la población exponencialmente y el crecimiento urbano pasando de ser 850 a 7590 hectáreas el considerado límite urbano (Álvarez & Serrano, 2010).

Para mediados del siglo XX el fenómeno migratorio campo-ciudad (Mejía, 2014) convierte el suelo rural a urbano, desplazando suelo destinado a la producción agrícola para la construcción de urbanizaciones configurando nuevos órdenes en la planificación territorial. Este fenómeno sucede por las motivaciones de la población a buscar modos de satisfacer sus necesidades básicas, sociales, culturales y económicas.

Como consecuencia de este proceso los asentamientos periféricos fueron ubicados en parroquias cercanas, encontrando nuevos sistemas de construcción como son las urbanizaciones en zonas como San Joaquín, Ricaurte, Sayausí, Baños, Racar y Misicata (Álvarez & Serrano, 2010). En esta última es evidente el crecimiento no solo de urbanizaciones sino de edificaciones departamentales por la autorización de construcción vertical de la zona, a comparación de las otras mencionadas que por normas del municipio únicamente permiten la construcción de hasta dos niveles de altura. Adicionalmente, la concentración del proceso de urbanización de la ciudad se ubica dentro de estas zonas por el costo de adquisición del terreno, siendo más accesibles en precio comparándolo con zonas más cercanas del centro de la ciudad.



Vivienda colectiva


En la actualidad se define como vivienda colectiva a aquellas propiedades destinadas a ser habitadas por un colectivo, generalmente destinadas a uso residencial que disponen de un acceso y zonas comunales a partir de las dos viviendas.

Dentro de la contemporaneidad, la vivienda colectiva se trata de un proyecto arquitectónico generando un tejido residencial en la historia de los asentamientos humanos, debido a las nuevas formas de construir, el uso de nuevos materiales y la densidad demográfica que obliga el crecimiento horizontal y vertical de las ciudades (Montaner, 2019).

Por otro lado, Valenzuela (2004) describe a la vivienda colectiva como aquella que no tiene usuario conocido con la principal característica de ser un número determinado de veces en un espacio limitado ya sea superpuesta, pareada, o en comunidad.

La gran queja de la vivienda colectiva radica como lo menciona Sanz Alarcón (2011) es la inexistencia de la relación del usuario y el arquitecto o diseñador en los programas de vivienda colectiva, creando elementos seriados y estandarizados. Estas viviendas colectivas son piezas universalmente tipificadas.

De la misma manera, Ortiz, Mantilla, Moya (2018) coinciden en que al momento que el usuario no participa en el diseño de su vivienda se producen espacios colectivos fríos e impersonales por su rigidez y neutralidad.



Vivienda colectiva como mercancía


A raíz de la modernización capitalista, surge la denominación de mercantilización del hogar como lo define Cano (2012) donde el hogar pasó a desarrollar la función de mercancía y definirse como valor de cambio. Estos procesos han provocado que la casa pase a ser considerada como un no lugar, como un espacio de fugacidad, de intercambio y sobre todo de mercancía sin garantizar sus principales funciones.

Si nos referimos a la visión tradicionalista de hogar lo concebimos por el valor que sacia nuestras necesidades básicas como cobijar y proteger teniendo una utilidad en donde radica principalmente la valoración del usuario al objeto casa. Sin embargo, a partir de la visión contemporánea, el hogar comienza a ser considerado como un lugar de paso, transitorio por su capacidad de ser comprada o intercambiada.

En definitiva, como lo conceptualiza Cano (2010), la casa como no lugar producto del fenómeno contemporáneo de mercantilización de la vivienda, entendiéndose como espacios donde no se puede establecer identidad ni vínculos que garanticen las relaciones con el hogar. Además, también lo define como un espacio de fugacidad, rompiéndose lazos que fomentan la homogeneidad.

La vivienda ha sufrido varios cambios significativos alrededor del tiempo, desde su conceptualización tipológica, proyectual y matérica, debido al proceso de modernización capitalista que le confirió un giro complejo de valor de uso a valor de cambio (Liernur, 2005) donde pasó de ser un bien constituido, pensado y proyectado en base a las necesidades de sus habitantes considerando cada aspiración e imaginario, para convertirse en una forma abstracta y tipificada de mercancía para el campo inmobiliario, expresada de forma tipológica en el llamado departamento, con su fuerte configuración tipificada y la máxima expresión de la nulidad del programa arquitectónico a medida. La mercantilización de la casa adquirió una expresión masiva: el departamento

La globalización de la economía, el desarrollo acelerado de las tecnologías ha generado un nuevo tejido social (Kuri, 2006) repercutiendo en el uso de la vivienda, generando la familia tipo, convirtiéndola en una existencia nuclear sin proyección a cambios ni transformaciones llevándola a un modelo estereotipado con diseños proyectuales cerrados, ya que no es concebida desde el punto de vista funcional ni constructivo. Esto es resultado del movimiento moderno que dentro de sus cánones centrales eran la generación de estándares y tipologías dimensionales, racionales y de construcción proyectual.

Los nuevos órdenes de construcción se constituyen en las urbanizaciones y los edificios departamentales como consecuencia del proceso de crecimiento demográfico y urbano de la ciudad, convirtiéndose en un potencial negocio para el gremio de la construcción que generan propuestas de entidades habitacionales para la ciudadanía. Su oferta radica en la sistematización de viviendas tipo: con distribuciones, programaciones y acabados estéticos igualitarios para sus usuarios.



Hábitar – Hábitat doméstico


La investigación se apoya en conceptos de hábitat que mencionan que existen tres nociones de hábito: un vestido, un comportamiento y una facilidad Sarquis (2006). Dentro del contexto a lo que se llama vestido es la envolvente que el usuario usa según su estado. Se habla de comportamiento como pauta de conducta: de estudio, de reposo, de aseo, de trabajo o convivencia. Además, se componen de la habilidad técnica para el saber hacer en donde la arquitectura se convierte en un hábito para la creación del hábitat.

Para Halac (1979), el hábitat debe ser revisado desde el punto de vista ecológico, conceptualizado como un sistema de supervivencia, pero, además, el equilibrio entre éste y el exterior, en donde los organismos sean seres vivos, animales y vegetales se adaptan en un sistema de comunidad en todas sus formas y en sus diferentes grados de complejidad. Dentro de este contexto, Iglesia (2010) coincide que el concepto de hábitat es un lugar de escenarios apropiados para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal, considerando que el habitar se divide en dos grandes momentos: el primero el que se vive y la otra mitad se complementa con el uso, valoración y atribución de significados para los diferentes espacios. El espacio vivido articula dos sistemas: el de los objetos y el de las acciones. Al llamado sistema de objetos se lo conceptualiza como el de muebles o inmuebles con una serie de características como son la forma y las dimensiones; y al de las acciones tales como las sensaciones, percepciones, valores y clasificación que al final interactúan entre ellas generando un significado. Para Iglesia (2010), unir los dos campos tanto como el espacio físico con las vivencias llevará a la conceptualización de lo habitable, articulándolos con las dinámicas de la sociedad con sus diferentes estilos de vida que muestran ciertas características de costumbres y juicios para vincularlos con el proyecto de un mundo habitable real.

De la misma manera para Bachelard (2012), la vivienda no es un espacio únicamente con configuraciones físicas y matéricas, sino que están presentes cualidades inmateriales que están ligadas al entendimiento y comportamiento humano como emociones, experiencias, prácticas humanas y relaciones que se unen el espacio con la vida humana. El topo análisis que maneja Bachelard (2012) mediante metáforas e imágenes con la finalidad de describir las afecciones de quien lo habita con el espacio estructurándola en diez elementos: la casa, el universo, cajones, nidos, caparazones, esquinas, miniaturas, íntima intensidad, dialéctica el interior y exterior y la fenomenología de la redondez. Con ello el autor presenta un concepto de la casa desde un punto de vista fenomenológico describiendo el espacio doméstico como la imaginación construida con muros, materiales, confort, protección y, sobre todo, un lugar para memorias de imágenes y sueños de quien lo habita. La importancia de estudiar la casa como un lugar de acontecimientos, donde reside la experiencia diaria de imaginarios que crean sentido de pertenencia y personificaciones de aquello que consideran su hábitat, es la expresión total del estar, habitar o residir en ella, asociándola en tiempo, rutina y hábitos de sus usuarios para construirla, vivirla, morarla y sentirla (Hernández, 2016).

El estudio de la casa desde una perspectiva epistemológica permite el entendimiento de la relación hombre – naturaleza, entendiéndola como espacio simbólico y no solo como espacio físico construyendo una relación con la ecología del habitar conceptualizando la vivienda como el lugar de la existencia (Vélez, 2013) en donde las relaciones del interior con el exterior surgen como prácticas domésticas de dentro hacia fuera, de lo íntimo abierto al exterior y aquí entre la idea de comunidad concibiendo el concepto de casa como un territorio, con estructuras y capas refiriéndose a ese lugar poblado de códigos y signos que representan patrones culturales que van generando un entramado simbólico.

De igual manera, el sociólogo Silverstone (1996) coincide que la relación interior – exterior de la casa se concibe desde una necesidad física, social y efectivamente cultural para darle una conexión con sus próximos como son la calle, vecindario, ciudad.

Sin embargo, existen otros posicionamientos desde la conceptualización del hábitat. Por ejemplo, Calle (2010) plantea la diferenciación entre significados de vivienda, casa u hogar. En relación al significado hogar, parte su conceptualización de la frase “hogar dulce hogar” para expresar la carga emocional, afectiva, de confianza y bienestar que muestra un sistema complejo de extensiones emocionales e imaginativas desde el ser humano, donde se incluye extensiones físicas asociadas al espacio, prolongaciones sociales que involucran rutinas, prácticas y hábitos en el espacio y en un tiempo determinado.

Por tanto, para la creación de espacios de hábitat doméstico se debe entender el diseño como concepto fenomenológico capaz de la construcción de lugares y de imaginarios para la vivencia de los usuarios. Como lo menciona Cabas (2019), todo espacio genera emociones y permite experimentar sensaciones para comparar, reconocer y explorar dichos espacios. Es aquí en donde el diseño toma fuerza con la capacidad de generar lugares para que el habitante se haga parte del espacio y a su vez lo conciba o comprenda como tal. De esa manera, la experiencia arquitectónica está ligada a los recuerdos y significados como resultado de la relación del ser humano que habita dichos espacios y los estímulos que generan los límites físicos y objetuales que componen los espacios interiores del hábitat doméstico.

La fenomenología arquitectónica corresponde a una reformulación epistemológica de la arquitectura, en donde surge el cambio de que el arquitecto son creadores sino intérpretes, con la finalidad de que el espacio sea experimentado, percibido y recorrido por el ser humano generando la experiencia de habitar. Según Cabas (2019) la experiencia del usuario depende de la posición física y tridimensional, donde la percepción tiene un rol protagonista, sin embargo, deben considerarse las vivencias, memorias y afectos que se logra con la interacción del usuario con el espacio.

Se debe entender, además, que el diseño es la construcción conceptual y matérica de los imaginarios y aspiraciones humanas que tienen consecuencias positivas o negativas en sus habitantes al formar parte del artefacto arquitectónico (Zamora, 2004), como el lugar donde coexisten dos fenómenos: la realidad como habitar humano, y este habitar humano como el contenido que origina todo sentido.

Al relacionar el hábitat residencial con la experiencia, Iturra Muñoz (2014) conceptualiza que el habitar va más allá de ocupar un espacio, donde realmente, es un proceso dinámico con el fin de humanizar el entorno para habitarlo, donde los seres humanos actúan directa y activamente en ellos para construir saberes y significados refiriéndose como experiencia espacial.

Finalmente, caracterizado el concepto de hábitat, es necesario entender el espacio doméstico y sus definiciones. Para Vélez (2009) el espacio doméstico es la construcción de códigos estéticos que se conforman a partir del habitar relacionándose con la vida cotidiana. Este espacio reúne objetos, utensilios, superficies, materiales, divisiones configurando la vida cotidiana y, por ende, la acción de habitar.



Sentido de apropiación


En relación a la apropiación del espacio y los vínculos entre las personas y los lugares, desde la disciplina de la psicología ambiental y social existen varias propuestas teóricas para la comprensión de la vinculación de las personas y los lugares; diferentes formas de construir relaciones con los espacios entre experiencias cotidianas enfatizándose en las acciones que desarrollan en el lugar y las emociones resultantes.

Para Valera (1997), el sentido de apropiación es el proceso por el que la persona genera su lugar propio por medio de dos ejes principales, en donde el simbolismo como una propiedad inherente a la percepción de los espacios donde coexisten características física-estructurales y funcionales ligadas a las prácticas sociales y de interacción que ocupan el espacio. La segunda vía se trata de comprender cómo los espacios se atribuyen de significado.

Por otro lado, Gibson (1979) sostiene el concepto de apropiación desde la percepción del entorno con relación a su posibilidad de uso o de oportunidad ambiental, en conclusión, lo que se puede hacer con o en el espacio, entendiendo estas propiedades como uno solo y no como puntos diferentes. Estos significados son definidos por la distribución de los elementos, necesidades, posibilidad de los espacios para interactuar en un contexto ambiental que permita su uso o una oportunidad ambiental de uso.



Sentido de apropiación y modelo dual de apropiación


Con la misma línea de interpretación sobre el sentido de apropiación, Pol (1996) define la apropiación del espacio como el sentimiento de poseer algo y gestionar el uso, ya sea por función o identificación, relacionando las experiencias cotidianas con los espacios construidos para el hábitat humano. El autor menciona que los espacios los acomodamos para dejar huella, transformándolos incluso, de esa manera, el usuario se apropia de su espacio y lo defiende como tal. El ser humano, como la mayoría de los animales necesita marcar su territorio, preservar su identidad constituyendo la cultura y el entorno del sujeto con la finalidad de crear un lugar con sentido.

La interacción que se da entre el ser humano y su entorno físico es el núcleo principal de la creación del sentido de pertenencia, tal como Pol (1996) lo menciona. Estas interacciones se dan por transformación activa o por identificación.

El autor conceptualiza el modelo dual de la apropiación en dos vías: la acción – transformación de base comportamental y la identificación simbólica de categorización. La primera se trata sobre la acción sobre el entorno, transformándolo y dotándolo de significado a partir de las emociones y acciones cognitivas; en cambio, la segunda es el reconocimiento del yo dentro del entorno en donde el espacio apropiado es el factor de continuidad para la estabilidad de la identidad y el apego al lugar. El autor menciona que la acción – transformación es latente en la juventud por su disposición a la transformación y personalización de espacios, mientras que la identificación simbólica sucede en la vejez por su acción pasiva de formar parte del espacio. Igualmente lo compara en espacios privados y públicos, donde considera que la acción – transformación está presente en el privado por la factibilidad de la acción del humano sobre el espacio. Las dimensiones para la generación de la apropiación del lugar según Pol (1996) viene de procesos cognitivos, afectivos, identidad y relacionales explicando los comportamientos del ser humano con el espacio más allá de lo netamente funcional.

El componente de acción – transformación viene dado por una conducta territorial, abarcando el comportamiento más primario del ser humano como marcaje del territorio transformando un objeto, espacio o realidad de manera directa o remotamente actuando de manera instintiva o propositiva por la voluntad y la intencionalidad.

Por otro lado, el componente de identificación simbólica se refiere a aquellos procesos simbólicos, cognitivos, afectivos e interactivos a través del espacio que produce identificación del sujeto o grupo con el entorno. A lo que se refiere como procesos afectivos es a la búsqueda de bienestar mediante un componente cognitivo e interactivo con el entorno.



Desarrollo


La metodología del proyecto se estructuró en tres etapas. La primera que inicia con la conceptualización del caso de estudio; definiendo características del conjunto habitacional y los departamentos modelos que contiene el condominio. La segunda etapa consiste en la configuración de una matriz de análisis para componer el sentido de apropiación a los espacios interiores del hábitat doméstico construidos en serie, y en la tercera etapa se realizará la recolección de datos por medio de una entrevista para finalizar con los resultados de la investigación.

Primera etapa: El Condominio Olimpo es un proyecto de la constructora León y Carpio, constituida en la ciudad de Cuenca en el año 2006, con alrededor de 14 años de experiencia en la construcción de proyectos residenciales, comerciales y de oficinas. El condominio está situado en el sur de la ciudad; consta de 4 torres de departamentos: Marte, Zeus, Venus y Atenea; construida en dos fases desde el año 2010. La edificación contiene 9 niveles de departamentos y a partir del octavo piso se proyecta departamentos tipo dúplex, en total con 178 departamentos. Además, contiene parqueaderos en subsuelos y en planta baja está situada los locales comerciales. Es importante destacar que la selección de este condominio como sujeto de investigación radica en que la constructora realiza departamentos modelos y el usuario o posible comprador no efectúa transformaciones o cambios durante el proceso de compra o adquisición del departamento, como podrían ser distribuciones o acabados de construcción de su vivienda.

A continuación, se desglosa los diferentes departamentos que contiene el edificio y sus principales características.



Figura 1. Tipologías de departamentos modelos




Segunda etapa: se realizó la construcción de una matriz de análisis con las variables para la configuración del sentido de apropiación al espacio interior del hábitat doméstico.

  1. Usuario. Para el análisis del sentido de apropiación es necesario la construcción del usuario/ habitante con características definidas y segmentadas que le entregan una imagen consolidada y, por ende; acciones dentro del espacio interior.
  2. Transformaciones. Según la teoría de Pol (1996) donde mantiene que la manera de apropiarse al espacio interior es mediante la transformación de los espacios.
  3. Identificación simbólica. Así mismo, considerando la teoría de Pol (1996) la identificación por medio de símbolos, emociones y afectos se manifiesta en el sentido de apropiación a los espacios.


Figura 2. Matriz de análisis




Esta propuesta metodológica se enfrenta a varios cuestionamientos: ¿Cómo se muestra el sentido de apropiación al espacio interior en el hábitat doméstico en departamentos construidos en serie? y ¿cuáles fueron las principales motivaciones y tendencias para la creación del sentido de apropiación realizadas en el espacio interior del hábitat doméstico?

El levantamiento de la información se obtuvo mediante una encuesta con formato en línea debido al confinamiento por la pandemia del COVID – 19 con una muestra de 63 encuestados con 95% nivel de confianza y 10% de error, donde se incluía cada una de las secciones antes mencionados con la finalidad de obtener datos de usuario, transformaciones e identificación simbólica.

Según la matriz de análisis construida; la encuesta como metodología se conceptualizó en tres secciones.

Sección 1. Usuario. Se definieron las características del usuario para definir la primera fase de la matriz. Estos rasgos se precisaron mediante el manual del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del Ecuador (INEC), utilizando las metodologías del censo de la vivienda, y de ingresos económicos de los habitantes.

Sección 2. Transformaciones. La finalidad de esta sección es indagar las diferentes transformaciones realizadas en los departamentos para entender el sentido de apropiación al espacio interior y, además; las principales motivaciones de los usuarios al realizar las transformaciones en los departamentos. La metodología utilizada se basa en la construcción metodológica de Ortiz, Mantilla, Moya (2018) y su conceptualización de espacios domésticos y las diferentes motivaciones para las transformaciones espaciales.

Sección 3. Identificación Simbólica. Esta sección se la conceptualizó mediante los símbolos de apropiación a la casa de Durán (2013), en donde plasma mediante metáforas los diferentes espacios domésticos con la carga simbólica a la que están asociados; y, por ende, generan sentido de apropiación a los espacios interiores. Las metáforas utilizadas por el autor son: orgullo, corazón, jerarquía y sagrado, entendiendo la casa como escenarios cotidianos y diversos donde radica la experiencia humana y la convivencia del humano con los objetos que lo rodean para la generación del sentido de apropiación.

El sentimiento de orgullo lo describe como el lugar para la ostentación, espacios a ser exhibidos y mostrados para la demostración de su status. Al corazón del lugar, se refiere como aquel espacio central donde nacen las diferentes articulaciones hacia los otros espacios que a la final conectan en un todo.

En el simbolismo de jerarquía se refiere a aquellos espacios detonadores que muestran la institución familiar; y aquellos espacios sagrados se describen como lugares considerados altares para la incubación de espacios introspectivos, cargado de significados de territorio.



Tabla 1. Secciones de la encuesta




Resultados


Para la obtención de los resultados correspondientes, se realizó el procesamiento de datos para exponer los hallazgos de la investigación.

En la figura 3 se muestra la tabulación de datos para la identificación de las características de los usuarios/habitantes de los departamentos. Estos datos nos permiten entender el género de los jefes de hogar en 52.20% son hombres y 47,80% mujeres, en su mayoría con un nivel de educación superior y sus ingresos mensuales se encuentran con 41.7% en el rango de $1201 a $2000.

La tenencia de su vivienda con 42% son propias y aún las siguen pagando, 33% son propias y totalmente pagadas y 25% son arrendadas, con un tipo de hogar mayoritario de 75% como nuclear y el número de miembros de hogar en su mayoría son 3 con 45%.



Figura 3. Procesamiento de datos - Usuario




En la figura 4 se evidencia el porcentaje de transformaciones realizadas en los departamentos del condominio con 29.2% que realizaron cambios en sus espacios interiores y 71,4% de los cambios fueron realizados por un profesional de arquitectura.



Figura 4. Procesamiento de datos transformaciones – intervención




En las siguientes figuras se resumirán los cambios realizados en los diferentes espacios interiores de los departamentos.

En la figura 5 se muestra el porcentaje de transformaciones realizadas en la cocina con 71.4% de cambios, principalmente las modificaciones son el elemento puerta siendo construido, modificado y eliminado por motivos de amplitud, funcionalidad y nuevos usos. De igual manera, se construyó decoración, vegetación y muebles por estética del espacio.

Con referencia a las transformaciones realizadas en el espacio interior de la sala con 42.9% mediante la construcción y modificación de elementos como puertas, ventanas, muros, pisos, muebles y vegetación con la finalidad de entregar funcionalidad y estética al lugar.

En el espacio comedor con 28.6% de transformaciones que radican en la modificación de muros, muebles y decoración como elementos del espacio con la finalidad única de aportar estética al departamento.

Las acciones realizadas en el espacio baños de los departamentos con un porcentaje de 14.3%; donde las transformaciones principalmente fueron la construcción de mobiliario y decoración con la finalidad de generar funcionalidad al espacio y dotarlo de estética.

Con respecto a las transformaciones realizadas en los dormitorios con un porcentaje de 57%, se caracterizan con la construcción de puertas, ventanas y muebles; además de modificar muros y decoración con la motivación de espacios funcionales y estéticos.

Las transformaciones que fueron realizadas en la lavandería de los departamentos con 14.3% de modificación mediante la construcción de puertas por motivaciones de ruido.



Figura 5. Procesamiento de datos transformaciones – espacios




Tabla 2. Transformaciones espaciales – motivación



De Moyano, (2020).



Para la siguiente etapa, en la figura 6 se evidencia la identificación simbólica de los usuarios – habitantes a los espacios interiores y el sentido de apropiación que se genera en el hábitat doméstico del departamento.

En el simbolismo de orgullo, 34% está representado por el espacio sala como aquel espacio que les gusta mostrar, exhibir convirtiéndose en la ostentación de su departamento.

Como el corazón de la casa en 31% es la cocina y con 25% la sala siendo espacios que están cargados de simbolismos de territorio central para sus ocupantes.

Los espacios sagrados de los departamentos para sus habitantes con 36% son los dormitorios, siendo espacios introspectivos considerados altares y el sentimiento de apropiación simbólica de jerarquía familiar en 31% son el comedor y con 27% son los dormitorios.



Figura 6. Identificación simbólica




Sintetizando, el proceso metodológico tiene tres estrategias para establecer el sentido de apropiación al hábitat doméstico.

  1. Identificar características del usuario – habitantes.
  2. Identificar las transformaciones realizadas en el espacio interior del hábitat doméstico.
  3. Identificar los símbolos de apropiación en el espacio interior del hábitat doméstico.

Basándose en estas estrategias y con la valoración obtenida en los datos presentados, se abre la discusión de cuáles serían las estrategias para el sentido de apropiación al espacio interior de los departamentos construidos en serie y cómo; con los elementos del diseño se puede fomentar la creación de estos espacios apropiados o apropiables.



Conclusiones


Según los resultados obtenidos en la fase anterior, se caracteriza las transformaciones realizadas en los espacios interiores del hábitat doméstico y se puede mostrar las diferentes formas de apropiación para desarrollar estrategias o criterios de diseño interior.

Las transformaciones espaciales de los departamentos son resultado de la autocreación de escenarios que permitan el habitar, atribuyéndole personalidad y significados a su hábitat considerando que sus espacios nacieron de un programa arquitectónico construido desde la inexistencia de la relación usuario – diseñador; la consolidación de una familia tipo y finalmente hacia un usuario no conocido.

Las identificaciones a los espacios interiores mediante símbolos, interpretaciones y emociones son el resultado de la autorepresentación del hábitat doméstico, donde su lugar es el portador de vivencias y habitabilidad seguido por la entrega de significados que le permitan apropiarse de los espacios y sentir apego hacia su hábitat.

La motivación presente en todas las transformaciones realizadas en los departamentos es la funcionalidad con la finalidad de mejorar las posibilidades de uso y características físicas de los espacios de los usuarios. Es importante repensar; reconsiderar y proyectar espacios que entreguen utilidad positiva a los espacios del hábitat doméstico. Es un reto proyectar espacios funcionales, considerando que la función está ligada directamente a la construcción de un programa considerando al usuario y necesidades; sucediendo lo contrario en los departamentos construidos en serie.

El espacio del hábitat doméstico más transformado es la sala, relacionándose directamente como el espacio con identificación simbólica hacia el orgullo, exhibición y demostración de su departamento creando códigos, objetos y superficies para el accionar del habitar. En conclusión, la composición de elementos de diseño interior mediante la decoración, con la motivación de entregar estética a los espacios.

El espacio cocina mediante la identificación simbólica es considerado el corazón del hábitat doméstico, aquel lugar de experiencia diaria creando sentidos de apropiación con carga emocional y afectiva; en donde se debe considerar este lugar como el eje central de los espacios domésticos que permita la comunicación y conexión de los otros espacios, considerando siempre la funcionalidad y amplitud del espacio para integrar y contener a los usuarios del departamento.

Los espacios del hábitat doméstico que comparten dos símbolos de identificación son los dormitorios como lugares sagrados y de jerarquía familiar. Considerando las transformaciones realizadas en los departamentos y sus motivaciones se debe proyectar estos espacios de manera flexible, adaptable y versátil que permita configurarse y cambiar para sus usuarios y necesidades.

En los cuartos de baño las principales transformaciones fueron la construcción de mobiliario con la motivación funcional, por ello se debe considerar en la dotación de áreas de almacenamiento para asegurar la oportunidad de uso.

El espacio lavandería se debe reubicar, ya que, al tratarse de una zona destinada para el servicio al ser ubicado dentro de la cocina, no es aceptable por sus propietarios debido a la funcionalidad y la visibilidad estética del ambiente en conjunto.

El proyecto de investigación abrió un fuerte campo de acción disciplinario para la carrera de Diseño de Interiores, con resultados motivadores para el accionar del diseñador debido al confinamiento. El espacio con mayor proyección de transformación son los dormitorios, aquellos espacios de jerarquía y privacidad.

Los espacios de oficina en casa son importantes considerarlos, ya que todo el trabajo se volcó hacia el hábitat doméstico necesitando que los espacios se puedan acoplar de la oficina al hogar.

El proyecto genera nuevas líneas de investigación con la finalidad de indagar sobre el comportamiento de transformaciones después del confinamiento por la pandemia de COVID – 19.

El diseño interior mediante sus elementos; son el medio utilizado para la creación del sentido de apropiación a los espacios interiores del hábitat doméstico mediante las transformaciones y las identificaciones simbólicas a los espacios, comprobando este apartado con los resultados mostrados en el desarrollo de esta investigación.

Finalmente, el diseñador y el usuario establecen una relación para la creación de transformaciones y la construcción de identidades simbólicas que permitan la apropiación y apego a su hábitat doméstico, con la proyección de espacios habitables donde residen las experiencias diarias de los habitantes generando espacios de autor mediante la apropiación.




Referencias


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